Sin embargo, ni la candidata “independiente” Vicky Dávila ni el partido Centro Democrático proponen aumentar el salario relativo. Por el contrario, buscan como Milei en Argentina, reducirlo.
En su página web el Centro Democrático (CD) presenta sus “pilares”[1], es decir, sus propuestas fundamentales sobre la sociedad y el gobierno. En primer lugar aparece la seguridad democrática, luego la confianza inversionista y finalmente la cohesión social.
En el pilar de la confianza inversionista manifiestan su irrestricto compromiso con el “capital nacional e internacional”, pero exigiéndole responsabilidad social. Para el CD “la iniciativa privada es una fuente de desarrollo que permite el disfrute colectivo de las libertades y es una fuente de autonomía que evita los abusos a los pobres.” Además manifiestan una esperanza: “El crecimiento económico tiene que significar más y mejores empleos con afiliación a la seguridad social, la superación de la pobreza y la construcción de equidad.” Uno de los elementos de la responsabilidad social es: “Relaciones laborales, no de capitalismo salvaje ni de odio de clases, sino fraternas que son las únicas que hacen una Nación viable, que permiten crecer y construir armonía social.”
En el pilar de la cohesión social el partido manifiesta su compromiso con lo social: “si no se avanza en lo social, fracasan los gobiernos, cualquiera sea su orientación” y manifiestan que “la cohesión social que apunta a la superación de la pobreza, generación de oportunidades para todos y una mayor equidad, garantiza la perdurabilidad del poder ciudadano en una democracia participativa.” Plantean unas líneas generales dentro de su política social estructural: revolución educativa, protección social, acceso a vivienda, servicios públicos, crédito y cooperativismo.” Dentro de esta política mencionan unas acciones de choque mediante subsidios condicionados para brindar atención a población altamente vulnerable como niños y tercera edad.
Bonitas y breves palabras, pero ocultadoras. Es mucho más lo que no dicen. Ni una palabra, ni una propuesta sobre las fuentes primarias de ingreso de los trabajadores: el salario de los asalariados y los ingresos de los cuenta propia. Ni una palabra sobre el salario relativo: la participación de los trabajadores en el valor agregado.
Recordemos algunas cifras: según el DANE durante los últimos 25 años los capitalistas se quedan en promedio con la mitad del excedente bruto de explotación y los asalariados con la otra mitad. Pero los capitalistas son apenas el 5% de la población ocupada, bajo relaciones capitalistas. En 2024, en promedio, un patrón se queda al año con 1.005 millones y un trabajador con 44 millones. En este año el valor agregado total fue de 1.120 billones, de los cuales el total de salario fue de cerca de 578 billones y el EBE de 542 billones: aquí habría una cantidad enorme de dinero para practicar la fraternidad y el cristianismo: dar de comer al hambriento y dar de beber al sediento.
El CD pone en primer lugar al capital nacional y extranjero. Su posición en favor de esta clase es clara y evidente. Como Vicky Dávila. Pero también intenta matizar u ocultar. Expresan, de palabra, su interés en una mayor equidad y en la superación de la pobreza; igualmente proponen relaciones laborales “fraternas”. Una mayor equidad implicaría un compromiso explícito con un salario relativo más alto: por ejemplo, proponer que la participación de los asalariados en el valor agregado aumente al 75%; la superación de la pobreza (y la vulnerabilidad) de los asalariados se alcanzaría con dicho aumento del salario relativo; una relación “fraternal” es algo propio de hermanos, una relación de amor o afecto: se lograría una relación más amorosa si los asalariados obtuvieran no solo el 52% sino el 75% o más del valor agregado que producen.
Pero el CD no propone esto. Su intención en engañar, generar falsas expectativas. El CD sabe que en la relación social de producción entre capitalistas y asalariados no hay hermandad ni igualdad: los patronos tienen el dinero para comprar y mandar a los asalariados. Tienen el poder de decidir sobre sus vidas, contratándolos y despidiéndolos. Ejercen al interior de las empresas un dominio despótico sin ningún rasgo democrático. Hacen todo lo posible por mantener los salarios en el nivel más bajo posible para que las ganancias sean mayores.
El gobierno del Pacto Histórico logró en 2023 y 2024 aumentar un poco la participación de los asalariados en el valor agregado, es decir, disminuyó algo la parte de los capitalistas. Esto seguramente ha afectado negativamente la confianza inversionista. No es mucho, pero marca el camino a seguir. La propuesta del Centro Democrático para el próximo gobierno será, seguramente, revertir la tendencia del gobierno Petro.
El CD es un partido de derecha, pero sobre todo y esencialmente, es un partido capitalista, que toma una posición clara en la lucha de clases. Busca ganar para su causa a millones de trabajadores asalariados y por cuenta propia ofreciendo caridad estatal y migajas. Su política económica y social no va a tocar lo fundamental, el salario relativo. Se limitará a dar algunos subsidios monetarios, educación pública, algo de protección social y vivienda.
El CD excusa al capitalismo de la situación de bajos ingresos, pobreza y miseria de millones de trabajadores y traslada la responsabilidad al Estado. Es coherente. Y no le ha ido nada mal en su propósito de conseguir millones de votos de los trabajadores.
El problema no son Vicky Dávila ni el Centro Democrático. El problema es la actitud y comportamiento de millones de trabajadores que votan por un partido francamente partidario de los capitalistas.
Sobre los trabajadores por cuenta propia. Me he referido en este artículo al salario relativo que expresa la relación entre los trabajadores asalariados y los capitalistas. Pero no ignoro que millones de trabajadores obtienen su ingresos por cuenta propia, mediante la producción y comercialización de bienes y servicios en muy pequeña escala. En su gran mayoría estos trabajadores por cuenta propia tienen condiciones laborales muy malas e ingresos más bajos que los trabajadores asalariados.
Una de las críticas que le hace la oposición al gobierno de Petro es que su reforma laboral se enfoca solamente en los trabajadores asalariados, en la mitad de la población ocupada, y que ignora a la otra mitad. Pero ni el CD ni los demás partidos favorables a los capitalistas dicen nada concreto sobre cómo mejorar el ingreso de estos trabajadores. Sin embargo, se presentan como defensores de los trabajadores informales que se encuentran en una situación que ninguno de los partidos opositores, cuando ha estado en el gobierno ha resuelto.
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[1] https://www.centrodemocratico.com/pilares-del-cd
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: La Silla Vacía
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