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El programa de gobierno de Claudia López no se refiere a las desigualdades económicas y la democracia

1 abril, 2019 By Alberto Maldonado Copello Leave a Comment

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En el programa de gobierno de Claudia López, pre-candidata a la Alcaldía de Bogotá por la Alianza Verde,[1] no aparece una sola vez la palabra democracia y la palabra desigualdad apenas dos veces, pero no con relación a la riqueza, la propiedad y los ingresos. En la concepción que tiene la pre candidata de la ciudad parecería que la desigualdad social y económica y la democracia formal restringida no existen. El programa no tiene diagnóstico, solamente una frase “Tenemos una Bogotá insegura, cara, colapsada, intoxicada, polarizada y dividida”, razón por la cual es necesario deducir algunas cosas a partir de las propuestas. Por ejemplo, en los objetivos se afirma que “queremos una Bogotá participativa donde la ciudadanía tenga incidencia en la toma de decisiones”, lo que indicaría que según la pre-candidata hoy no tiene incidencia.

El documento presenta propuestas en los siguientes temas en su orden: seguridad, medio ambiente, transporte, vivienda, deporte, mujeres, Región Sabana, educación, animales, salud, primera infancia, adulto mayor, TIC. Nada sobre la estructura económica, el empleo, la distribución de la riqueza y el ingreso.

No tiene un análisis ni crítica de fondo a la estructura socio económica de la ciudad. La causa de la pobreza, la miseria y las malas condiciones de vida de la mayoría de la población se encuentran en su situación laboral y su condición de trabajadores asalariados (activos o desempleados) o de trabajadores por cuenta propia en condiciones precarias. Pero esto no amerita siquiera una mención en todo el programa, donde no aparecen datos sobre empleo y desempleo ni los indicadores oficiales de pobreza y miseria, con todas sus limitaciones.

Tampoco se encuentra un diagnóstico sobre la “democracia” en Bogotá. Podemos deducir que considera que la ciudadanía no participa ni tiene incidencia en la toma de decisiones, pero no hay análisis sobre el tema. No sabemos a qué ciudadanos se está refiriendo; si se trata de los ciudadanos capitalistas (el señor Luis Carlos Sarmiento, la señora Forero de Camacol, los ciudadanos dueños de la tierra de la ciudad, etc.), evidentemente el diagnóstico estaría equivocado, porque estos, en forma directa o indirecta, inciden en las decisiones, desde la misma elección de los candidatos y la financiación de los alcaldes, pero luego mediante diversos mecanismos que les permiten que se tomen medidas que beneficien sus intereses.

No se encuentra en el programa estrategia alguna para fortalecer la democracia económica, social y política en Bogotá. La mayoría de los bogotanos pasa la mayor parte de su vida en instituciones donde la “democracia” es bastante limitada y tiene poca incidencia: en la familia, la escuela, la universidad, la oficina, la fábrica, el negocio, la calle, el cuartel, la iglesia, es poco lo que decide y mucho más lo que obedece. Le queda solamente la democracia formal (electoral y participativa), donde la masa de trabajadores (asalariados y por cuenta propia) tiene serias limitaciones para el ejercicio de la política, comenzando por la carencia de tiempo derivada de sus condiciones de trabajo. Pero además, en la democracia capitalista, los dados están cargados a favor de quienes acumulan la riqueza. Sobre las condiciones efectivas para el ejercicio de la democracia nada dice la precandidata. Y además, en el programa de gobierno en construcción no propone nada de fondo en la materia para cumplir con la oferta de hacer una ciudad participativa.

Se podría afirmar que las competencias de los alcaldes están fijadas en la Constitución y la ley y no les permiten actuar en algunos de los temas señalados, por ejemplo en materia de distribución de ingresos y riqueza, empleo y desempleo, etc. Esto es parcialmente cierto, pero aún dentro de las restricciones legales los alcaldes tienen un margen para realizar algunas acciones. Por ejemplo, en su calidad de coordinadores de los servicios nacionales en sus territorios pueden presionar acciones nacionales en dichas materias y articularlas; pueden promover acciones tributarias para mejorar la distribución del ingreso, tanto por la vía de los impuestos a cargo como mediante presión a las autoridades nacionales. También pueden hacer seguimiento y coordinar las acciones del Ministerio del Trabajo en materia de investigación y sanción sobre los abusos en materia laboral.

Igualmente, aún con las limitaciones legales vigentes, podrían realizar acciones para ampliar la democracia formal. Nada impide a un alcalde establecer en vez de tantos espacios ciudadanos sin ninguna capacidad real (sin incidencia en las decisiones), que las secretarías y entidades descentralizadas tuvieran unas juntas directivas con presencia permanente de representantes de organizaciones de los trabajadores, a las cuales deben responder directamente los secretarios o gerentes. Tampoco nada impide que el señor Alcalde Mayor decida que nombrará a los alcaldes locales que sean elegidos por una votación popular coordinada por el Distrito.

Aún en el marco de las restricciones económicas y políticas del capitalismo hay un margen para proponer y adelantar políticas cuyo propósito sea mejorar la participación de las clases trabajadoras en el producto total de la ciudad. Parte de esto se puede realizar incidiendo directamente en las estructuras productivas (distribución directa del ingreso), parte mediante compensaciones en la redistribución de los ingresos por la vía de la acción del Estado y en la captura de rentas urbanas, aunque esto evidentemente no resuelve la desigualdad fundamental, el hecho de que la vida de la mayoría de ciudadanos trabajadores está en las manos del 1% de ciudadanos capitalistas, pero puede generar algunos alivios.

Claudia López es partidaria del capitalismo y el mercado, por tanto no hace parte de la izquierda que busca su superación. Pero aún dentro de los defensores del capitalismo su programa tampoco se ubica a la izquierda, no busca ninguna incidencia sobre las estructuras y la distribución primaria del ingreso y se concentra en la caridad pública, es decir, en la compensación de ingresos mediante subsidios en especie y en dinero a las clases trabajadoras en peor condición. Dado que en su diagnóstico no identifica las causas de la enfermedad sus remedios son aspirinas, pero en frasco pequeño. De hecho, su programa no dice en qué proporción busca corregir la desigualdad del ingreso mediante dichas acciones. Tampoco se ve por ninguna parte cómo proponer un mayor y mejor desarrollo capitalista para la ciudad, ni más y mejor mercado.

Claudia López representa en términos generales al sistema capitalista en la ciudad y en forma particular a sectores de los trabajadores y pequeños propietarios que tienen la ilusión de que sus problemas pueden resolverse en dicho marco corrigiendo algunas de las fallas del mercado. A pesar de la evidencia que muestra que el reparto del producto total se mantiene e inclina a favor del 1% más rico dentro de los capitalistas, que la democracia es una farsa y que los logros de los trabajadores, ganados con gran esfuerzo, se pueden perder fácilmente por la reacción permanente de los capitalistas y el Estado por reducirlos (basta ver todas las acciones para reducir los derechos laborales adquiridos), se mantiene por parte de muchos la esperanza en el Estado de derecho. Millones de trabajadores y sus representantes políticos creen que efectivamente la Constitución Política puede garantizar sus derechos y aspira a que se resuelvan los problemas sin modificar las estructuras que los causan.

En lo fundamental el programa de gobierno de Claudia López no se diferencia de los programas de los partidos tradicionales, el énfasis se pone en sus condiciones personales y compromisos de manejo honesto, así como en algunos asuntos particulares. Puede ser relevante en algunos aspectos como los derechos de las minorías LGTBI, las mujeres, el aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, pero curiosamente su programa tampoco muestra un compromiso decidido con estos temas (las palabras matrimonio, gay, LGTBI, aborto, no aparecen una sola vez).

La honestidad es necesaria pero no suficiente. Claudia López puede ser un estorbo para ciertos sectores capitalistas y de contratistas que van a hacer todo lo posible para combatirla. Pero en el fondo Claudia López es muy útil para el sistema: 1) Contribuye con vehemencia a generar la idea de que los problemas no se originan en el sistema capitalista sino en la inadecuada orientación y deficiente gestión del Estado; 2) Refuerza, en concordancia con lo anterior, la ilusión de que es posible el desarrollo, la garantía de los derechos y la democracia en una sociedad donde la gran mayoría de los ciudadanos (los trabajadores) están al servicio de una minoría (los capitalistas); 3) Orienta por tanto las concepciones y la acción política de masas de trabajadores hacia acciones que no afectan al sistema aunque si parcialmente a algunos de sus agentes.

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[1] Claudia Alcaldesa, #unámonos por Bogotá, precandidata Alianza Verde, recuperado el domingo 31 de marzo a las 8.37am, de https://www.claudia-lopez.com/wp-content/uploads/2019/03/propuestasclaudiaalcaldesa2019.pdf. Es un documento en construcción colectiva.

Alberto Maldonado Copello

Foto tomada de: Semana.com

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