Al ELN, ceder, ha mostrado interés en un proceso con el Presidente Duque, pero este, ha reiterado unas condiciones para sentarse a pensar en una eventual negociación: liberación de todos los secuestrados, suspensión de la práctica del secuestro y “suspensión de todas las actividades criminales”, así lo dijo el Presidente, reaccionando a las liberaciones del Chocó, de esta forma están colocadas unas coordenadas en las cuales el Presidente se va a mover, nada por fuera de ellas, sin liberación de secuestrados y suspensión de esta repudiada practica y de otras actividades, no habrá un cara a cara con el ELN, así las cosas, estamos ante dos partes que están muy lejos de un proceso de diálogos y negociaciones.
El ELN, se ha resistido por dos décadas a abandonar el secuestro, desde finales de los 90, un amplio repudio social a esta práctica, ha sido desconocido por el ELN, ha defendido su “derecho” a seguir utilizando el secuestro, lo sigue ejerciendo aunque pesa muy poco, poquísimo en sus finanzas y sigue cargando en su “mochila” con un amplio desprestigio en la sociedad urbana y en las regiones donde se mantiene y aun así no ha mostrado disposición de abandonar secuestro.
Ahora que el Presidente Duque les exige abandono de secuestro y otras prácticas violentas, la respuesta ha sido ágil, el Presidente presentó su “evaluación”, que anunció el día de su posesión y lo hizo desde Amaga el sábado 8 de septiembre y ya a primeras horas del lunes 10 de septiembre el Comando Central del ELN, daba su respuesta en estos términos: “Al Gobierno de Duque le decimos, no insistamos en un camino fracasado en la construcción de la paz, que ya ha sido practicado por gobiernos anteriores. Nos referimos a que antes pretendieron desconocer la existencia de fuerzas rebeldes y reducir sus comportamientos a simples “actividades criminales”, a manejar estos procesos con precondiciones, con la imposición y las decisiones unilaterales, a reducir la paz a un simple sometimiento de las fuerzas insurgentes, para desmovilizarlas, desarmarlas y reincorporarlas; mientras que todo el resto de la realidad del país sigue igual”.
Así las cosas, estas coordenadas para un eventual proceso de diálogos y negociaciones no coinciden, lo cual no quiere decir que tengamos que descartar de plano que en las próximas semanas o meses veamos un cara a cara entre el Gobierno del Presidente Iván Duque y el ELN, todo es posible y la palabra dificultad, rima muy bien con superación de conflictos armados, donde todo es difícil pero no imposible, la historia de Colombia y de la humanidad es prodiga es mostrarnos como grandes enemigos han terminado construyendo pactos y conviviendo de manera ejemplar.
Por ahora, estando tan lejos las dos partes es bueno que el gobierno del Presidente Duque aproveche el tiempo, construyendo una estrategia para un eventual proceso de diálogos y negociaciones con el ELN, la cual debe incluir: cómo adelantar un proceso con participación de la sociedad, qué temas estaría dispuesto a trabajar para construir un acuerdo, contar con un equipo solvente y estable y darle un lugar adecuado a la comunidad internacional, que se requiere para adelantar un proceso de diálogos y negociaciones.
Por ahora el Comisionado de Paz, Miguel Ceballos, que ha mostrado habilidad para gestionar mensajes, diciendo las cosas más firmes y duras en un tono suave, ha dado la buena noticia de que el gobierno no tiene problemas con que la delegación negociadora del ELN, se mantenga en La Habana y los dos gestores de paz sigan con sus labores, entre las cuales estuvo, ayudar a la tramitación de las liberaciones en el Chocó, esta línea de comportamiento, deja abiertos los canales entre el Gobierno y el ELN, lo cual por supuesto es una situación adecuada.
Vamos a ver, como se mueven las partes, por ahora cada uno ha colocado sus consideraciones y a la vista está, que son muy distantes.
Luis Eduardo Celis es asesor de la Redprodepaz.
Foto tomada de: Publimetro
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