Don Álvaro, después de ganar con su ahijado político, Iván Duque la presidencia por tercera vez, por fin tiene que enfrentar a la justicia nacional, en el único lugar que esto era posible, la más alta instancia judicial, la Corte Suprema de Justicia en una de sus salas de instrucción penal, la 2, por tener la condición de senador, a raíz de los presuntos hechos delictivos cometidos a partir de febrero de este año.
Manipulando a la prensa
El innombrable y su troupe de asesores perpetraron una nueva y descarada manipulación. Así, el solitario de Rionegro, buscó “emular” con un solitario famoso, el habitante del Cabrero, Rafael Núñez, padre del orden autoritario de 1886, junto con su par conservador, Miguel Antonio Caro.
El de ahora no escribe ensayos en la Regeneración sino difunde vía twitter sus anuncios al país, mediante los cuales el más alto y ensalzado dirigente del Centro Democrático quiere coronar, no la Regeneración conservadora, sino la suicida degeneración democrática a toda costa. Él, como la mayoría de los presidentes de Colombia después de Belisario Betancur no escriben una sola línea, “porque no tienen tiempo ni talento, a riesgo que se pruebe lo contrario.
La contrarreforma en contra de la paz. Uribe Vélez la agencia desde el establo de su casa en Rionegro con sus palafreneros y lugartenientes de toda procedencia y laya, a través del bloque en el poder recompuesto nacionalmente. A partir de ahora, la relación de fuerzas oligárquicas de Colombia está sujeta al comando de la reacción.
En el bloque de marras la reacción está asociada con las fuerzas de derecha, en sus diversos matices en cerrada defensa de sus privilegios, porque sienten “pasos de animal grande,” esto es el inepto vulgo, la chusma que empieza a encauzarse después de 52 años de guerra social larvada y selectiva.
Más aún, el autodenominado Centro Democrático tuvo como comparsas de la segunda vuelta a la mayoría del liberalismo dirigida por César Gaviria/Humberto de la Calle, y cuando menos a la mitad de la Coalición Colombia con Sergio Fajardo y Jorge E. Robledo como sus capitanes de ocasión. Estos prohombres de centro derecha e izquierda cantaron su voto en blanco para la segunda vuelta.
Así que decidieron no apoyar al candidato de la oposición, Gustavo Petro, y contribuir con su hacer “democrático a que él perdiera por una diferencia de 2.3 millones de votos. Sólo después del ojo afuera aceptaron configurar la “bancada de la paz” en el Congreso, resultado de la terca mediación del senador Iván Cepeda Castro, el “enemigo” declarado, así lo califica, el solitario de Rionegro, quien lo demandó ante la Corte, pero esta vez fue por lana y salió o expresidente. Este espectáculo deplorable se fabrica en Colombia cuando el parto de la paz con las Farc-ep, se halla embolatado, en franco incumplimiento, y con un presidente reaccionario a pocos días de posesionarse. El joven canoso, cuya alma política rastrea el caricaturista Matador, es el alguien que no tuvo empacho en decir, con calculado descaro, que cree en la inocencia de su jefe y promotor político.
Uribe, casado con una graduada en filosofía por la Universidad de los Andes, Lina Moreno, arrancó el lunes con su retórica pseudofilosófica, un emplasto de sentido común barato y rabulería bien paga, diciendo que su “renuncia es insustancial”. Esta era el modo de anunciar, el paladín criollo de la pos verdad, que retiraba su renuncia, lo que ya se hizo oficial este miércoles, descubriendo la tramoya que armó en concierto con un circo que incluyó al nuevo presidente de Colombia
Así empezó a presentar lo que para él, en apariencia sí es sustancial. Veremos de qué se trata. Algo tiene que ver con las sindicaciones de paramilitarismo para él y su hermano, que empezó a denunciar y desentrañar el congresista Gustavo Petro, ante una opinión pública atónica que escuchó sus debates en la década de los años 90.
No por casualidad fue Petro, esta vez, el candidato de la oposición más votado de la historia nacional, con un registro que guardadas proporciones y diferencias sólo es comparable al resultado obtenido por el general Gustavo Rojas Pinilla al frente de la Anapo, que fue el colofón de la primera etapa del Frente Nacional, la fundación bipartidista excluyente aprobada con el plebiscito de diciembre de 1957.
¿Qué es lo sustancial, mijo?
De lo que trataba la sesión montada el lunes 30 de julio, era de rebatir la prueba testimonial del exparamilitar, Juan Guillermo Monsalve, porque ésta es la prueba reina que permitirá sindicar a los hermanos Uribe como creadores del bloque Metro, que tuvo por centro de sus operaciones a la Hacienda Guacharacas. Allí se ordenó y contabilizó un rosario de asesinatos que constan en los prontuarios de juzgados y en el Tribunal superior de Medellín, que reconstruyó, entre otros, el libro de la periodista Olga Behar.
Esta finca, propiedad del padre de los Uribe, fue el centro ordenador de masacres y asesinatos perpetrados por órdenes de “Los 12 apóstoles.” De esta finca era mayordomo el papá de Juan Guillermo Monsalve, durante la gobernación de Álvaro Uribe Vélez, y después. Sobre el particular, siguiendo el relato del mayor Meneses, exiliado en Buenos Aires, está el libro publicado por la laureada periodista Olga Behar, que los apoderados de Uribe intentaron encauzar sin éxito hace algo más de dos años.
Conviene recordar que el entonces gobernador de Antioquia, Álvaro Uribe impulsó, para los efectos de la defensa paramilitar, las Convivir, unas cooperativas de seguridad rural. Autorizadas por el gobierno de Ernesto Samper, y su ministro de defensa, Fernando Botero, le permitieron a ganaderos, grandes propietarios de minas y tierras, armar y financiar las rondas de vigilancia y control a civiles, en concierto con fuerzas militares y de policía.
Estas guardias blancas fueron el arranque de la infraestructura militar que hizo posible el establecimiento progresivo del régimen para-presidencial de Colombia, que hasta la fecha cogobierna a Colombia, cuya genealogía se rastrea hasta los años iniciales de la presidencia del liberal Samper Pizano. Es la relación de poder instituido que domina y parasita la nación, y que se resiste a desaparecer, cuando Colombia avanza en procura de la paz.
La emergencia de la Para-república
Más aún, con las dos presidencias de Juan Manuel Santos, no solamente aspira a dominar a los subalternos, sino a hegemonizar el sentido común en la sociedad civil sitiada por las avanzadas de la Para-república que desde el campo, sujeto a la autoridad para política han ido construyendo y avanzando en el asedio de las grandes ciudades.
Un prototipo de tal estrategia es el departamento de Antioquia, y, en particular, su capital, Medellín, que fuera objeto de la operación Orión, mediante la cual se impuso la excepcionalidad de Don Berna. Esta “pacífica” implantación tiene como mampara al actual alcalde de la ciudad, que se probó saboteando las manifestaciones del candidato Petro.
Pero, el burgomaestre Gutiérrez contó antes con los bueno servicios del profesor alcalde, quien no pudo extirpar las raíces paramilitares de Medallo, para dedicarse, en cambio, a la educación en abstracto, por hallarse vacía de política efectivamente democrática.
El otro modelo tiene su asiento en el departamento del Huila, con un lugar muy importante a tener en cuenta, Pitalito, y ciudades intermedias, desde donde se fue orquestando la toma de la ciudad de Neiva. Esta estrategia fue coronada con la dirección del senador Ernesto Macías, quien es el lugarteniente principal de Álvaro Uribe. Macías es el heredero del clan de los Turbay-Cote, para desde allí recobrar el poder sobre el Caquetá.
Con este recorderis histórico político, la indagatoria a que ha sido citado Uribe para el 4 de septiembre, por los tres magistrados de la sala 2 de instrucción penal, José Luis Barceló, Luis Antonio Hernández y Fernando Castro se muestra como la punta del iceberg. Pero, conviene no olvidarlo, ella tiene como causa el soborno y manipulación de testigos, a raíz de que los apoderados de Uribe Vélez, después que buscaron encartar al senador Iván Cepeda, cuando esté no desistió de adelantar un debate político, contra el senador en la legislatura pasada, después que éste y el filibusterismo de su bancada no pudo impedir.
Aquel proceso criminal incoado contra Cepeda no prosperó. En cambio fue el punto de partida para una actuación preliminar contra el artero proponente, que se materializó por estos días en la primera indagatoria que el “innombrable” tiene que afrontar al descubierto, produciendo pasmo en sus prestigiosos defensores, los penalistas Jaime Granados, y Jaime Lombana, quienes no han sido suficientes para atemperar y desdibujar la pugna entre verdad situada y posverdad etérea.
A ellos, durante este año, Uribe tuvo que añadir a un reconocido abogado de narcos, Cadena, dedicado a orquestar el trabajo sucio que busca enlodar al trío de magistrados, y al senador Iván Cepeda, a cualquier costo; aunque se ufane, siempre que puede, de que obra dentro de la legalidad.
La brújula apunta al Huila
Esta trama lleva hasta el Huila, de donde provienen el exrepresentante del CD, Álvaro Hernán Prada, llamado también a indagatoria con su jefe, Álvaro Uribe. Y su superior es el senador Ernesto Macías, brazo derecho del innombrable.
Resulta también que en Pitalito, Huila, está asentado, Carlos Eduardo López Callejas, “Caliche”, otro exparamilitar, quien ahora se vende como informante del ejército. El Tiempo del 31/07/2018 reproduce una foto, donde con prendas militares aparece acompañado de dos soldados. Fotografía que es tomada de las redes, donde él maneja su propio sitio.
Para seguir con el Huila, no es posible pasar por alto al senador Ernesto Macías, quien es el superior político de Prada, y ahora resultó electo presidente del senado, y, por esa vía, del Congreso en pleno. No es desconocido que Macías, durante los 4 últimos años fue la figura de confianza del senador Álvaro Uribe. Lo volvió a ver la opinión pública en la visita que realizó al solitario de Rionegro, con la petición expresa que reconsiderara su renuncia al senado.
A los pocos días, escuchamos de boca de Uribe Vélez, el pasado lunes, que presentaba su renuncia que escribió y firmó, pero que se quedó a mitad del camino. Porque hasta el día de hoy no llegó a su primer destino, la secretaría del senado. Para que, su hombre de confianza, el huilense Macías, proceda a someter la renuncia a consideración del senado en pleno. Con todo y expectativa, el mismo senador Uribe jamás ha dicho que su renuncia fuera irrevocable.
Destape de cartas
El lunes 30, el senador Uribe, desde su residencia, donde sana la fisura de costilla y las magulladuras adicionales, y es aconsejado en materia de parafernalia pseudofilosófica y dizque ética por su consorte, es de suponer, destapó las cartas, mientras que respondía lo que quería. Uribe redireccionaba la rueda de prensa, sin que la misma prensa hiciera un rechazo contundente a tales maniobras, retirándose ipso facto, o cuando menos amenazando con hacerlo, para aguarle la fiesta.
Con cierto talento inquisitivo, quedó claro para los asistentes, reportes y oyentes, que Uribe Vélez no renunciará por ahora, que, por el contrario, recusa a los magistrados, valiéndose del trabajo de sus abogados, en particular del doctor Cadena, y de una testigo en la sombra, la ex vicefiscal Niño, que el año pasado obtuvo el beneficio de trasladarla a una unidad de policía, cuando se encontraba recluida en el Buen Pastor. A cambio de lo cual ofició un documento poniendo en entredicho las pruebas testimoniales en la causa contra Santiago Uribe, y el propio expresidente, su hermano.
Al hacer la recusación espera que ella prospere, en el término de una semana. Lo cual no parece que ocurrirá, por el trío de magistrados ayer mismo señaló que la indagatoria para Uribe Vélez, y su asociado Prado ocurrirá el próximo 4 de septiembre. Algunos sostienen que de no aceptar la recusación está subirá para ser considerada por el resto de la sala penal.
Todo lo anterior se mueve en la dirección que sea posible, en el ínterin nombrar la nueva sala de instrucción, que la integrarán 6 nuevos magistrados, divididos en dos, como es la modalidad preexistente. Habrá también una primera y una segunda instancia de juzgamiento, tal y como quedó establecido en la reforma a la justicia tramitada durante el año 2017.
El “milagro” de los Doce Apóstoles
Pero, en efecto, todo este procedimiento, en últimas, nos conduce a lo sustancial, el involucramiento del expresidente, junto a su hermano Santiago, en el paramilitarismo que tuvo su lugar de incubación en el departamento de Antioquia, durante la presidencia de Ernesto Samper Pizano.
La peor mácula no fue el escándalo del proceso 8.000, sino que a través del ministro Botero propiciaron el gobernante regional, el territorio y la oportunidad de crear la base para el efectivo nacimiento de las Auc, que luego se extendieron a la mayor parte del país, empezando con los departamentos colindantes.
Así las cosas, este paramilitarismo de nuevo tipo, es un engendro cuyas responsabilidades se ubican, no solamente en el clan de los Castaño, sino que está en proceso de prueba definitiva el involucramiento de los hermanos Uribe Vélez, y del fallecido Pedro Juan Moreno, el secretario de gobierno, quien murió en un siniestro de aviación.
Era Pedro el esbirro legal que esgrimía órdenes con improperios e intimidación contra los alcaldes y alcadesas que resistían el implante de la fórmula paramilitar. En particular, no sobra recordar a Gloria Cuartas, que ha dado diversos testimonios sobre aquellos procederes.
El 1o. de agosto muestra el punto en el que “la puerca tuerce el rabo”. El senador Uribe ha reculado públicamente su anuncio de renunciar a ser senador de la república. Así instruyó a su coequipero, Ernesto Macías, que detenga el trámite de la carta que agitó con tanto vigor, como Lutero su memorial contra la Iglesia de su tiempo.
Claro está que este giro intempestivo llegó acompañado de la recusación a los magistrados que instruyen la causa criminal contra él. Amén de una nueva andanada de testigos que opaquen y desvirtúen la veracidad del decir del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, cuya voluntad no pudieron quebrantar, y tampoco eliminar físicamente.
Bajo estas condiciones, Iván Cepeda, quien respondió al día siguiente a la rueda de prensa convocada por Uribe, el testigo Monsalve, las grabaciones hechas entre febrero y julio de este año, más los tres magistrados instructores de la causa, son el contrafuerte de los artilugios y estrategias con los que Uribe aspira a escabullirse de las responsabilidades en las que incurrió en procura, dice él, de la seguridad democrática confundida ésta con “la paz de los sepulcros”. Pero, una buena parte de Colombia, ya no le come cuento a esta trasnochada “bandeja paisa.”
Miguel Ángel Herrera Zgaib
Foto tomada de: W radio
Deja un comentario