Estudios con temáticas relacionadas con las antes enunciadas, emanan de un amplio proceso de Educación no Formal que tiene lugar en Colombia desde los años 70s del siglo anterior, bajo el nombre de Educación Popular, Educación Sindical, Educación Campesina, Educación Cooperativa y Educación Política de base. Proceso de Educación dirigido a fortalecer decenas de organizaciones sociales y la conciencia de su membrecía en la búsqueda de objetivos de su interés. Procesos que por lo conocido hasta ahora caminan desarticulados, pero que involucran cada año a millares de personas. Urge que trabajos de investigación educativa midan la población vinculada y la importancia y perspectivas sociopolíticas de estos procesos. También existen numerosos procesos de Educación no Formal para el mejoramiento del desempeño laboral y de gestión realizados por las unidades de formación de grandes entidades productoras como Colanta, Copetran, Palmas o la Federación de Cafeteros, cuya importancia e impacto merece también su evaluación por la investigación educativa
Cuántos procesos de este tipo de Educación no Formal ocurren, en particular, en el seno de múltiples organizaciones sociales cada año y cuántas personas participan de su programación, cuál sería el aporte de sus logros en conciencia y organización en el caso de ser articulados como soporte de un dialogo de saberes al proceso de cambio democrático en sociedades que construyen Paz y libertad, son preguntas por responder.
Por las inquietudes antes esbozadas, a continuación, se hace una primera aproximación a la idea de la Educación no Formal y luego se presentan los logros de dos de sus procesos componentes, uno de Educación Popular y otro de Educación campesina
LA EDUCACIÓN NO FORMAL
Acorde a consideraciones del Ministerio de Educación Nacional colombiano[2], la Educación Formal y no Formal presentan la cualidad de ser procesos educativos organizados, coordinados y sistematizados.
Tienen intencionalidad. La intencionalidad en la Educación Formal es avalada por el Estado y organizada por ciclos que comprenden la Educación básica, secundaria, universitaria y de postgrados.
Por su parte, la Educación no Formal, abarca todos los procesos y prácticas generados por la participación de personas integradas a grupos sociales que tienen escuelas de formación, pero su estructura y organización no está facultada para certificar su realización como eventos directos de la Educación por ciclos avalada por el Estado. No obstante, a diario, estas organizaciones sociales acreditan la participación de las personas que participan de sus programas de formación. Esta separación en los roles de la formación humana para la vida entre la Educación Formal y no Formal debe ser reducida de manera progresiva, para que con ello gane el desarrollo de las sociedades cultas amantes de la convivencia.
Orígenes y una mirada sociocultural del término
El término Educación no Formal, tiene sus orígenes en la conferencia internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación, celebrada en Williamsburg, Virginia (USA) en 1967, la cual buscaba establecer y reconocer nuevas prácticas educativas para superar la crisis de los sistemas educativos de varios países y su relación con los retardos en el Desarrollo (MEN)[3]. La expresión Desarrollo es muy conflictiva por su significado y los propósitos sociales, nacionales y mundiales que reivindica, muchas veces reducidos al crecimiento económico de un país.
Una mirada actualizada del término, ha sido producida por los movimientos sociales de América Latina que, con base, entre otras, en las obras de Freire y Fals Borda, la educación de la Teología de la Liberación y la educación política alternativa. Con ello ha sido nutrida la idea de la Educación no Formal, concibiéndola como Educación Popular, Educación campesina o Educación Sindical para el Desarrollo humano con Paz y Justicia social, al cual se le agrega en años recientes el componente de la justicia ambiental.
La necesidad del reconocimiento de la Educación no Formal en la Universidad.
Centenares han sido los procesos de Educación Popular en la formación de las personas miembros de diversas organizaciones de género, etarias, comunitarias, culturales, locales alternativas en economía y salud, etc. Hoy como a continuación se verá, con dos ejemplos, esta forma de practicar la Educación no Formal alcanza niveles de relevancia y logros en conocimientos que la enseñanza e investigación “académica” universitaria debe reconocer y certificar.
Por tanto, ha llegado el momento en que instituciones como el Instituto Universitario de la Paz (UNIPAZ), creado por iniciativas y acciones del movimiento cívico popular de Barrancabermeja a fines de los años 80s del siglo anterior, adopte como política de desarrollo curricular y bajo un enfoque pedagógico didáctico crítico el mencionado reconocimiento y certificación de los proyectos o estudios de la Educación no Formal. Por supuesto que ello debe ocurrir a la luz de evaluaciones conjuntas. Según criterios conjuntos de méritos, de UNIPAZ y las Escuelas de la Educación no Formal donde tuvo origen el estudio. En otros territorios de Colombia tendría igual importancia este reconocimiento de la Educación no Formal por parte de sus universidades públicas y privadas, si así éstas últimas lo disponen, con lo cual nacería un sistema de Educación fructífera para apoyar los desarrollos territoriales sostenibles.
Dos ejemplos relevantes de Educación no Formal en el territorio del Magdalena Medio y sus logros.
Desde hace años a nivel nacional organizaciones empresariales y sociales, realizan procesos de Educación no Formal para sus personas afiliadas o allegadas con el objetivo de su fortalecimiento y progreso en la satisfacción de sus intereses. Lo hacen a través de sus propias unidades de formación. En tal sentido y dentro de estas organizaciones a nivel territorial del Magdalena Medio, decenas son los procesos de Educación no Formal que han realizado Organizaciones como la CAMARA DE COMERCIO, la USO (Unión Sindical Obrera), CREDHOS (Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos), la OFP (Organización Femenina Popular) y la ACVC-RAM (Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra-Red agroecológica Nacional). Dos de esos procesos de realización reciente son presentados a continuación.
- La educación no formal de la Escuela de Formación de la OFP en Barrancabermeja y Yondó. La jornada de socialización[4] de logros de los ya mencionados cuatro estudios tuvo lugar en la fecha 14/06/2025. Los cuatro estudios fueron:
La obsolescencia de productos. El equipo encargado muestra sus conocimientos en Investigación participación (IAP) al seleccionar un caso para tratar en profundidad el problema de la generación de productos en apariencia obsoletos. Seleccionan para su estudio la generación de ropa ya usada y depositada como desecho o basura en diversos lugares. El equipo busca información y presenta datos cruciales, uno correspondiente a un lugar de Chile, donde cada año se depositan hasta 40 mil toneladas (40 millones de kilogramos) toneladas de ropa usada; una autentica expresión de consumismo. Considerando la ocurrencia de hechos similares en otros lugares, esta es una evidencia del derroche que practican varios sectores de las poblaciones que siguen las orientaciones mediáticas ideológicas del vivir según la moda. Como producto alternativo al derroche de la ropa usada presentan la alternativa del intercambio y la reutilización de ropa y la generación de productos que se pueden usar en el hogar como los guantes de cocina y sobre camas.
Este es un estudio que en su continuidad incluiría, entre otros avances, la valoración de costos de productos de la reutilización y la posible creación de empresas cooperativas para su generación a mediana escala territorial. (El estudio produjo una cartilla de difusión y formación titulada Obsolescencia; su portada está registrada en los anexos de este escrito).
Buenas prácticas.
El equipo encargado muestra sus conocimientos en Investigación participación (IAP) al seleccionar un caso para tratar en profundidad el problema del manejo de los residuos orgánicos (50% de los residuos del hogar) para transformarlos en fertilizante natural, estudiando su historia y su proceso. El equipo muestra el montaje de una compostera casera y la producción con ella de abono orgánico en polvo.
Este es un estudio que en su continuidad incluiría, entre otros avances, la valoración de costos de la reutilización de la materia orgánica y la posible creación de empresas cooperativas para su generación a mediana escala territorial como abonos en polvo. (El estudio produjo una cartilla de difusión y formación titulada Buenas Prácticas; su portada está registrada en los anexos de este escrito).
La nutrición y seguridad alimentaria.
El equipo encargado muestra sus conocimientos en Investigación participación (IAP) al seleccionar un caso para tratar en profundidad el problema de la nutrición de las mujeres durante su proceso de menopausia que suele suceder entre los 45 y 55 años. Recomienda el equipo un programa nutricional compuesto por carbohidratos complejos, frutas, proteínas de origen vegetal, huevos y carnes blancas como el pescado. Las recomendaciones en detalles fueron acordadas en consultas con una nutricionista.
Este es un estudio que en su continuidad incluiría, entre otros avances, la valoración de costos de los programas de nutricionales y la posible creación de unidades para implementarlos en vecindarios, barrios y comunas. (El estudio produjo una cartilla de difusión y formación titulada Recomendaciones nutricionales y minuta; su portada está registrada en los anexos de este escrito).
Entorno o ambiente.
El equipo encargado muestra sus conocimientos en Investigación participación (IAP) al seleccionar un caso para tratar en profundidad el problema del uso potable en las familias, favoreciéndolo con el empleo de un filtro artesanal hogareño construido con envases plásticos desechables, algodón en la base gravilla fina, gravilla gruesa y carbón activado, En la presentación el equipo muestra como funciona el filtro casero al pasar por su proceso una bebida Cola oscura, que en efecto luego aparece en el recipiente receptor como una bebida clara. Este es un estudio que en su continuidad incluiría, entre otros avances, la valoración de los costos de producción y mantenimiento y su instalación de más de dos filtros por familia. Es posible la creación de empresas cooperativas para su producción a mediana escala en los territorios.
Cabe precisar que la OFP tiene cerca de tres mil personas afiliadas y su experiencia en la defensa de los derechos de la mujer y sus contribuciones a la solidaridad social, según muestran sus documentos es mayor a 50 años. Tiene presencia en los municipios de Girón, Puerto Wilches, Sabana de Torres, Lebrija, Barrancabermeja, Cantagallo, San Pablo y Yondó.
- La educación no formal en la ACVC-RAN en la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra.
Proyecto de Educación de jóvenes campesinos para promover el desarrollo sostenible de la Zona de Reserva Campesina del Valle del Río Cimitarra. Se realiza desde hace casi cuatro (años) a través de la Escuela Itinerante de Economía Campesina y Paz Sandra Vélez Vélez que, realiza formación campesina desde el año 2017. Del proyecto participan Jóvenes de los municipios de Remedios, Yondó (Antioquia) y San Pablo y Cantagallo (Sur de Bolívar). En una cartilla, cuya portada se presenta en los materiales anexos de este escrito, reza que la Escuela aborda temáticas como las de liderazgo, participación, derechos campesinos y paz, Agroecología y Construcción de Paz y Economía campesina y emprendimiento.
El proceso de formación de jóvenes campesinos está a cargo de dos trabajadoras de la Unidad de Educación de la ACVC-RAM y de su fundamentación y experiencia ha emanado una propuesta de trabajo de Maestría de Educación de UNIPAZ, cuya pregunta orientadora podría ser: “Cómo la Educación no Formal de jóvenes campesinos contribuye a la adquisición de habilidades en comunicación popular”.
Existen en el territorio nacional veintidós (22) Zonas de Reserva Campesina, dónde esta experiencia Educación no Formal de la ACVC-RAM podría ser un referente para la formación social de sus poblaciones campesinas y en particular de sus jóvenes. Sus funciones son organizar y proteger a las comunidades campesinas, fomentar la agricultura familiar y sostenible, promover la conservación de los ecosistemas y prevenir la concentración de tierras en pocas manos.
Conclusiones.
De acuerdo con todo lo antes escrito hay que profundizar a través de investigaciones educativas la importancia, magnitud y la población beneficiaria del sistema de Educación no Formal en sus formas de Educación Popular, Campesina, Sindical y Cooperativa.
Ello incluye examinar la importancia e impacto de su articulación para el desarrollo democrático y en paz de Colombia.
Hay que establecer un diálogo fructífero entre las Instituciones públicas territoriales de la Educación Formal y las Escuelas de la educación no Formal, lo que implica, entre otras cosas, reconocer y certificar la Educación No Formal y sus productos como conocimientos para el desarrollo territorial.
DOCUMENTOS ANEXOS.
Portadas de informes de estudios de la OFP
Nutrición y Seguridad Alimentaria
Portada de la Escuela de la ACVC-RAM.
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[1] Inquietud de Kelly Campo, lideresa de la Escuela de Formación de la Organización Femenina Popular con sede en Barrancabermeja.
[2] https:/www.mineducacion.gov.co/1621/articles-236469_archivo_pdf_documento_antecedentes.pdf
[3] Articulo antes citado del Ministerio de Educación.
[4] Evento realizado en la sede de la OFP en Barrancabermeja en la fecha 14/06/2025, al cual el autor asiste como invitado y en cumplimiento de sus funciones de proyección social en UNIPAZ, para dar su concepto con relación a los logros de los estudios realizados por cuatro grupos de mujeres miembros de la OFP.
Jaime Corena Parra, docente de la Escuela de Ingeniería Ambiental y de Saneamiento del Instituto Universitario de la Paz (UNIPAZ). Junio 17 de 2025.
Foto tomada de: Facebook: Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra
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