La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)
Si nos basamos en los datos que poseemos1, entre 1980 y 2019 los países ricos destinaron cuatro billones de dólares —una media de 100.000 millones de dólares anuales— de AOD a los países más pobres y a los insuficientemente desarrollados.
La primera reflexión que me viene a la mente es: ¿qué puede haber detrás del concepto “insuficientemente desarrollados”? ¿algún propósito relacionado con hacer negocio a partir de los desprotegidos?
La segunda reflexión es consecuencia de saber que, en 2021, el patrimonio personal de los más ricos del planeta superaba los 100.000 millones de dólares anuales.
Aunque es cierto que una parte considerable son donaciones, también se ofrecen créditos cuyos “beneficiarios” tienen que devolver en condiciones difíciles e incómodas.
Los principales donantes
Del Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD) fueron: Estados Unidos, que donó 22.696 millones; Japón, 13.283 millones; Alemania, 10.466 millones; Francia 8.895 millones; y Reino Unido, 4.547 millones.
Dichas donaciones tuvieron lugar de 1980 a 2019.
Prioridades
Estados Unidos destinó su dinero a ayuda humanitaria (12,9%) y gobernanza (11,5%), Japón a transporte (23,5%) y energía (13,1%), Alemania a educación (13,7%) y energía (10,2%), Francia a educación (21,8%) y deuda (12,5%), y Reino Unido a gobernanza, ayuda humanitaria, educación y salud.
Tampoco está de más apuntar que la AOD está formada por las aportaciones de los países donantes, cuya mayoría pertenece al CAD, que fue creado en 1961. Si bien en dicho CAD también participan varios organismos internacionales y regionales mediante la “ayuda multilateral”.
Principales receptores
De la AOD que, entre 2000 y 2019, recibieron 2,4 billones de dólares.
En orden descendente:
- Iraq, 87.855 de Estados Unidos, justo el país que lo había invadido para anexionarse su petróleo.
- Afganistán, 80.113 del mismo país, a pesar de que la guerra de Afganistán le costó a Estados Unidos la cantidad de 2,2 billones de dólares, si bien el gobierno norteamericano vació las arcas de Afganistán para pagar a las familias de los soldados muertos. Justo en un momento en que las hambrunas y el frío están matando a millones de afganos, muchísimos más que los ucranianos.
- Etiopía, 61.227 de Estados Unidos y Reino Unido.
- Siria, 50.712 de Estados Unidos, a pesar de que este país ha “subvencionado” movimientos yihadistas contra el régimen de Bashar al-Ásad, aliado de Putin.
- Nigeria, 50.671 de Reino Unido y Estados Unidos.
- La República Democrática del Congo, 49.684 de Estados Unidos.
- Vietnam, 48.015 de Japón.
- Tanzania, 46.712 de Estados Unidos.
- Pakistán, 44.705 de Estados Unidos.
- India, 43.145 de Japón.
- Bangladesh, 39.213 también de Japón.
- Palestina, 38.743 de Estados Unidos, a pesar de su apoyo incondicional a Israel.
- Mozambique, 36.444 de Estados Unidos.
- Kenia, 35.194 de Estados Unidos.
- Egipto, 34.844 de Estados Unidos.
- Uganda, 31.812 de Estados Unidos.
- Jordania, 29.253 de Estados Unidos.
- Turquía, 29.248 de Alemania y Japón.
- Yemen, 26.760 de Estados Unidos.
- Ghana, 25.773 de Estados Unidos y Reino Unido.
Como se puede constatar, Estados Unidos “invierte” fuertes sumas en África, pero desde una perspectiva muy distinta a la de China, como demostraré más adelante.
Características del CAD
En cuanto a los miembros que forman parte, están Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Corea, Dinamarca, Eslovenia, España, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Eslovaquia, Suecia, Suiza y Unión Europea.
Otros observadores del CAD son los restantes miembros de la OCDE, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo), el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Características de los donantes
¿A qué parece deberse su “generosidad”? Tanto Estados Unidos como el resto de grandes donantes utilizan su ayuda como consecuencia de sus intereses en política exterior.
Estados Unidos
Es el principal donante y duplicó su AOD entre 1980-1999 y 2000-2019.
En el primer periodo, un tercio fue para Israel y Egipto, socios fundamentales de su política en Oriente Medio y también grandes compradores de armas pesadas del país donante. En cantidades mucho menores, donaron dinero a El Salvador, siendo el valedor del régimen militar dictatorial; Filipinas donde ha mantenido bases militares durante décadas; y Bangladesh. Durante el segundo periodo, las donaciones tuvieron como destino las guerras en Iraq y Afganistán.
Así pues, la geopolítica ha sido el objetivo fundamental de Estados Unidos.
Sin embargo, también ha habido otros motivos que generaron donaciones a Iraq, Afganistán, Jordania, Pakistán y Colombia: las armas pesadas, ya que son grandes importadores de este tipo de armamento.
Es decir, durante las dos primeras décadas del siglo XXI, sus “donaciones” han estado muy relacionadas con las aportaciones bélicas y de seguridad, que han combinado con humanitarias y de rehabilitación.
La ayuda a la seguridad, por ejemplo, se lleva partidas importantísimas, destinadas a Oriente Medio, Norte de África, Asia Meridional y Central.
Además, Seguridad y Defensa hacen que se difuminen las fronteras entre diplomacia y defensa.
En ese sentido, los gastos en Afganistán e Iraq fueron enormes y llegaron a eclipsar durante algunos años a Egipto e Israel.
Japón
Su AOD está muy concentrada en Asia y las dos terceras partes son préstamos, no donaciones.
Entre 1980 y 1999, fueron para Indonesia y China. Entre 2000 y 2020, para Vietnam, India e Iraq, ocupada por Japón en coalición con los otros ocupantes.
En este país, las ayudas tienen objetivos comerciales, porque intenta mantener su influencia económica en la región, ya dominada por China.
La mitad de las ayudas son para transportes —no olvidemos que son importantes fabricantes de vehículos—, no para asuntos sociales ni infraestructuras.
Alemania
Duplicó su ayuda invirtiendo en bastantes países receptores. Predominaron sus intereses comerciales y la venta de armas pesadas.
Francia
También tiene bastante diversificadas sus donaciones, que fueron a parar a antiguas colonias o territorios de ultramar. Por tanto, se trata de vínculos históricos y comerciales.
Rusia, China e India
Aunque no pertenecen al CAD, la primera aumentó su AOD en la segunda década del siglo XXI y, al final del periodo, sus principales receptores en orden descendente fueron Cuba, Kirguistán y Corea del Norte.
La segunda, utiliza la AOD para penetrar económicamente en muchos países y en 2012 empezó a ser país donante, de manera que, en 2018, ya pudo establecer la Agencia de Cooperación Internacional para el desarrollo de China (CIDCA). Las contribuciones de este país a organizaciones multilaterales —las conformadas por varias naciones— han ascendido de forma sorprendente utilizando bancos regionales de desarrollo, como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, y las Naciones Unidas. El hecho más destacable de la gran potencia asiática es su creciente e importante presencia en África mediante inversiones directas: construye infraestructuras a cambio de recursos naturales, cosa que nunca hicieron las metrópolis europeas con las colonias y que pone a China por encima éticamente de dichas colonias. Tampoco ha seguido Estados Unidos una política similar a la de China. De todos modos, el gigante asiático prioriza la participación en organizaciones internacionales para afirmarse en el sistema mundial.
India es receptora, pero también ha creado su propia corporación de cooperación para contribuir a organizaciones multilaterales a través de bancos regionales de desarrollo, Naciones Unidas y el Grupo del Banco Mundial.
El auténtico rostro del BM y del FMI
Aunque hay países que necesitan ayuda económica para sobrevivir, también los hay con dirigentes que quieren contar con recursos financieros adicionales aunque no sean necesarios. Para ello, suelen recurrir a los préstamos del BM y del FMI.
Estados Unidos ejerce un control férreo sobre dichas instituciones. Se ha podido constatar que, bajo su férula, ambos organismos condicionan sus créditos a las puestas en marcha de “ajustes estructurales” que debilitan el sector público y recortan gastos sociales.
Dentro del FMI, por ejemplo, Estados Unidos tiene un 17,39% del porcentaje de cuotas, además de derecho a veto, auténtico mecanismo de dominación, y Japón un 6,4%.
Asimismo, tanto el BM como el FMI priorizan sus créditos a países con rentas medias o medias-altas y población importante, mientras postergan a los países pobres.
En conclusión, hay una perspectiva geopolítica a la hora de conceder créditos y la potenciación de otras dependencias para los países más desposeídos. Y también intereses comerciales relacionados con sus producciones nacionales, sobre todo, armamentísticas.
Por cierto, en los créditos concedidos por el FMI, Rusia ha sido durante muchos años el segundo país beneficiario y el tercero, Ucrania.
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1 Los datos de este artículo proceden del libro Hegemonías, bloques y potencias en el siglo XXI. El orden mundial tras la guerra de Ucrania, de Vicenç Fisas (Ed. Catarata, 2022).
Pepa Úbeda
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