NACIONES UNIDAS, oct 2016 (IPS) – Asuntos complejos y de difícil solución esperan al portugués Antonio Guterres al frente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el preferido por el Consejo de Seguridad, de 15 miembros, para ser el noveno secretario general del foro mundial.
“Tenemos un claro favorito y su nombre es Antonio Guterres”, anunció Vitaly Churkin, el representante permanente de Rusia en la ONU y presidente del Consejo de Seguridad en octubre, en conferencia de prensa rodeado de sus 14 compañeros del máximo órgano de seguridad del foro mundial, en una escena que terminará siendo histórica.
Es tradición en la ONU que la decisión del Consejo de Seguridad reciba el visto bueno de la Asamblea General, de 193 miembros, lo que ocurrirá este jueves 6.
La unanimidad de los miembros del Consejo de Seguridad se da en un contexto en que las relaciones diplomáticas por la guerra en Siria empeoran. De hecho, el secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, John Kerry, anunció a principios de esta semana que Moscú y Washington suspendían las conversaciones por ese tema.
La guerra en Siria es solo uno de los tantos desafíos a los que deberá hacer frente Guterres, de 67 años, al frente de la ONU.
Muchos diplomáticos parecen coincidir en que el ex primer ministro de Portugal (1995-2002) es la persona más preparada para asumir la tarea, como lo prueba su actuación en uno de los procesos de elección de un secretario general más abiertos y transparentes que haya tenido el foro mundial.
Guterres también estuvo al frente del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) entre 2005 y 2015, cuando el número de personas desplazados se disparó a un máximo desde el final de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Pero la elección de Guterres desilusionó a quienes esperaban que por primera vez una mujer estuviera al frente de la Secretaría General o que el cargo lo ocupara una persona de un país de Europa oriental.
No elegir a alguien de esa región rompe con la tradición de rotación geográfica, aunque no optar por ninguna de las siete muy calificadas candidatas parece un golpe más duro para la organización, que desde hace tiempo sostiene que la igualdad de género está entre sus principales objetivos.
Pero como lo demuestra la propia integración del Consejo de Seguridad, con 14 hombres y una mujer, todavía queda mucho por hacer en muchos países miembro en materia de igualdad de género.
Además, Guterres será el cuarto europeo en ocupar el máximo cargo en la ONU, aunque el primero desde 1981, lo que muestra la enorme incidencia de Europa occidental, con apenas 10 por ciento de la población mundial, en los asuntos globales.
El anterior secretario general europeo fue el austriaco Kurt Waldheim (1972-1981).
Michel Gabaudan, presidente de Refugees International y quien trabajó con Guterres en Acnur, dijo a IPS que estaba encantado de que el proceso de selección abierto de este año haya terminado con su designación.
“Necesitamos un líder fuerte, necesitamos un líder visionario y necesitamos un líder diplomático, y creo que Guterres demostró definitivamente contar con todas esas cualidades”, opinó Gabaudan.
“Es capaz de acercar a los países, que es básicamente el tremendo desafío del trabajo de secretario general que espera a Guterres, pero creo que la ONU eligió a la persona correcta para esa difícil tarea”, añadió.
Por su parte, Natalie Samarasinghe, directora ejecutiva de la Asociación de las Naciones Unidas de Gran Bretaña y una de las fundadoras de la campaña 1 para 7 mil millones, dijo a IPS que la elección de Guterres también refleja el éxito de un proceso de selección mejorado.
“El anuncio del miércoles es un testimonio del impacto de un proceso más abierto e inclusivo por el que abogó 1 para 7 mil millones”, observó Samarasinghe.
“Guterres no era el candidato mejor posicionado al inicio de la contienda”, para empezar tenía la región y el género ‘equivocados’, pero la impresión generalizada fue que ofreció un buen discurso frente a la Asamblea General, así como en otros encuentros, lo que propició comentarios sobre su experiencia y su capacidad para inspirar”, explicó.
La campaña de 1 para 7 mil millones reclamó mejoras en la designación del secretario general, como un mandato único más largo para erradicar la idea de que se cede a las presiones para complacer a los cinco miembros permanentes con poder de veto del Consejo de Seguridad, China, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia.
Esas presiones percibidas también fueron señaladas por Louis Charbonneau, director de la oficina de Human Rights Watch (HRW) en la ONU.
“En definitiva, el próximo secretario general de la ONU será juzgado por su capacidad para hacer frente a las mismas potencias que lo eligieron, ya sea por la situación en Siria, Yemen, Sudán del Sur, la crisis de refugiados, el cambio climático o cualquier otro problema que se le atraviese”, puntualizó Charbonneau.
Pero en definitiva, el director de HRW también aplaudió su designación: “Con Antonio Guterres, el Consejo de Seguridad eligió a un franco y efectivo defensor de los refugiados con posibilidades de imponer un enfoque radicalmente nuevo sobre las cuestiones de derechos humanos en un contexto de grandes desafíos”.
También se considera que Guterres estará dispuesto y será capaz de defender a los más oprimidos dentro de la ONU. En abril, este relató a la prensa cómo su experiencia como voluntario con los indigentes había inspirado su carrera política.
La noticia de la elección del ex primer ministro portugués también coincidió con la confirmación de que el Acuerdo de París sobre cambio climático reunió el número necesario de firmas para entrar en vigor dentro de 30 días.
El próximo paso importante para la implementación de ese documento no vinculante queda en la órbita de Guterres, quien reemplazará al surcoreano Ban Ki-moon al frente de la Secretaría General de la ONU.
Lyndal Rowlands
Fuente: Other news
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