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La renta básica universal: ¿la utopía de moda?

25 mayo, 2020 By Alberto Maldonado Copello Leave a Comment

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Uno de las propuestas que ha adquirido mayor relevancia en sectores de izquierda y progresistas para la atención de la pandemia y para la situación posterior a ella, es la renta básica universal. Ubeda[1] dice en reciente artículo que “es el momento de la renta básica universal”, que consiste en crear un ingreso monetario permanente que el Estado entregaría a todas las personas sin ninguna condición con el fin de garantizarle un nivel básico de vida, que a su vez le proporcione una cierta libertad y autonomía. Esta medida se complementaría con una tributación mucho más progresiva sobre los capitalistas, especialmente sobre el segmento más rico. Con la renta básica universal se eliminaría la pobreza absoluta, se daría mayor libertad a los trabajadores y se garantizarían muchos más derechos. Es decir todo aquello que el capitalismo niega por su esencia. Diversos grupos en otros países han venido estudiando esta reforma con detalle y se han hecho experimentos en algunos países. La revista Sin Permiso[2] hace propaganda constantemente a esta propuesta.

Para hacer operativa la propuesta se hacen diferentes cálculos para estimar el monto de la renta básica y para mostrar que la sociedad tiene los recursos suficientes para esta redistribución de ingresos. En Colombia, por ejemplo, Garay y Espitia hacen  cálculos detallados[3] sobre el monto de los recursos para cubrir un período de tres meses en distintos escenarios, cálculos que muestran que, por ejemplo, en la opción intermedia de cubrir al 27% de la población, más o menos 13 millones de personas o 3,2 millones de hogares (es decir no renta universal sino parcial) con un salario mínimo durante 3 meses daría un total de $8,6 billones, es decir poco más de $34 billones al año, cifra que con un esfuerzo tributario progresivo podría financiarse sin mucha dificultad.

Si los ingresos anuales y la riqueza acumulada se distribuyera en partes iguales por habitante, aun en países como Colombia con bajo ingreso per cápita, alcanzaría para asignarle un ingreso a todas las personas que les permitiría tener una canasta de bienes y servicios adecuada; según datos de las cuentas nacionales de hace un par de años el ingreso por habitante estaba alrededor de 18 millones anuales, 1,5 millones mensuales por persona. La sociedad capitalista produce lo suficiente para alimentar bien a todos los colombianos. Estas cifras permiten soñar con que exista una sociedad donde unos son dueños y otros solo tienen fuerza de trabajo o  escasos medios de producción para tener una actividad precaria por cuenta propia, pero que distribuye los recursos para satisfacer las necesidades de todos. Es una bonita utopía[4].

En esta utopía se mantienen los fundamentos de la organización social y la producción, la distribución de los seres humanos en distintas clases económicas, la obligación de los trabajadores de vender su fuerza de trabajo a los capitalistas, la existencia del desempleo, la competencia feroz, pero se produce una gran distribución del ingreso con el cual se garantiza un derecho a la existencia y una sociedad mucho más justa. Sería un gran paso hacia el socialismo participativo de Piketty.

Pero la propuesta tiene un pequeño inconveniente. Aumentar la parte que le corresponde a los trabajadores (asalariados, por cuenta propia y desempleados) significa reducir la parte que le corresponde a los capitalistas, precisamente los dueños de la sociedad y del Estado. Y tradicionalmente a los capitalistas no les gusta que les quiten parte de sus ganancias, por el contrario, todo el tiempo están tratando de aumentarlas, así se muera gente de hambre o viva apenas con lo justo.

Se trata de un conflicto de clases, que a pesar de todo lo que se ha dicho en contrario, siguen existiendo. La clase capitalista tiene el poder económico lo cual le garantiza también el poder político, el dominio sobre el Estado, y el ideológico, principalmente mediante el control de los medios de comunicación.

En el caso colombiano la fuerza de los capitalistas se ha manifestado claramente con ocasión de la pandemia. El gobierno no expidió ninguna medida que tocara la riqueza y las utilidades de los capitalistas y éstos simplemente se dedicaron a dar limosnas según su voluntad y generosidad. Su poder y cinismo es tan grande que don Luis Carlos Sarmiento Angulo anunció por la prensa, con despliegue en su periódico, que el grupo Aval había ganado durante el primer trimestre la suma de $700.000 millones de pesos[5], cifra superior al ingreso solidario creado por el gobierno durante un mes para 3 millones de hogares. Ni siquiera el hambre de los demás movió al hombre más rico del país a la prudencia en la ostentación de su riqueza.

La viabilidad política

En Colombia hay alrededor de 11 millones de trabajadores asalariados, 9 millones de trabajadores por cuenta propia y cerca de 3 millones de desempleados[6]. El número de capitalistas no alcanza a ser 1 millón. Evidentemente los trabajadores son la mayoría y sería fácil que en un proceso electoral lograran que la propuesta de la renta básica universal permanente fuera aprobada. Por el momento las noticias dicen que hay un grupo de 50 senadores que está a favor de la propuesta, por ahora en forma transitoria, pero quizá podrían apoyar la propuesta permanente.[7] Se está haciendo la propuesta al gobierno e incluso como relata Pedro Santana se la presentaron al Ministro de Hacienda y este se comprometió a estudiarla[8]. Pero el  “Gobierno Nacional ya respondió que no tiene plata para esto, que “no hay recursos que alcancen” y, sobre el papel, así parece”, dice la redacción política de El Tiempo.

La propuesta no debería presentarse como una súplica al gobierno o al Ministro de Hacienda. Ya entusiasmados con la utopía, considero que debería ser una reforma constitucional que se apruebe mediante un referendo constitucional o una iniciativa legislativa popular, mediante los cuales se incluyan dos articulitos en la Constitución: uno para crear la renta básica universal permanente y el otro para crear los impuestos a la riqueza y a las utilidades que la financien en gran medida, con el fin de garantizar el equilibrio fiscal.

Más de 20 millones de trabajadores y sus familias, frente a menos de 1 millón de capitalistas, la reforma tiene buenas perspectivas. Sin embargo, no creo que ganen[9]. Apuesto a que otra vez ganan los capitalistas, como casi siempre.

______________________________________________

[1]  https://www.sur.org.co/el-momento-de-la-renta-basica-universal/

[2]  https://www.sinpermiso.info/Tem%C3%A1tica/Renta-B%C3%A1sica; https://www.sinpermiso.info/content/51

[3] https://www.sur.org.co/renta-basica-extraordinaria-como-medida-social-de-emergencia-para-enfrentar-algunos-de-los-impactos-de-la-pandemia-del-covid-19-en-colombia/

[4] Carlos Castillo dice que “Este aislamiento produce ideas febriles y utópicas”, pero habría que recordarle que las ideas utópicas vienen desde antes del aislamiento, para la muestra ver las ideas de Piketty. https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/carlos-castillo-cardona/pospandemia-y-cambio-columna-de-carlos-castillo-cardona-499770

[5]  https://www.eltiempo.com/economia/sector-financiero/resultados-del-grupo-aval-en-el-primer-trimestre-del-2020-en-medio-de-covid-19-497548?utm_medium=Social&utm_source=Facebook&fbclid=IwAR0x7L535aAFQ6VlyT5WS7dBI_4Pm2mlIKbri31rFJSWqQBFl68QyuStpcc#Echobox=1590031790

[6] En marzo de 2009 según el DANE, https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-y-desempleo

[7]  https://www.eltiempo.com/politica/congreso/congresistas-proponen-que-gobierno-establezca-una-renta-minima-494224

[8]  “La propuesta como hemos señalado ha sido avalada por 50 senadores de todo el espectro político, pero, ha tenido como promotores principales a los senadores de la llamada Bancada Alternativa a quienes se han sumado otros sectores. Recientemente tuvieron una reunión con el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien como comentó jocosamente uno de los participantes en la reunión escucho la propuesta y dijo que la estudiaría, por lo menos, no nos sacó a patadas agregó”. https://www.sur.org.co/el-manejo-de-la-pandemia-y-la-disputa-con-el-neoliberalismo/

[9]  “La medida es necesaria pero se requiere de una gran presión para que sea aprobada y constituiría una alternativa entre otras medidas para hacer frente a la penuria y al hambre que se pasea por los sectores populares y obreros del país. Será una lucha por dar y ganar de eso no nos quepa la menor duda.” https://www.sur.org.co/el-manejo-de-la-pandemia-y-la-disputa-con-el-neoliberalismo/

Alberto Maldonado Copello

Foto tomada de: https://cuartodehora.com/

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Filed Under: Revista Sur, RS Desde el sur

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