Para que los miembros de un hogar de 4 personas no se clasifiquen como pobres, el ingreso mensual debe ser de $1.840.792 [=460.198×4]. Y para que s no estén en la categoría de pobres extremos deben obtener un ingreso de $908.880 [=227.220×4].
1. La incidencia de la pobreza monetaria disminuyó
La gráfica muestra que la incidencia de ambas modalidades de pobreza bajo, ubicándose en 31,8% y 11,7%, respectivamente. La pobreza extrema está en un nivel superior al 10,4%, anterior a la pandemia.
Varios factores explican la reducción de la incidencia. i) El menor desempleo. ii) El aumento del ingreso promedio. iii) Las políticas sociales de los gobiernos nacional y local (municipal y departamental). Los diferentes programas sociales (Familias en Acción, Renta Ciudadana, Jóvenes en Acción…) redujeron la incidencia de la pobreza en ‑2,8 puntos, así que en lugar 31,8% habría sido 34,1%. Y disminuyeron la pobreza extrema en ‑3,5 puntos. iv) Además de las políticas sociales, la pobreza responde a factores multicausales, como los cambios en la línea de pobreza, el crecimiento de la economía, la distribución del ingreso. Entre 2023 y 2024 el ingreso promedio mensual en el conjunto del país pasó de $1.054.223 a $1.169.770. Este mayor ingreso tuvo un impacto positivo en la disminución de la pobreza.
Sin duda, la menor incidencia de la pobreza es un resultado bueno, pero el optimismo debe ser moderado por las siguientes razones.
2. Los logros son moderados
- Es inaceptable que el número absoluto de pobres continúe siendo tan alto. Hay 16,2 millones de personas en situación de pobreza. Y en pobreza extrema se encuentran 5,9 millones. En un país tan rico como Colombia estas cifras son preocupantes.
- Las diferencias entre ciudades son notorias. Mientras que en Manizales la incidencia de la pobreza fue de 16,7% en Quibdó fue de 59,6%. En pobreza extrema Manizales tuvo una incidencia de 3,1% y Quibdó de 29,7%. Las brechas que existen en el país son profundas. Estas asimetrías muestran que las ciudades tienen un margen de maniobra importante, y que las políticas nacionales son insuficientes. Las medidas que toman los gobiernos locales son fundamentales.
- Las políticas sociales, que han mejorado su capacidad de focalización, son insuficientes para reducir de manera significativa la pobreza. No basta con subsidios. Es indispensable que aumente la producción, el empleo y el salario.
- La distribución del ingreso continúa siendo muy desigual. Entre el 2023 y el 2024, el Gini bajó muy ligeramente, pasando de 0,533 a 0,530. En el mediano plazo ha aumentado, ya que en 2017 fue 0,493. La concentración del ingreso continúa siendo muy elevada y ello no contribuye a la lucha contra la pobreza.
- El distanciamiento entre las ciudades y el campo se ha acentuado. Las gráficas muestran la diferencia de la incidencia de la pobreza, entre las cabeceras y las poblaciones rurales. En el caso de la pobreza la brecha se redujo de niveles máximos de 24,6 puntos hasta 7,1, pero después de la pandemia la desigualdad se amplió y ahora está en 13,9 puntos. El comportamiento es similar en la pobreza extrema. En los últimos años la brecha se amplió de 7,6 puntos a 13,1.
3. Conclusión
Primero, el país avanza muy lentamente en la lucha contra la pobreza. Segundo, las diferencias entre ciudades se mantienen, y la brecha entre las cabeceras y las poblaciones rurales no se está cerrando. Tercero, es necesario que haya más coordinación entre las políticas nacionales y las locales. Las políticas urbanas afectan de manera significativa la pobreza, y por esta razón los resultados son tan diferentes entre ciudades. Y, finalmente, la mejor lucha contra la pobreza es la mayor producción, la generación de empleo y el aumento de la capacidad de compra.
Jorge Iván González
Foto tomada de: Radio Nacional de Colombia
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