Gobierno Duque y ELN, se encuentran muy alejados y no se ve a mediano plazo, que pueda existir un nuevo acercamiento entre las partes, por ahora lo que tenemos es la continuidad de la violencia y las afectaciones que sufren comunidades, la infraestructura petrolera y las regiones donde se da la confrontación de manera más aguda.
En estos cien días lo que hemos presenciado son los mensajes del Gobierno Duque, en el sentido que no cederá “ante el terrorismo” y que aplicara “la fuerza legítima del Estado”, mensajes que han sido recurrentes por muchos gobiernos, durante el desarrollo de este conflicto armado.
La iniciativa ciudadana “Defendamos La Paz”, conformada por líderes políticos y movimientos sociales e instituciones, enviaron una carta pública al ELN, pidiéndole un cese unilateral, como gesto de distensión, que permita volver a un escenario de diálogos y negociaciones con el gobierno del presidente Iván Duque, a lo cual el ELN respondió con una iniciativa de cese unilateral en el marco de la semana santa, exactamente entre el 14 y el 21 de abril.
Apenas el ELN anunció su iniciativa de cese unilateral el Alto Comisionado Miguel Ceballos, reaccionó descalificando este gesto y afirmando que luego de cada cese unilateral “venia una escalada terrorista”, con ese duro cuestionamiento fue recibida esta iniciativa desde el gobierno y durante la semana santa el Comandante del Ejército Nacional y el Ministro de la Defensa denunciaron que el ELN mantenía sus acciones y en el marco del “cese unilateral”, se dio un nuevo ataque al oleoducto Caño Limón-Coveñas, a la altura del Municipio de Tibu, afectando gravemente un balneario turístico y con las respectivas críticas desde muchos lados a este tipo de accionar.
Puestas así las cosas, los últimos hechos, muestran que no hay condiciones políticas para pensar en que vamos a volver a contactos y un escenario de diálogos y negociaciones, ninguna de las dos partes tiene interés en ceder en sus líneas rojas, para el gobierno el ELN debe abandonar el secuestro y decretar un cese unilateral de “todas sus acciones ilegales”, lo cual de por si es bastante difuso, porque todo en el ELN es acción ilegal: financiamiento, porte ilegal de armas, uso de prendas privativas de las Fuerzas Armadas….. y para el ELN el gobierno debe enviar su delegación negociadora a La Habana, sin ningún tipo de exigencias unilaterales, en conclusión, lejos de que veamos una mesa por ahora.
En medio de este nuevo ciclo de confrontación entre Estado Colombiano y ELN, han sido varias las voces que han pedido a las partes que busquen un camino para retornar al escenario de diálogos y negociaciones, en ese sentido se ha expresado la Iglesia Católica y otras comunidades de Fe, que han expresado de manera pública que el único camino viable y civilizado es buscar entendimientos vía diálogos, negociaciones y construcción concertada de un acuerdo de paz.
En las regiones, la violencia se mantiene, siendo muy preocupante lo que ocurre en el Catatumbo donde se mantiene una acción violenta que afecta a comunidades y líderes, sin duda allí hay muchos actores en contienda y el Estado no puede imponer un orden y se sigue demandando una acción social y no exclusivamente centrada en la fuerza militar y allí, en lo territorial, se juega esta disputa, donde el ELN, mantiene capacidad de actuación.
Igualmente en estos cien días, sobresale, la situación humanitaria en el Chocó, donde organizaciones del territorio, denuncian atropellos por parte del ELN, una persistencia del paramilitarismo, sin que la fuerza pública, los combata y una preocupante situación humanitaria para muchas comunidades indígenas y afro, de manera particular en el San Juan y el Atrato. El tema humanitario en el Chocó, requiere de acción del gobierno, las entidades estatales de promoción y defensa de los derechos humanos y responsabilidad del ELN en cumplir de manera estricta el derecho internacional humanitario y no perturbar la dinámica de las comunidades.
Tema visible, la continuidad de los ataques a la infraestructura petrolera, que ya pasan de veinte este año y ante lo cual desde la Redprodepaz, continuaremos promoviendo la iniciativa de “Sacar el petróleo de la guerra”, para lo cual invitamos a trabajar a actores con interés en el tema, a que lo pensemos y hagamos realidad este gran desafío.
De los mensajes más importantes de estos meses, está el de la Canciller de Noruega, que en visita al país nos dijo ante la pregunta: ¿Noruega ve posible un proceso de paz entre el ELN y el actual gobierno? Y su respuesta fue: “No veo otra salida distinta del conflicto con el ELN que a través de una negociación. Sin embargo, un proceso de paz siempre depende de la voluntad de las partes. Noruega, como país garante, está preparada para acompañarlas en una negociación, si así lo desean”.
Estos cien días de este nuevo ciclo de violencia, nos muestra que el Estado no puede controlar al ELN y que lo que deja su continuidad son puras tristezas, eso nos debe convocar a insistir en que las partes maduren, tanto gobierno como ELN, para una negociación viable.
Posdata: En la Feria del Libro de Bogotá, presentaré el libro: “Una Paz sin Dolientes – Diálogos con el ELN 1982-2019”. Sábado 4 de mayo a las 12 en la Carpa Para comer libros, les espero.
Luis Eduardo Celis es asesor de la Redprodepaz.
Foto tomada de: OnCuba
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