• Desde el sur
  • Sur global
  • El sur posible
  • Archivo Revista Sur
  • Video
  • ESPECIAL SOBRE BOGOTÁ
  • SUR COOPERANDO

Corporación Latinoamericana Sur

  • INICIO
  • NOSOTROS
    • Quienes somos
    • Qué hacemos
    • Nuestro Equipo
  • TEMÁTICAS
    • Participación y cultura política
    • Paz, Desarrollo Social y Postconflicto
    • Jovenes
    • Victimas
    • Salud
    • Derechos humanos
    • Democracia y ciudadania
    • Ciudades Equitativas – Territorios Equitativos
  • Publicaciones
  • Contáctenos

Colombia y la Franja y la ruta

14 octubre, 2024 By Carlos Jimenez 3 Comments

PDF
Imprimir
La visita oficial del canciller Gilberto Murillo a Beijing de comienzo de octubre respondió al deseo que manifestó el presidente Petro de unir a Colombia con la iniciativa de la Franja y la ruta durante su visita oficial a China del pasado año. Algo perfectamente razonable, porque 146 países del mundo, incluidos 22 de América Latina, se han unido a dicha iniciativa, conscientes de los beneficios mutuos derivados de dicha asociación. Razonable igualmente desde un punto de vista más amplio, desde el punto de vista de los intereses nacionales de Colombia. En mis columnas periodísticas de los últimos años, he repetido con frecuencia un sabio consejo que me dio un alto ejecutivo de la Fundación Friedrich Ebert, cercana al SPD alemán: “el camino de la independencia pasa por multiplicar las dependencias”. Y es de eso de lo que tratan tanto los acuerdos comerciales con China, como la incorporación a la iniciativa de la Franja y la ruta: de multiplicar las dependencias. De quitarle a los Estados Unidos de América el privilegio de ser la única potencia de la que dependemos, tanto en el plano económico y comercial, como en el político y militar. E inclusive cultural.

Por eso no me sorprende para nada que el diario El Tiempo, para mencionar solo a un medio entre cientos, haya incluido en la noticia que dio del anuncio del canciller de que el motivo de su viaje a Beijing era justamente el deseo de revisar el estado de las negociaciones bilaterales sobre el ingreso a la Franja: “el proyecto ha encendido a las alarmas en los Estados Unidos”. ¡Pues cómo no las va a encender!. Washington quiere mantener a toda costa la primacía mundial que alcanzó gracias a la disolución de la Unión Soviética en 2001. Como lo demuestran de manera palmaria tanto la guerra de Ucrania, destinada según propia confesión, a desangrar a Rusia y la guerra comercial con China, desencadena por Donald Trump desde la presidencia. Y continuada por Biden que, no solo la ha continuado y agravado, sino que le introducido un inquietante componente bélico.

A comienzo de la semana, Laura Richardson, comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, se reunió con el presidente Javier Milei en Buenos Aires, despotricó, como ya es habitual, contra China y llamó a formar un frente común de los países democráticos del continente para contrarrestar la influencia de esa potencia “comunista”. Claro: ella, por altísimo que sea su actual cargo, es una funcionaria obligada a decir lo que Washington y /o el Pentágono le digan que tiene que decir. Y tampoco Milei es quien para contradecir a la generala. ¡Está completamente de acuerdo con ella! Pero no hasta el punto de mantener la decisión tomada, apenas se hizo cargo de la presidencia, de no negociar con la “China comunista”. La realidad de la profunda crisis económica de la Argentina, causada por la decisión del presidente Macri de endeudar de nuevo al país con el FMI y desencadenada por las políticas austericidas de Milei, le ha obligado a pedir ayuda a Beijing.

Esta clase de bandazos no es sin embargo exclusividad del presidente argentino. Tiene un antecedente que es muchísimo más importante. Y es el de Washington. En 2001 China ingresa la Organización Mundial del Comercio, con el patrocinio de Bill Clinton, y como consecuencia inevitable de la legendaria entrevista del presidente Nixon con Mao de 1975. Dicho ingreso fue el pistoletazo de salida para un tsunami de empresas norteamericanas que trasladaron sus fábricas a China o abrieron muchas nuevas, deseosas de obtener los extraordinarios beneficios de producir con salarios bajos pagados en yuanes y vender los productos en dólares en el insaciable mercado norteamericano. Pero no solo obtuvieron pingues beneficios dichos empresarios. También los obtuvo el gobierno federal. China, interesada en impedir la revaluación del yuan, que obraría contra sus intereses comerciales, dedicó una parte muy significativa de sus dólares a la compra de deuda pública norteamericana. Adquirió más de 700.000 millones de dólares en bonos del tesoro. Millones que le permitieron a Washington bajar impuestos al gran capital y financiar las guerras de Irak, Afganistán, Somalia, Siria y Libia, así como otros conflictos menores.

El problema es que se les “creció el enano” y la China subdesarrollada de entonces, se ha convertido en la superpotencia económica y política de hoy, capaz de competir limpiamente con los Estados Unidos de América en el mercado mundial.  Por lo que los funcionarios políticos, diplomáticos y militares de Estados Unidos se han dedicado a advertir a todos del gravísimo problema que representa China, con el fin de disuadirnos de mantener relaciones económicas, políticas y diplomáticas con el gigante asiático. Ahora se acuerdan que China es un “país comunista”, como si no lo hubiera sido también cuando hacían jugosos negocios con ella.

Carlos Jiménez

Foto tomada de: La Razón

 

FacebookTweetLikeShareLinkedInEmail

Filed Under: Revista Sur, RS Desde el sur

Comments

  1. Jorge Albeiro Gil Panesso says

    18 octubre, 2024 at 11:23 am

    Oh tiempos de la FEUV (federación de los estudiantes de la Universidad del Valle)
    cuando ls “prochinos” del Moir éramos una minoría dialéctica…
    La Historia da la razón y la Maestra Vida sigue dando melodía y armonía

    Responder
    • Jose gutierrez says

      18 octubre, 2024 at 11:41 am

      Lo peor que le pudo pasar al Moir fue la actitud de JRobledo que de buen congresista se arrugó con la clase trabajadora y resultó oponiéndose a un candidato y posterior presidente progresista. Aprovechó a las bases para sus intereses políticos y ahora está más quemado y sin vigencia.
      Pareciera ser que fue un infiltrado en la izquierda para a través del moir hacerle trabajo político a la derecha; tantos años en el congreso para terminar marginado políticamente, dejando mucho que pensar de cusl fue du verdadero papel en ka politica colombiana.
      Todo se acepta en bien de la democracia.

      Responder
  2. Jose gutierrez says

    18 octubre, 2024 at 11:57 am

    La postración de la clase política colombiana al tío Sam ha sido siempre , y el congreso jenuflexo a esta ha sido esquivo en la búsqueda de relaciones con otras potencias. Una buena cosa la adhesión a China. Ojalá los tratados de libre comercio que se firmen sean más equitativos a los iniciados con la apertura económica del hoy reyesuelo del partido liberal que se encontró la presidencia y no quiere soltar la dirección de tan importante partido. Si no reacciona el pueblo liberal, el partido perderá su vocación de poder y como el conservador se volvera burocrático, apoyando candidatos que sostengan lis intereses de los descendientes de egregios liberales.
    Lo único permanente es el cambio, pero las ideas liberales serán por siempre y se ajustarán a las necesidades de la humanidad.

    Responder

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Sur Global

La izquierda que olvidó a Marx y la derecha que entendió a Gramsci

12 mayo, 2025 By Rene Ramirez Leave a Comment

Autopsia de la persecución opaca en democracia

12 mayo, 2025 By Boaventura de Sousa Santos Leave a Comment

Ascenso y (probable) caída de lo “woke”

12 mayo, 2025 By Vivek Chibber Leave a Comment

El Sur posible

Ideas verdes

3 abril, 2019 By Carolina Corcho 2 Comments

Suscribirse a la Revista Sur

VIDEO RECOMENDADO

Fue archivado el proyecto de Ley 010 de Reforma a la Salud

https://www.sur.org.co/wp-content/uploads/2021/05/VID-20210519-WA0024.mp4

Dra. Carolina Corcho Mejía, Presidenta Corporación Latinoamericana Sur, Vicepresidenta Federación Médica Colombiana

TEMÁTICAS

  • Participación y cultura política
  • Paz, Desarrollo Social y Postconflicto
  • Jovenes
  • Victimas
  • Salud
  • Derechos humanos
  • Democracia y ciudadania
  • Ciudades Equitativas – Territorios Equitativos
  • Publicaciones

Ultimos articulos

  • Con presunto fraude en la votación hunden la Consulta Popular
  • La “Franja y la Ruta” no es la panacea
  • El Pacto Histórico hacia el partido unitario
  • La importancia estratégica del Foro CELAC-China
  • Al Consejo de Estado se le vuelve costumbre tomar decisiones políticas y no judiciales

Etiquetas

Acuerdo Agro Amnistia Brasil Cambio Climatico Campo Catalunya Ciencia y Tecnología Conflicto Colombia Corrupción crisis capitalismo Democracia Derecho al agua Derechos Humanos Economía Ecuador Educación Elecciones Colombia ELN España Fast Track Iglesia Justicia Justicia de paz Medio ambiente Mineria Negociación Neoliberalismo Participación Paz PND Pobreza Politica Politica EEUU protesta social reforma Reforma tributaria religión Renegociación revolucion salud Terrorismo Trump Venezuela Victimas

Apoyo SUR

Buscar

Director: Pedro Santana

 

 

 

Copyright © 2025 Todos los derechos reservados - Corporación Latinoamericana Sur ·