El pasado mes de junio, y partiendo de la mayor cantidad de datos fiscales confidenciales de Estados Unidos obtenidos en la historia, ProPublica lanzó una serie de reportajes que documentaban las principales formas de evasión de impuestos de los ultrarricos, estrategias que en gran medida no están al alcance de la mayoría de los contribuyentes. Con motivo del primer aniversario de ese lanzamiento, hemos decidido reunir un rápido resumen de las técnicas -todas ellas pueden generar un ahorro fiscal a gran escala- desveladas en dicha serie.
1. Efecto de ultrarriqueza
Nuestra primera historia desvelaba de qué manera multimillonarios como Elon Musk, Warren Buffett y Jeff Bezos fueron capaces de amasar varias de las mayores fortunas de la historia pagando notablemente pocos impuestos en relación a su inmensa riqueza. Lo hicieron en parte evitando vender sus ingentes posesiones consistentes en acciones. El sistema estadounidense grava los ingresos. La venta de acciones genera ingresos, por lo que evitan los ingresos tal y como los define el sistema. Mientras tanto, los multimillonarios pueden aprovechar su riqueza pidiendo un préstamo. Y los préstamos no están sujetos a impuestos (Buffett declaró que seguía la ley y que prefería que su riqueza fuera a la caridad; los demás no comentaron más allá de un “¿…?” de Musk).
2. Una IRA [Cuenta Individual de Jubilación] de 5.000 millones de dólares
Otros multimillonarios utilizaron formas menos convencionales para evitar los ingresos, tal como descubrimos. Peter Thiel, magnate de la tecnología, amasó una cuenta Roth IRA de 5.000 millones de dólares, un tipo de cuenta que protege los ingresos de los impuestos y que está pensada para ayudar a los ahorradores de clase media y baja a prepararse para la jubilación. Ya en 1999, Thiel metió en la cuenta acciones de bajo valor de la empresa que se convertiría en PayPal, una maniobra que, según los abogados fiscalistas, corría el riesgo de incumplir las normas de la Hacienda norteamericana [el IRS, Internal Revenue Service] (no está claro si el gobierno impugnó la maniobra). Y se dispuso a cosechar miles de millones en ganancias no gravadas fiscalmente (Thiel no respondió a las preguntas del primer artículo).
3. El truco de salón de los 1.000 millones de dólares: convertir las operaciones con elevados tipos fiscales en ingresos con bajos tipos de impuestos
Hasta cuando los multimillonarios de la tecnología muestran ingresos en su declaración de impuestos, tienden a pagar tipos impositivos relativamente bajos. Esto se debe al tipo de ingresos que tienen: las ganancias de las inversiones a largo plazo, como la venta de acciones, están sujetas a un tipo impositivo más bajo. Pero, ¿qué haces si ganas más de mil millones de dólares al año, y los obtienes en gran medida de las operaciones a corto plazo? ¿Aceptas simplemente que vas a pagar un tipo más elevado por todos esos ingresos? Tal como informamos esta semana, Jeff Yass, director de una de las empresas más rentables de Wall Street, no aceptó dócilmente este destino. En lugar de ello, su empresa, Susquehanna International Group, encontró formas creativas de transformar el tipo de ingresos equivocado en el correcto, generando un ahorro fiscal que superó los 1.000 millones de dólares en sólo seis años (Susquehanna declinó hacer comentarios, pero en un caso judicial centrado en acusaciones similares, mantuvo que cumple la ley).
4: La magia de la propiedad deportiva: ganar dinero mientras se declaran (legalmente) pérdidas
El código fiscal ofrece a los propietarios de negocios una serie de métodos para borrar los ingresos a través de deducciones, y ninguno más impresionante que la compra de un equipo deportivo, como hizo el expresidente de Microsoft, Steve Ballmer, con los Clippers de Los Ángeles Clippers. No importa que el equipo sea realmente rentable y crezca en valor. Puede seguir suponiendo una pérdida total (en algunos casos, descubrimos que los propietarios pueden deducir el contrato de un jugador no una, sino dos veces. Se les permite hacer deducciones comparables a las de los equipamientos de fábrica que pierden valor a medida que envejecen, aun cuando los equipos casi inevitablemente ganan en valor). Esa es una de las razones por las que los propietarios tienden a pagar tipos impositivos mucho más bajos que los deportistas a los que emplean, o incluso las personas que sirven cerveza en el estadio del equipo. En nuestro artículo, encontramos a un trabajador de los Clippers que ganaba 45.000 dólares al año y pagaba un tipo impositivo más alto que el multimillonario Ballmer (Ballmer declaró que paga los impuestos que debe).
5. Construir, perforar y ahorrar: los negocios inmobiliario y petrolero pueden ser ambos paraísos fiscales
En ciertos sectores, como el inmobiliario o el del petróleo y el gas, las exenciones fiscales son tan abundantes que los multimillonarios pueden borrar sus ingresos por completo mientras se van enriqueciendo. Así es como el promotor inmobiliario Stephen Ross (que casualmente es también dueño de los Miami Dolphins) pasó diez años sin pagar impuesto alguno sobre la renta. Ross declaró que siguió la ley. Otro magnate, este en el negocio del petróleo, se las arregló para aprovechar un pozo casi sin fondo de deducciones mediante uno de los mayores vertidos de petróleo de la historia (los representantes del magnate no respondieron a la solicitud de comentarios).
6. Hasta los pasatiempos de un multimillonario pueden ser rentables a la hora de pagar impuestos
Las deducciones por aficiones y proyectos secundarios, que los ultrarricos pueden estructurar como negocios, son otra opción divertida. Para algunos multimillonarios, son los caballos de carreras: descubrimos que seis propietarios de purasangres en el Derby de Kentucky de 2021 habían conseguido un total de 600 millones de dólares en deducciones fiscales por sus operaciones de carreras de caballos. Para otros, como el fundador de Beanie Babies, Ty Warner, son los hoteles de lujo. El multimillonario despilfarró en un par de lugares emblemáticos de la cadena Four Seasons y luego pasó 12 años sin pagar ningún impuesto sobre la renta (los representantes de Warner no respondieron a la solicitud de comentarios).
7. ¿Cree que sus impuestos son demasiado altos? Cambie las leyes fiscales
A veces, vale la pena luchar por una nueva exención fiscal. Para los multimillonarios que contribuyeron con millones a los políticos republicanos, la recompensa llegó en forma de “gran y hermoso recorte de impuestos” de Trump para las empresas exentas. Descubrimos que el cambio remitió en un solo año 1.000 millones de dólares en ahorros fiscales solamente en 82 hogares ultrarricos. Algunos propietarios de negocios también aumentaron sus ahorros con un truco: recortaron sus propios salarios y categorizaron el dinero en su lugar como ingresos exentos.
8. Por qué los multimillonarios del sector tecnológico pagan menos que los gestores de fondos de cobertura
Con tantas opciones para reducir los impuestos, los estadounidenses más ricos suelen manejar tipos impositivos bajos. Analizamos los ingresos e impuestos de las 400 personas que más ganan del país, las que tienen una media de ingresos de más de 110 millones de dólares al año. En general, el grupo pagaba tipos relativamente bajos, pero ciertos segmentos (multimillonarios de la tecnología, herederos, ejecutivos de capital privado) destacaban incluso dentro de esta población de élite porque podían recurrir al tipo de técnicas detalladas anteriormente (también recurrían a estas técnicas políticos ricos, como los gobernadores de Colorado y Virginia Occidental).
9. Hermano, ¿me puedes dar un cheque de estímulo?
Pero los verdaderos protagonistas fueron los multimillonarios que declararon tener unos ingresos tan bajos que podían optar a ayudas del gobierno. Al menos 18 multimillionarios recibieron cheques de estimulo en 2020, porque sus declaraciones de impuestos los situaban por debajo del límite de ingresos (150.000 dólares para un matrimonio).
10. Fíate de esto: de qué manera transfieren las familias ricas miles de millones a los herederos mientras evitan los impuestos
Los agujeros en el impuesto sobre el patrimonio, según lo que nos encontramos, son aún más notables. Hay formas muy conocidas de asegurarse de que el Tío Sam no reciba su parte de la fortuna que se transmite a los herederos, y la más común es a través de un fideicomiso. Nadie puede decir hasta qué punto es común, pero encontramos pruebas de que al menos la mitad de las cien personas más ricas habían recurrido a fideicomisos para eludir el impuesto de patrimonio. En otro artículo, seguíamos a tres dinastías centenarias a lo largo de generaciones, mostrando cómo utilizaron fideicomisos para evitar los impuestos, de modo que una fortuna pudo pasar desde el magnate original de principios del siglo XX hasta, por ejemplo, una tataranieta que recientemente cobró 210 millones de dólares antes de cumplir 19 años.
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