Para Diego, Carolina, Julián, Jairo y Mario
! Que me brindaron este majar ¡
Palabras clave: Historia, literatura, arte, memoria, academia, iconografía, infraestructura y desarrollo.
Introducción
“… los lugares que visito pueden encontrarse en el mapa sin mayores problemas y a todos ellos se puede llegar sin dificultades. Sin embargo, yo también viajo a un lugar imaginario: a los mundos que fueron y no fueron, que existieron y no existieron, que desaparecieron y siguen estando allí, y que de una manera extrañada y silenciosa seguimos habitando”. (MORO, Tomás. “Utopía”, citado por EDÉ, Miguel. “Entre el imago y las ruinas”. En: Revista de la Universidad de México. Mayo 2025. P. 140)
El presente escrito es una síntesis y un híbrido acerca de una visita a la ciudad de México y algunas partes del Estado de México, una serie de registros sobre las experiencias, visiones e impresiones que se producen en un visitante en particular. En este sentido, no es ninguna investigación en los términos cualitativos o cuantitativos de las ciencias sociales y su forma y contenido mucho más academicista. Por lo tanto, nos permitimos combinar varios géneros de la escritura como son las crónicas de viajes con sus componentes anecdóticos, el tratamiento de algunas fuentes y archivos, con ejercicios mucho más heterodoxos para dar cuenta de lo que es “historiar”, en su concepción de “historier” que en principio significa “observar”. Y así, producir una especie de ensayo por supuesto muy personal.
En consecuencia, se trata de observar la ciudad y su gente, oler la ciudad, sentir su movimiento; palpar las calles, avenidas, puentes, anillos, circuitos, ejes y recodos. Apreciar los objetos y la arquitectura, sentir su ajetreo, escuchar su música, respirar su aire en diversos ambientes, acariciar su naturaleza y ver pasar el género humano por el asfalto, el cemento y las piedras de la gran metrópoli latinoamericana.
La hibridación se produce primero al dialogar sobre la ciudad con mis primos Diego, su esposa Carolina y sus dos hijos, Julián, su señora e hija, Jairo y Mario y el gran “Peluche”, los empleados de American Tactical, las secretarias, gente en las filas de museos y conciertos, los asistentes de negocios, en las cafeterías y las librerías, en los restaurantes y en las universidades, con los conductores de Uber y los taxistas y algunos compañeros de viaje en los aviones. Claro, se requería una preparación anterior basada en los estudios de historia y filosofía latinoamericana, un amor por el arte y la literatura mexicana; todo esto articulado a las actuales lecturas, visiones de documentales y consulta de periódicos, revistas y páginas web.
Al apreciar la ciudad de México con los cinco sentidos mi memoria se retrotrae a una lectura ya lejana del libro “Bajo el sol jaguar” del italiano Ítalo Calvino, que en la versión que tuve de Tusquets su carátula muestra a una bella mestiza de mirada candorosa, con su torso desnudo y sus senos cayendo sobre unas frutas de color rojo. Y pasan por mi mente muchos textos que se refieren a “los artefactos de la ciudad” … cosas, mercancías, lugares, aparatos que también le dan identidad a una urbe. Por ahí me voy yendo hasta encontrar “País de volcanes” en la Plaza Juárez del Centro Histórico y “Pérgola Ixca” escultura en homenaje a Carlos Fuentes, ubicada en la colonia Polanco, obras surgidas de las manos del gran artista español-mexicano Vicente Rojo; esculturas y pinturas que también hacen homenaje a su apellido.
Adentrándonos en la utilización de algunas investigaciones para los propósitos de este texto, cabe recomendar “La historia Oral, una fuente importante para estudiar las migraciones” de Dolores Pla Brugat (p.277y “Un análisis en la historia oral” de Gerardo Necochea Gracia (p.301) ya que parte de este escrito se basa en conversaciones con actuales residentes y visitantes de la gran urbe latinoamericana. Pero, con relación a mi gusto por las fotografías tanto históricas como personales utilizadas para esta memoria de viaje y estudio, es interesante recurrir a “Siluetas sobre la lectura fotográfica” de Rebeca Monroy Nasi (p.317) y “Un camino hacia el estudio de las imágenes” de María del Consuelo Maquivar (p.31) halladas en un magnífico texto en el Archivo General de la Nación de México (CAMARENA Ocampo, Mario y VILLAFUERTE GARCÍA, Lourdes Coordinadores. “Los andamios del historiador: Construcción y tratamiento de fuentes”. Archivo General de la Nación. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México.2001).
Con este “andamiaje cultural” nos enfrentamos a “la cultura del maíz”, “la cultura del ají”, “la cultura del mexcal” y “la cultura del maguey” para poder saborear tacos, pozole, mole, chiles, enchiladas, cochinita y birria y rematar con dulces como alegrías, cocadas, palanquetas, jamoncillos y aquellos entre lo picante y lo azucarado. Desde los fritos callejeros de los alrededores del Centro Histórico como lo son Pepito y la Ciudadela hasta llegar a los mejores restaurantes en la Calle Presidente Masaryk (nombrada así en homenaje a Tomás Carrigue Masaryk primer presidente y filósofo checoslovaco) y dentro del edifico Puerta de Hierro.
1. Entre las pirámides y los museos
“… escritura de fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos… “
(PAZ, Octavio. “Piedra de Sol” En: “Libertado bajo palabra” México. 1957. https://ciudadseva.com/texto/piedra-de-sol/)
Para estudiar todo lo relacionado con las pirámides de México y su pasado arqueológico y antropológico sería necesario entre otras fuentes buscar entre los 580 mil libros que alberga la Biblioteca José Vasconcelos, los 950 mil materiales de lectura de la Biblioteca de México, la Biblioteca Central de la UNAM, el Archivo General de la Nación, el Instituto Nacional de Antropología de México, el Colegio de México y los centros de documentación de España, Alemania, Francia, Inglaterra y los EE. UU; pero necesitamos muchas vidas para semejante labor.
Por el momento me dejo llevar por mi guía personal Mario “El Peluche” quien es boyacense, bogotano, pereirano y mexicano, con el cual quedamos extasiados ante los mejores monumentos de nuestra humanidad. Especulamos entre nosotros y algunos visitantes de habla hispana: las construcciones se hicieron durante decenas de años, de generación en generación, de imperio en imperio. Se requirieron miles de obreros, toneladas de materiales, jornadas incalculables desde que salía el sol hasta que se asomaba la luna; un grupo muy selecto de arquitectos, ingenieros, astrónomos, astrólogos, sacerdotes y auxiliares tanto en oficios materiales como en los rituales; miles de víctimas y tributarios a los dioses, litros y litros de sangre para alimentar la rueda de la historia, millones de susurros y de cantos herméticos del viento, la lluvia, los animales, los hombres y mujeres que desfilaban ataviados con flores, máscaras y armaduras de piedra, obsidiana, ópalo, ámbar, jade y perlas.
Pensamos en las muchas hectáreas de cultivo para poder alimentar esta tropa de trabadores, guerreros y feligreses. Nos imaginamos los grupos de artistas cuya experticia para trabajar las piedras ha sido cultivada en forma juiciosa de generación en generación. ¿Cuáles eran los visitantes, qué idiomas hablaban, cómo eran sus cantos y sus rezos, cómo serían las fiestas, los desfiles y los sacrificios? Caminamos y caminamos sobre miles de años de historias y nuestra imaginación vuela ya que no hallamos quién nos responda en estas amplias laderas acariciadas por el viento, el agua, el sol y bendecida por los dioses.
Caminando por el Paseo de la Reforma, entre el Bosque de Chapultepec y ubicándonos en Polanco hemos llegado al Museo Nacional de Antropología y de entrada se advierte la grandiosidad de las culturas prehispánicas mesoamericanas y particularmente de los pueblos originarios de lo que hoy es México. Entre piedras, jades, obsidianas, pinturas, grabados, símbolos y plumas nos encontramos en una cámara del tiempo que ellos ya tenían muy bien concebido y calculado en dimensiones muy cercanas a las medidas del reloj atómico de nuestra época. Esta es el diseño, la precisión y el uso del Calendario Azteca o la Piedra del Sol.
Por donde se observe existe un arte, unos artefactos y unas imágenes que nos demuestran su vinculación espiritual con la naturaleza y todos sus seres: ranas, serpientes, aves, felinos, la flora, la luna, el sol, las estrellas y por supuesto la representación de mujeres, hombres, niños, ancianos, guerreros y chamanes adheridos a los otros seres; es decir, en constante convivencia con el cosmos.
Su iconografía, simbología e ideografía nos habla desde tiempos inmemorables. Allí las piedras tienen voz propia. Esas grandes losas tupidas de mensajes, los códices y esa macro lengua yutoazteca conocida como náhuatl nos conecta con muchos saberes antiguos y una serie de misterios que seguirán preocupando a visitantes y científicos durante muchísimos años.
Ya habíamos incursionado en “Noticias del Imperio” para degustar la historia mexicana en forma de novela referida a Carlota, Maximiliano y todo el proceso de la Segunda Intervención Francesa en México, gracias a la maestría de ese prohombre de las letras que es Fernando del Paso. Y cuando se llega al Castillo de Chapultepec no queda más que el asombro ante cuadros, objetos, carruajes, rebeldes y otra vez la sangre que alimenta la historia.
Allí en el Museo Nacional de Historia pudimos compartir con el gran Porfirio Díaz, los íconos de la rebeldía latinoamericana Pancho Villa y Emiliano Zapata, con los republicanos Francisco Madero, Venustiano Carranza y Plutarco Elías Calle, entre otros constructores de la nación mexicana.
Y para que la historia no nos sigua recordando la realidad de siempre, hemos debido recalar en los lugares de la imaginación y la sensibilidad que nos hacen pensar en otros términos así sea en las épocas anteriores: la abundancia de arte en el Museo Soumaya, fundado por el magnate Carlos Slim en recuerdo de su esposa y loablemente al servicio gratuito de todos los nacionales y extranjeros. Nos saludan David, Miguel Ángel, Moisés, La Pietá antes de continuar entre los mejores representantes de la pintura de todas las épocas. Los santos, las vírgenes, los desnudos, los relojes de Dalí, los claro oscuros, el barroco y las vanguardias nos van integrando a otros mundos construidos con pinceles, cinceles, paletas, colores y luces que hacen que suspendamos el sentido de la cruel realidad para solazarnos con la maravilla de tanto demiurgo.
En el recinto dedicado al artista Rufino Tamayo no solo es todo un museo, sino un parque, un jardín, un espacio de esparcimiento ciudadano para descansar del ajetreo de la gran ciudad, caminar y respirar otros aires. Adentro están los grandes cuadros con los motivos y colores que caracterizan el gran artista nacional que ha hecho escuela, incluyendo los primeros años de nuestro Botero.
Casa del Lago de la UNAM o Casa de Juan José Arreola nos llevó a otra experiencia más postmoderna con la exposición de una serie de videos en homenaje al cineasta Lean-Luc Godard denominada “Sentimientos, signos y pasiones” y colaboraciones de Fabrice Aragno, gracias a la curaduría de Maximiliano Cruz. Esto es magnífico en medio de la arquitectura, el lago y el bosque para otro tipo de apreciaciones muchos más contemporáneas.
Salíamos de ahí para saludar al gran poeta español León Felipe quien estuvo por estas tierras y cuya estatua dignifica el autor de “Elegía” y “Sé todos los cuentos” del que recuerdo estos versos:
“Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre…
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos…
y sé todos los cuentos”.
Después de merodear por el edificio de correos, el Banco de México, el Estanquillo, el Zócalo, ver la estatua de El Caballito, encontrarme con el monumento a Beethoven, el bronce de José Vasconcelos, la Catedral y mucha gente que va y viene, he recorrido despacio las calles estudiantiles donde nacieron la Facultad de Medicina en la Plaza Santo Domingo y la Escuela Nacional de Jurisprudencia en el Colegio de San Idelfonso, porque de tiempo atrás traigo en la memoria “Nocturno de San Idelfonso” de mi admirado Octavio Paz:
“… Barrio dormido.
Andamos por galerías de ecos,
entre imágenes rotas:
nuestra historia.
Callada nación de las piedras.
Iglesias,
vegetación de cúpulas,
sus fachadas
petrificados jardines de símbolos…”
Por fin ingreso al Palacio de Bellas Artes, monumental, espacioso por fuera y por dentro, mucho mármol, mucha historia, suenan músicas de todas las épocas, están los murales de los grandes de esta nación, pero hoy me hallo con lo mejor del impresionismo y el expresionismo francés: Renoir, Monet, Degas, Manet y Van Gogh, Gauguin, Matisse y mucho más que atraía gente de todo el mundo.
2. Sor Juana Inés de la Cruz y la Virgen Morena
“¿En perseguirme, mundo, qué interesas?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?”
(Sor Juana Inés de la Cruz. “Quejase de la suerte: insinúa su aversión a los vicios y justifica su divertimiento a las Musas” https://www.culturagenial.com/es/poemas-de-sor-juana-ines-de-la-cruz/)
Cada que admiraba un cuadro de la monja y poetisa Sor Juana Inés de la Cruz ya fuera en óleo de gran formato, en estampas pequeñas o en carátulas de libros sentía la invitación mística para adorar la naturaleza y el espíritu humano. Varias instituciones educativas llevan honrosamente su nombre, existen cuadros con su imagen ceremonial en los museos, muchas portadas de libros y en todas las antologías de la poesía mexicana, iberoamericana y universal que allí se editan están seleccionados por ejemplo “En que describe racionalmente los efectos irracionales del amor”, “Arguyen de inconsciencia el gusto y la censura de los hombres, que en las mujeres acusan lo que causan”, “En que expresa los efectos del amor divino”, “Procura desmentir los elogios que a un retrato de la poetisa inscribió la verdad, que llama pasión” y tantas otras piezas maravillosas iniciando por sus largos y dicientes títulos y continuando por contenidos amorosos, atrevidos, racionalistas, humanísticos y místicos que aún hoy iluminan y enterneces a simples lectores y a académicos consumados, como se puede constatar en “Poesía Mexicana” una selección de Francisco Montes de Oca que halle en la famosa editorial y librería Porrúa de México (2022.p.15-41) o en mi viejo texto de Octavio Paz titulado “Sor Juana Inés de la Cruz o las Trampas de la Fe” gran estudio crítico, biográfico e histórico sobre la cultura de la Nueva España y este personaje que debí profundizar para mi texto sobre el Premio Nobel mexicano.
Tres escritoras contemporáneas me llamaron mucho la atención: la narradora, guionista y periodista Elena Garro (1916-1998) cuyo libro “Recuerdos del porvenir” (1963) ya es un clásico de las letras latinoamericana, a quien inscriben en los inicios del llamado “realismo mágico” y la que tal vez fue opacada por su esposo Octavio Paz. La académica y poetisa Rosario Castellanos (1925- 1974) y en cuyo nombre funciona un importante centro cultural en una de las sedes de las librerías del Fonde de Cultura Económica de México. La narradora y periodista Elena Poniatowska (1932) que aún está activa dentro de las actividades culturales de su país, cofundadora de los diarios La Jornada y El Nacional, crítica social y política y cuyos testimonios sobre la matanza de la Plaza de Tlatelolco he consultado.
Las anteriores plumas femeninas iluminan la cultura mexicana, pero la espiritualidad de toda la nación y el mundo católico está marcada por la Virgen Negra o la Virgen de Guadalupe, que para homenajearla y celebrar su aparición se ha construido un complejo religioso y de turismo religioso bastante importante, visitado por millones de feligreses de todas las naciones. Al visitarlo una mañana de lluvia entre el humo de las veladoras, el sonido de un gran órgano, la aglomeración de creyentes y los compradores de todo tipo de reliquias se siente un ambiente bastante ceremonial y una energía muy positiva que acompaña la fe de unos y la curiosidad de otros. Pero nadie es allí ajeno a estas sensibilidades. Junto al santuario de la Virgen de Fátima en Portugal y la Virgen de Aparecida en el Brasil, constituyen monumentos de atracción y veneración de toda la cristiandad.
En esta misma línea entre la cristiandad y los rituales precolombinos, hoy día la gran celebración de los mexicanos es el “Día de Muertos” y por todos partes existen las caricaturas y reproducciones libres de las mismas, inspiradas en los trabajos icónicos de José Guadalupe Posada y su famosa “Catrina”.
3. Tierra de nativos y migrantes
“… Soy mexicano
Cambiamos de lugar no de bandera
Verde, blanco, rojo lo llevo en las venas
Como el águila volamos sin fronteras
Rompemos la malla que separa tierras
Y nacimos con legado de grandeza…” (“Himno Migrante”. Colectivo Legado de Grandeza. México 2024 www.debate.com.mx › migracion ›)
La grandeza actual de la nación mexicana se debe a un proceso milenario en el cual se fueron entretejiendo varios aportes de cada una de las civilizaciones que antecedieron a los pueblos hallados por los españoles, a la conquista, colonización y mestizaje correspondiente con los respectivos influjos europeos. Al desarrollo impulsado durante sus períodos federativos, las mismas dictaduras y un siglo XX complejo, pero de todas maneras enriquecedores para poder disfrutar de la estatura de la actual república o los Estados Unidos Mexicanos.
En su perfil antropológico esta civilización es la síntesis de las culturas precolombinas mesoamericanas conocidas como Olmecas, Mayas, Teotihuacanos, Zapotecas y Mexicas o Aztecas. A lo que se le ha ido agregando españoles, ingleses, antillanos, norteamericanos, latinos de todas las latitudes y en la actualidad una emigración mundial con una población flotante de varios millones de seres humanos que llegan de turistas, trabajadores, comerciantes, estudiantes o simplemente de paso para otras naciones principalmente para los EE. UU.
Es decir, siempre ha habido migraciones desde los nativos mesoamericanos hasta los contemporáneos; por eso, los estudios sobre las diversas migraciones y poblamientos abundan entre los académicos mexicanos y extranjeros conocidos como americanistas. Al respecto tiene tanta valía el concepto de “culturas híbridas” en el tratamiento que le ha dado Néstor García Canclini para demostrar la compleja composición de estas culturas en el un largo proceso de diversas contribuciones y así poder hablar de identidades activas y en pleno desarrollo y no como algo quieto, estancado en el tiempo y ya definido (GARCÍA Canclini, Néstor. “Culturas híbridas Estrategias para entrar y salir de la modernidad”. Grijalbo. México. 1990).
En consecuencia, los actuales problemas y polémicas acerca de las migraciones hacia los EE. UU, las tensiones en su frontera, la complejidad de una economía con múltiples relaciones y autoalimentada por ambas partes, las controversias de cara al nacionalismo y el proteccionismo de Trump y sus aranceles, el Tratado de Libre Comercio entre Canadá, EE. UU y México, la producción, comercialización y exportación de marihuana, cocaína y fentanilo están a la orden del día en las agendas políticas y económicas y, es algo que no se puede resolver tan fácilmente en tiempos tan definidos. Las negociaciones puntuales son necesarias y así lo está realizando la actual presidenta Sheinbaum con equipos especializados y un discurso sereno, pero de pleno respeto por la soberanía de su país.
4. De Villa, Zapata y el porfiriato
“Pasan los años, tú recuerdo está en la historia
De Pancho Villa, que a su México dejo,
Y en su memoria con orgullo lo decía,
Acepto el reto, que la vida me marco
Fue Pancho Villa decidido y muy valiente,
Y su grandeza lo llevo hasta General…” (Chalino Sánchez.
(Descansa General https://www.musica.com/letras.asp?letra=2066347)
Caminando entre los museos, observando la iconografía incluso de algunas cantinas y restaurantes y la venta callejera de diversas imágenes nos va quedando una estela de sombreros, bigotes, metrallas, municiones, rancheras, gritos y lemas que ya son historia, elementos de la identidad nacional apreciados y consumidos por las actuales generaciones y los visitantes; lógico, al lado de la Virgen de Guadalupe y Frida Kalo.
Los pueblos indígenas precolombinos con sus dioses y guerreros, los héroes de la Revolución Mexicana, algunos dictadores y presidentes de la república federal ya están en el podio de la historia nacional y en la galería de las imágenes no sólo de los museos sino de la memoria de sus ciudadanos. Así como se habla de la Serpiente Emplumada y de Nezahualcóyotl, también Pancho Villa (Doroteo Arango), Emiliano Zapata y Porfirio Díaz están en todas partes.
Razón histórica tenía el gran educador y pensador José Vasconcelos cuando acuñó la bella, diciente y contundente frase “Por mi raza hablará mi espíritu” como lema de la UNAM, en la cual la consideración no es la raza en el sentido biológico, sino en el antropológico y sobre todo como lo estudió en su texto “La raza cósmica” (1925).
Hay tres personajes muy contemporáneos y cada uno de ellos hizo sus aportes a lo que hoy se admira como el gran México. Porfirio Díaz (1830-1915) y lo que se conoce como “El Porfiriato” durante su dictadura entre el 28 de noviembre de 1876 y el 25 de mayo de 1911, en el cual se combinan el autoritarismo y la represión política con las grandes realizaciones en materia de infraestructura y modernización que hoy son reconocidas por todo el mundo. A él prácticamente “la historia lo absolvió” y de manera curiosa, ligando su personaje a los hechos y líderes contrarios como lo fueron entre muchos revolucionarios Pancho Villa (1878–1923) y Emiliano Zapata (1879-1919) que contribuyeron de manera sustancial a la realización de ideales de independencia, soberanía, democracia, derechos y federalismo. Tanto El Porfiriato como la Revolución le han dado identidad y grandeza a México.
En este proceso histórico marcado por el surgimiento de las agrupaciones políticas modernas del siglo XX, ha sido muy importante el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) incubado en el Partido Nacional Revolucionario fundado por Plutarco Elías Calle el 4 de marzo de 1929 y en el Partido de la Revolución Mexicana fundado por Lázaro Cárdenas en 1946. De tal manera que el PRI gobernó hasta el año 2000, continuando con el Partido Acción Nacional de Vicente Fox y Felipe Calderón y, entre el 2000 y el 2012 la presidencia de Enrique Peña Nieto hasta 2018.
De ahí en adelante marcarán la pauta política y administrativa los progresistas con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Claudia Sheinbaum, ambos alcaldes de CMX y presidentes del país; por supuesto con realizaciones claras, pero también con críticas y oposición.
5. “Mi presidenta” y la justicia de los otros
“México es un país maravilloso con un pueblo extraordinario, somos una gran nación aquí crecieron culturas originarias que dieron al mundo el maíz, el cacao, el jitomate, que construyeron pirámides monumentales, que entendieron los astros la vida y la muerte como parte de un cambio constante, que nos dieron y siguen dando lenguas vivas como ninguna otra, que tejieron y tejen textiles con manos de mujeres artesanas que entrelazan con el alma y con la vida con culturas como la Maya…” (SHEINBAUN, Claudia. Discurso de posesión como presidenta. México. 2024)
Al dialogar con una empleada en el tradicional restaurante de Los Azulejos me expresó: “Estamos muy contentos con mi presidenta. Nos tiene creciendo al 5% y vamos para el 6% con la realización del Mundial de Fútbol”. Lógico, esta es una sensación generalizada porque las mayorías votaron por ella, la continuación del proyecto MORENA y la llamada “Cuarta Transformación”.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) “la economía mexicana creció un 0.6 % anual en el primer trimestre de 2025 y la meta es un crecimiento sostenido del 4.5 % anual” pero existen muchas perspectivas con los polos de desarrollo y el evento deportivo que se realizará en EE. UU, Canadá y México en 2026; pues habrá inversión, turismo, generará empleo e irradiará la economía en muchos sectores.
La Jornada laboral de 48 horas pasará a 40 sin reducir el salario mínimo, modificando el artículo 123 de la Constitución y la Ley Federal del Trabajo y la meta es para enero de 2030, con el fin que las empresas puedan adaptar su procesos y estructuras. Esto tiene contenta la población trabajadora y por supuesto preocupado al empresariado, pero existen acuerdos para su implementación. Es de elogiar que el actual gobierno mantiene mesas de trabajo permanentes con el empresariado con el fin de acordar políticas económicas para el desarrollo nacional y sortear los embates de la economía global.
Sin embargo, el sindicato de profesores está solicitando un aumento del 100% de sus ingresos, revisar el sistema de pensiones, el de ingreso y promoción. Esto ha llevado a paros y negociaciones que aún no terminan; pues la presidenta ha ofrecido mucho menos.
Se implementarán macroproyectos de desarrollo en 14 estados, para generar inversión, empleo y desarrollo integral vinculados al Tren Interoceánico con enfoque de bienestar social. Estos planteamientos tienen en expectativa toda la población y se espera modernización económica y desarrollo social.
Pero no todo es color de rosa. Las recientes votaciones para elegir jueces y magistrados y dizque democratizar el poder judicial, tuvo una baja participación, la mayoría de los electos son afines al partido de gobierno y esto ha traído críticas en dos sentidos: uno relacionado con el monopolio del ejercicio de la justica por parte de un partido y dos, la preocupación por el hecho de existir grandes regiones, delegaciones y estados en los cuales domina las mafias del narcotráfico y otros grupos ilegales; quienes cooptarían la aplicación de las leyes abiertamente para su beneficio. Al respecto es necesario ahondar en aquello de que la democracia es buena en principio, pero debe tener límites y condiciones, máxime en países donde las condiciones educativas y de inseguridad no puedan garantizar una calidad y una transparencia en el ejercicio de la justicia producto de la participación directa de sus ciudadanos. Será necesario esperar resultados para juzgar esta innovación.
6. Las calles de la historia y la sabiduría universal
“… A esta hora
los muros rojos de San Ildefonso
son negros y respiran:
sol hecho tiempo,
tiempo hecho piedra,
piedra hecha cuerpo.
Estas calles fueron canales…” (PAZ, Octavio. “Nocturno de San Idelfonso” https://www.poeticous.com/octavio-paz/nocturno-de-san-idelfonso?locale=es)
Durante los paseos por las calles, avenidas, anillos, viaductos, ejes y circuitos de la CMX se puede apreciar una arquitectura muy variada y llena de historia, donde los estilos, los usos, los colores y las formas dan a entender la articulación de tiempos y culturas que hoy exponen lo que es el México actual y su memoria histórica, con períodos muy definidos así: Prehispánica, Colonial, Moderna y Contemporánea. Desde su Centro Histórico, los museos, los castillos y las universidades hasta llegar a los centros empresarias, financieros, comerciales y residencias más sofisticados se siente estar caminando entre una larga y rica historia hasta las construcciones del denominado Primer Mundo norteamericano, europeo o asiático.
Los nombres de la infraestructura vial de la CMX denotan la simbiosis cultural de la ciudad y el país entre la memoria histórica precolombina, la época novohispana, la impronta de la revolución y la adopción del saber universal: Entre los calificativos nativos cabe destacar la Calle Tacuba que es la más antigua de América, la Avenida Chapultepec, el Bosque Chapultepec que es muy extenso, lleno de naturaleza y cultura para el real disfruto del ciudadano y los visitantes y la Calzada Tlalpan. Entre los nombres de los próceres están Hidalgo, Morelos, Benito Juárez, Emiliano Zapata, Madero, Lázaro Cárdenas, Alonso Obregón además de las icónicas Independencia, Insurgentes y Paseo de la Reforma. La designación con los nombres o apellidos extranjeros se refiere principalmente a los personajes de la cultura universal como Masaryk, Alemán, Franklin, Ámsterdam, Londres, Bucareli, Gutenberg, Homero, Moliere, París, etcétera.
7. De las rancheras a los Beatles.
“Tómate esta botella conmigo
Y en el último trago nos vamos
Quiero ver a qué sabe tu olvido
Sin poner en mis ojos tus manos
Esta noche no voy a rogarte
Esta noche te vas de a de veras
Qué difícil tener que dejarte
Sin que sienta que ya no me quieras”
(JIMENEZ, José Alfredo. “En el último Trago”. México. 1975)
No podía faltar una somera visita al templo de la música popular mexicana, la famosa Plaza Garibaldi. De entrada, hallamos un borrachito amanecido y dormido frente a unos avisos de grupos de mariachis, contiguo estaba la cantina “Mi Tenampa”, donde solían beber y cantar el gran José Alfredo Jiménez y su compinche Chavela Vargas. Aún son testigos los cantores a cuya memoria se han erigido las estatuas para seguir deleitando a todos los asistentes de todos los lugares del mundo: Manuel Esperón, Javier Solís, Jorge Negrete, Pedro Infante, Juan Gabriel y Lola Beltrán entre otros que nos han hecho gritar, amar y trasnochar.
Los boleros mexicanos en sus diversas variantes, las rancheras y los guapangos hacen parte de la educación sentimental y de las múltiples celebraciones de varias generaciones de latinoamericanos. Desde Agustín Lara hasta Vicente Fernández se pueden escuchar sus temas en cualquier parte; desde Manzanero hasta Cristian Nodal inundan las parrandas de México y el mundo. Pero también es necesario mencionar los clásicos tenores como Ramón Vargas, Javier Camarera, Fernando de la Mora y Rolando Villazón que suelen presentarse en los teatros más exigentes del mundo.
Al caminar por el Centro Histórico se escuchaban las rancheras de la revolución para que los turistas se tomaran unas fotografías bien ataviadas a lo mero macho revolucionario. Este testimonio un poco risible no esconde la memoria histórica de unos aires que dan cuenta de las alegrías, peripecias y valentía de las personas que con sus ejércitos de campesinos contribuyeron a un México soberano y libertario.
Me he quedado con las ganas de conseguir un Long pley del cantautor Álvaro Carrillo con sus propios temas y en su voz y su guitarra, pues ya es una joya de colección. Y dejé pendiente el Museo y Casa de Agustín Lara allá en Veracruz donde el eco de Toña La Negra me sigue endulzando el oído.
Por el momento se me cuela entre mis oídos el reguetón de todos los lados y rock eros muy especiales de México. Sé que nuestra Shakira logró 12 espectáculos sin parar y que pronto estará la paisa Karol G. Pero antes de dejar el teatro de los acontecimientos me pego para un homenaje a los Beatles interpretados por un grupo mexicano al frente del Palacio de Bellas Artes. ¡Qué hermosura! Y una asistencia intergeneracional, con mucha disciplina social, ovaciones y una ritualidad que rescata la música del amor y de la paz universales.
Para completar he encontrado una curiosidad literaria, ensayística y musical. El libro titulado “La novela bolero-latinoamericana” del Doctor de la UNAM Vicente Francisco Torres (El Centauro. México. 2008) que contiene abundantes referencias a las novelas, cuentos, ensayos e investigaciones que se han realizado en materia de boleros y música antillana. Por sus páginas también pasan los colombianos Lucho Bermúdez, García Márquez, Andrés Caicedo, Manuel Mejía Vallejo, David Sánchez Juliao, Carlos Arturo Truque y Humberto Valverde, al lado de los más connotados investigadores y cultores de la música mejicana y latinoamericana.
8. Husmeando entre las academias y las bibliotecas
“… Lo nuestro, lo de Anáhuac, es cosa mejor y más tónica. Al menos, para los que gusten de tener a toda hora alerta la voluntad y el pensamiento claro. La visión más propia de nuestra naturaleza está en las regiones de la mesa central: allí la vegetación arisca y heráldica, el paisaje organizado, la atmósfera de extremada nitidez, en que los colores mismos se ahogan compensándolo la armonía general del dibujo; el éter luminoso en que se adelantan las cosas con un resalte individual; y, en fin, para de una vez decirlo en las palabras del modesto y sensible fray Manuel de Navarrete: una luz resplandeciente que hace brillar la cara de los cielos…”
(REYES, Alfonso. “Visión de Anáhuac”. El Colegio de México. 1953)
Lo primero que me sorprende de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es su extensión, toda una ciudad universitaria, además con 25 sedes en el mundo. Su limpieza, organización, un multi campus libre de humo con una que otra persona tal vez consumiendo marihuana, la población LGTBIQ+ muy empoderada, unas paredes casi sin grafitis; pequeñas ventas de alimentos propiedad exclusiva de estudiantes organizados pero que no pululan, una multitud de estudiantes, profesores y funcionarios dedicados a la misión esencial de la academia; demasiados cursos, seminarios, eventos culturales y deportivos, congresos. Observé muchísimos vehículos dentro de su espacio … de profesores, empleados y estudiantes, con una gran organización y respeto por las normas de movilidad vehicular y los transeúntes; dada su extensión, su cultura y el nivel de vida de México, con un servicio interno gratuito de bus permanente. Pues allí casi todo es grstuito o muy barato, debido a las conquistas sociales y a la poderosa economía de esta nación.
En un contacto muy pasajero con la Facultad de Ciencias se evidencia la magnitud de sus programas académicos, varios institutos de investigación de punta, muchas líneas de investigación en temas muy disímiles e información acerca de varios colombianos que ingresan allí a cursar maestrías, doctorados y post doctorados.
En una breve relación con La Escuela Nacional de Trabajo Social de México se puede apreciar la importancia de la preparación académica para la intervención en diversas poblaciones y problemáticas nacionales e internacionales; particularmente nos dedicamos a investigar acerca del bienestar universitario en temas como bolsas de empleo, asesoría y apoyo al emprendimiento estudiantil, el sistema de becas, la asesoría ante las dificultades académicas en varios campos, el acompañamiento frente a los problemas de salud mental que prácticamente son los mismos nuestros: estrés, depresión, adicciones y tendencias suicidas.
Sin embargo, de todo lo anterior y mucho más, en el momento de esta visita era noticia en los periódicos y las redes que la UNAM “en cuanto a la calificación internacional, específicamente en el QS Word University Ranking, salió del top de las 100 mejores universidades del mundo, descendiendo del puesto 92 al 136”. Mientras el Instituto Tecnológico de Monterrey se mantiene entre las mejores 200 universidades del mundo, la mejor de México y la cuarta de América Latina.
Con el fin de cotejar solo en parte con el sector privado de la educación mexicana visitamos una de las dos sedes de la Universidad de La Salle y constatamos su magnífica organización y, claro, los altos costos, pero menos que el MIT, la Iberoamericana y la Anáhuac, entre otras. Es decir, la pública es gratuita, pero obedece a una selección rigurosa y la privada es para élites adineradas, pero también requiere condiciones académicas bastante exigentes para su ingreso. En La Salle existe un impulso a la utilización de la Inteligencia Artificial para tratar cuestiones relacionadas con el marketing, la innovación, la sostenibilidad ambiental particularmente las condiciones del urbanismo, el reciclaje, el diseño arquitectónico, el desarrollo humano y profesional; temas a los cuales le colocamos particular atención.
Frente al sector primario, secundario público y lo que se denomina “la pre” (nivel preparatorio para el ingreso a la superior) hay opiniones muy encontradas frente a la calidad en comparación con las instituciones privadas. Muchas personas se quejan de la constante ausencia de clases por los paros de los docentes, que han llegado hasta cuatro meses. Ahora, luego de 22 días de ocupación de la plaza del Zócalo en el Centro Histórico, la organización sindical docente ha evidenciados desgastes y se conocen críticas incluso de corrupción, se han enfrentado a la presidenta Sheinbaum por diferencias cuantitativas en sus peticiones salariales y otros beneficios; sin embargo, de la influencia política que tradicionalmente ha tenido el sector docente en México.
En este paso por las academias hemos llegado a la Academia de Historia y Geografía de México un lugar un poco abandonado, hoy en las manos privadas de un señor belga que alquila sus instalaciones para diversos eventos y que lo está reconstruyendo; pues fue creada entre 1921 y 1925 y ya está un poco en desuso. Mientras la Academia de Historia de México fundada el 12 de septiembre de 1919 y que es correspondiente de la Real Academia de Historia de Madrid, está en pleno ejercicio bajo la dirección del Dr. Javier Garciadiego Dantán, reconocido investigador del Centro de Estudios del Colegio de México y Josefina Zoraida Vásquez Vera que es miembro correspondiente en el extranjero y es atendida por dos magníficas secretarias.
Las publicaciones más recientes de este centro de estudios son: “La sede de la Academia Mexicana de la Historia: una fachada del siglo XVIII Historia y propuesta de restauración” (Secretaría de Educación Pública de México. 2019) de Oscar Marín y Francisco Pérez de Salazar quienes nos sumergen en el proceso histórico, museográfico, estético y arquitectónico desde la fachada de la casa de las Capuchinas hasta la estructura y el diseño de 2019. “Discursos de ingreso y bienvenida 1919-2009″ (Secretaría de Educación Pública de México. 2010) obra coordinada por Gisela von Wobeser, donde se hallan las ponencias y las respuestas de los académicos, según la cronología y los sillones correspondientes, además con versión en CD. “Academia Mexicana de la Historia 100 Años” (AHM. 2019) obra coordinada por Elisa Speckman Guerra, Gisela von Wobeser y Javier Garciadiego que es un bellísimo texto con escritos, manuscritos, fotografías, personajes, mapas y una matriz supremamente organizada donde se registran y catalogan académicos, fechas, sillas, intervenciones, publicaciones y registros estadísticos de ingresos y edades de los académicos. “Memorias de la Academia Mexicana de la Historia” que va en el Tomo LXIII del 2024 y las constantes publicaciones monográficas de estudios e investigaciones de sus miembros. En las calles y puestos de revistas de Ciudad de México se pueden encontrar ejemplares muy curiosos de la revista “Relatos e historias en México” que va en el año X, bajo la dirección de CONACULTURA, INAH y la SEP para completar la circulación académica y popular del conocimiento de la memoria histórica del país.
Hace algún tiempo tengo como costumbre ver el programa televisivo del escritor, periodista y editor mexicano y Rafael Pérez Gay denominado “La otra aventura” que está dedicado a la literatura universal, pero también en especial a la mexicana y a sus novedades, en el cual se advierte la proliferación de escritores y editoriales del país azteca. Suele grabar en sitios culturales emblemáticos y esto nos atrae demasiado, pero además dada la dedicación del bibliófilo y su locuacidad. Buena preparación esta, justo antes de aterrizar en los espacios bibliográficos y culturales del país.
Apeados así y motivados desde hace muchos años hemos llegado a “La Capilla Alfonsina”, un centro cultural muy familiar, acogedor y para sabiondos, dada la colección de los libros, traducciones, ediciones, estudios, periódicos, fotografías, pinturas y objetos personales del altar de la cultura de Don Alfonso Reyes, admirado por Borges, Paz y los demás intelectuales de América, España y París. Prosiguiendo en los altares del saber era imperdible la visita a la “Casa Museo de Marie José y Octavio Paz” donde están sus atavíos para la recepción del Premio Nóbel de Literatura el 11 de octubre de 1990. En esa tónica continuamos con la visita a la Biblioteca Privada de Alí Chumacero que contiene 45 mil ejemplares al servicio público, la Biblioteca Privada de Enrique González Martínez quien además de gran prosista le sirvió demasiado a la patria en la cultura y la educación y por último la Biblioteca Privada del escritor y hombre pública Carlos Monsiváis.
Curiosamente no pudimos dedicarnos a encontrar las huellas de nuestro admirado poeta nacional Barba Jacob, sin embargo !vaya sorpresa! Fue en un pequeño puesto de libros cerca de la Biblioteca de México donde hallamos un ejemplar ya vetusto de una antología suya. Tampoco pudimos encontrar los pasos del bardo tolimense Germán Pardo García de quien hace muchos años recibiría los ejemplares de su periódico-revista literaria publicada allí. No quedaba más que pedirle orientación al conductor y al ChatGPT para buscar el antiguo centro de reclusión del novelista y poeta Álvaro Mutis, del que sí teníamos conocimiento anticipado de su presidio por aquel texto titulado “El Diario de Lecumberri” y, en efecto recalamos en un ahora palacio de la cultura nacional dedicado al Archivo General de la Nación, pero que fue la cárcel de máxima seguridad por muchos años y donde estuvieron presos políticos muy famosos junto a otros delincuentes. Allí estaban las fotografías y los nombres de José Revueltas, David Alfaro Siqueiros, Demetrio Prieto y una larga lista de militantes de diversas organizaciones de izquierda. Pero nada relacionado con el creador de Maqrol El Gaviero.
Gabo si está por todas partes y ubicamos la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez ubicada en Fuego No. 144, Colonia (barrio) Jardines del Pedregal y Ayuntamiento (alcaldía) Álvaro Obregón de la Ciudad de México (CDMX). Un área de lujo y seguridad donde la gloria del colombiano le permitió vivir en México para escribir muchas de sus grandes obras y morir allí; gloria que reclamamos y compartirnos ambas naciones.
Librerías por doquier, pero solo visitamos las del Fondo de Cultura Económica de México que ya sabíamos se le debe a un insigne emigrante de la Guerra Civil Española como José Cossío Villegas y cuya sede bogotana es admirable; la editorial y librerías Porrúa fundadas por los hermanos Porrúa Estrada recordada por que gracias a ellos leí mucha filosofía en mi juventud; por último, es bueno registrar el paso por las librerías Gandhi que desde 1971 contribuyen a la cultura mexicana e internacional.
9. El Chapo, Pablo y las drogas
“… la cultura no está en los libros, ni en las pinturas, ni en las estatuas, ni en la danza, está en los nervios y en la fluidez de los nervios, en la fluidez de los órganos sensibles…” (ARTAUD, Antonín. “En el país de los Tarahumaras”, https://fcede.es/site/es/libros/detalles.aspx?id_libro=696 )
Lo que no podía faltar… muy temprano el conductor de Uber que me llevaba a conocer el barrio y la casa donde vivió y murió nuestro Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, que también lo reclaman los mexicanos, de inmediato me inquirió acerca de la figura y vida del narcotraficante antioqueño Pablo Escobar Gaviria, más no de Gabo, notando cierta admiración por las destrezas del capo, reconociendo su valentía y llevándome en la conversación hasta el personaje mexicano del Chapo Guzmán, su hijo, sus secuaces y una serie de decires al respecto: Que mandaban en territorios y estados completos, construían puentes, casas, canchas, escuelas y templos. Que les enviaban la droga necesaria a los consumidores norteamericanos. Que gobernantes anteriores a AMLO los tenían dizque controlados por que les respetaban su negocio y su territorio, prohibiendo que los otros se introdujeran en sus dominios; pero que en la actualidad eso no se respeta y por eso ha llegado la guerra fratricida entre carteles. Que existen muchos colombianos implicados aquí y en Suramérica como socios de los negocios ilícitos. Y que Chespirito y su combo fue invitado a sesiones privadas de humor a una finca de los Rodríguez Orejuela reconocidos narcotraficantes del Cartel de Cali.
En estos términos del relato se reconocen varias categorías de inmigrantes colombianos a estas tierras: los que llegan a trabajar sanamente como asalariados, comerciantes, empresarios e incluso mujeres prepago. Los turistas que visitan mares, costas, isla, balnearios, ciudades cosmopolitas y pueblos mágicos como en las descripciones de Juan Rulfo. Los estudiantes, profesores, artistas e intelectuales que consideran a “CMX el París de Latinoamericana”. Los aventureros emigrantes que han pasado y siguen intentando llegar por el hueco o el río “en busca del sueño americano”, ahora groseramente truncado por Trump. Y los que vienen a trabajar con los narcos aquí o en sociedad para traer droga de Suramérica vinculados al Cartel de Sinaloa e incluso exmilitares mercenarios como lo registran las noticias de este año.
La producción, comercialización, consumo y atracción por el mundo de las drogas es milenario en el territorio y la cultura mexicanos por nacionales y extranjeros. El mezcal entre los indígenas y curiosos de otras latitudes para viajar mentalmente o simplemente libar, el uso del LSD en sus formas más naturales, el consumo ritual de la “baba de rana” por los nativos para espiritualizar sus ceremonias como aparece en las esculturas del Museo de Antropología. El consumo de marihuana en un espacio más o menos legalizado en un sitio del Paseo de la Reforma, producto de la reubicación ya que inundaban de humo los alrededores del parlamento. La actual producción y exportación de fentanilo e incluso su consumo local yq que se observan carteles y grandes vallas con llamados a la prevención como “el fentanilo mata”. Sin embargo, los habitantes de calle no son tan comunes como en Bogotá y otras ciudades de Colombia, aunque algunos merodean por el Centro Histórico y seguramente por ciertos barrios considerados muy peligrosos.
De todas maneras, este tema ha dado para una gran literatura de acuerdo con los relatos de las experiencias de Allen Ginberg y sus “Cartas del yagé” (1963), Carlos Ricardo en “Los cuadernos del peyote” (1956), “Las enseñanzas de Don Juan” que embrujaron todo un continente (1968) de Carlos Castaneda, “El conocimiento por los abismos” (1961) de Henri Michaux, Michael Harner y “La senda del Chamán” (1980), Jeremy Narby con “La serpiente cósmica” (1998), la relación entre María Sabina y The Beatles y “Los tarahumaras” (1945) de Antonín Artaud.
En una sesión del programa televisivo “La otra aventura” dirigido y presentado por Rafael Pérez Gay se ha hecho referencia extensa a lo que hoy en México se denomina “narco literatura” y a las investigaciones de los cientistas sociales sobre el tema y, la bibliografía es abundante y actualizada. Pero consideramos que la novedad en materia de “poéticas de la violencia” se encuentra en el texto colectivo titulado “Ficciones Liminares: narrativa mexicana de inicios del siglo XXI” (VIZCARRA, Héctor Fernando y VELÁSQUEZ, Armando Octavio editores. UNAM. México. 2021) joya que conseguimos en la librería Alejandro Rossi! De EDUCAL.
10. Monsiváis y la bandera arco iris
“Carlos Monsiváis fue excéntrico e ingeniosos hasta para nombrar a sus gatos (Miao Zedong, La Gata Christie, Rosa Luz en Burgo), pero una de sus excentricidades más ingeniosas consistió en ser un intelectual independiente en México. (BARAJAS, Rafael. “El intelectual de las causas perdidas”. En: “Nostalgia de Monsiváis. Siglo XXI Editores. México. 2025.p.39)
No solo en muchas casas y pequeños edificios se ve ondear la bandera arcoíris del orgullo gay, está en los grandes edificios públicos y privados, lo que demuestra el avance que ha tomado esta corriente y el empoderamiento de la población LGTBIQ+, incluso se ven algunas consignas en ciertas paredes de grupos “más papistas que el Papa”; pues denuncian a la presidenta Sheinbaum por no ser lo suficientemente feminista; sin embargo la gran mayoría de la población se siente orgullosa de tener por primera vez una mujer en la presidencia de la república, en un país marcado por el machismo tradicional.
A este respecto es importante registrar que la última novedad bibliográfica es la obra colectiva dedicada a la memoria del gran escritor mexicano Carlos Monsiváis, homosexual reconocido por adherirse a todas las causas de los grupos minoritarios de la sociedad y por ser partidario de AMLO y Sheinbaum, pero recientemente fallecido. Era un intelectual que escribía sus temas dentro de géneros muy híbridos, combinando el reportaje, el artículo, la crónica, el ensayo, la poesía y la narración acerca de la cultura popular mexicana. Por sus páginas profundas pero divertidas, cargadas de humor ácido, pasaban el bolero, la ranchera, las telenovelas, el cine, la literatura, las llamadas “causas perdidas”, el mayo del 68, la política y por supuesto sus gatos como amores constantes y testigos fieles de sus cavilaciones diarias.
Fue reconocido por Octavio Paz y el resto de los intelectuales de su país. Varias universidades lo homenajearon con el “Doctorado honoris causas perdidas” dado su talante extrovertido y militante, como se puede ver en sus columnas denominadas “Para documentar nuestro optimismo”, “Consultorio de la doctora Ilustración” y “Por mi madre, bohemios” y, por supuesto en sus 60 obras entre las cuales las más conocidas se titulan “Días de guardar”, “Los rituales del caos” y “Amor perdido”.
Recientemente tuve noticias de que había roto hace mucho tiempo con la Revolución Cubana, entre otras cosas, por el tratamiento que esta le daba a los intelectuales particularmente a los homosexuales como Reinaldo Arenas, a quien ayudó a salir de la isla como a muchos otros escritores.
Ciudad de México tiene una gran “Zona Rosa” la que “Monsi” solía visitar con sus amigos y, algunos conductores me infirmaron acerca de la plena libertad que existe allí para estos grupos humanos diversos. En la UNAM y otras instituciones académicas existen muchos cursos, seminarios, líneas de investigación y doctorados en temas de género, aunque también se ven varias posiciones de “crítica al wokismo”, a los feminismos totalitarios y al género como ideología.
Coda final: Viridiana y Loren
“… tu cuerpo, del mar juguete nave al garete
Venían las olas lo columpiaban
Y mientras yo te miraba
Lo digo con sentimiento
Mi pensamiento me traicionaba…”
(LARA, Agustín. “María Bonita”. México. 1947)
En la oficina de mis anfitriones está la suma de la mujer de la ciudad de México, pues en otras regiones abundan propiamente las indígenas y, en este caso, es de resaltar que la mayoría de las personas son mestizas con un tono cargado de las formas y los colores de los nativos ancestrales. Pero existe una marcada diferencia entre las mestizas que abundan en la mayoría de las colonias o barrios de CMX, con las blancas de perfiles definidos que se ven normalmente por Polanco y Santafé, entre otras zonas exclusivas y universidades de élite como la Iberoamericana, la Anáhuac y La Salle.
Antes de la presidenta Doctora Sheinbaum existen unas mujeres consideradas icónicas no solo para la historia y la cultura de México, sino también para Latinoamérica: La Malinche y sus varias acepciones de sentido tanto en el amor, el mestizaje y la traición. Carlota como símbolo de poderío imperial, derrotada ella y su marido Maximiliano de Habsburgo por los nacionalistas mexicanos, pero venerados ambos en los museos sobre todo en el Castillo de Chapultepec. La Virgen de Guadalupe o la Virgen Negra, cual muestra de la simbiosis entre la cosmovisión indígena y la teología católica, que funciona muy bien como dispositivo de dominación ideológica y telón de fondo espiritual para millones de feligreses. Sor Juana Inés de la Cruz, gran poeta mística y pionera del feminismo en América. Adelita símbolo femenino revolucionario, que sigue siendo adorada así se haya ido con otro. María Félix, María Bonita o La Doña esposa de Enrique Álvarez, Raúl Prado, Agustín Lara “El feo de oro”, Jorge Negrete el del falsete y Alex Berger, coronada en el imaginario y los relatos populares de las películas y los boleros. Frida Kalo que, con sus grandes cejas, su bigote y su leyenda estética y amatoria sigue enamorando a los Riveras, Troskis y Chavelas de todos los tiempos y lugares. Chavela Vargas que sigue acompañando tenidas de bohemia por todo el mundo con su magnífica entonación para la ranchera amorosa y nostálgica. Me permito agregar a Remedios Varo una pintora surrealista, misteriosa, llena de raíces, telarañas, fauna y flora muy propias de su imaginación.
Ahora me detengo a admirar y parlar con Viridiana acerca de la película homónima del gran cineasta español-mexicano Luis Buñuel, aquel que dio a luz “Un perro andaluz”, “Ese obscuro objeto del deseo”, “El discreto encanto de la burguesía” y tantas otras cintas memorables. Aún recuerdo cuando leía sus memorias tituladas “Mi último suspiro” y cuando afirmaba que “Gracias a Dios soy ateo”. En este encanto encuadra mi admiración por Viridiana esa bella mestiza que halle en la tienda de mis primos.
Pero el otro extremo lo encuentro en Loren, la otra dama que me recuerda a Sofía Loren y a Marcelo Mastroniani; aunque ella no tenía ninguna noticia de los dos ni de sus películas; pero es una fiel representante de esa cultura blanca de ojos claros que también se pasea por la ciudad de México.
Hoy todos esperamos demasiado de la MORENA para que ni la mujer, ni el pueblo, ni la izquierda, ni la nación, ni Latinoamérica pierdan una batalla más en medio del caos contemporáneo, las amenazas de Trump y la guerra comercial, el asedio de las mafias, la presencia horrorosa de las drogas, el terrible feminicidio, el desprestigio del progresismo en Latinoamérica y las diferencias sociales por saldar. Gracias primos, gracias “México Lindo y Querido”.
Bibliografía
CALVINO, Ítalo. “Bajo el sol jaguar”. Tusquets. Barcelona. 1996
DEL PASO, Fernando. “Noticias del Imperio”. Diana. México. 1987
BUÑUEL, Luis. “Mi último suspiro”. Plaza y Janés. Barcelona. 1982
PAZ, Octavio. “Obras Completas”. FCE. México 2014
CAMARENA Ocampo, Mario y VILLAFUERTE GARCÍA, Lourdes Coordinadores. “Los andamios del historiador: Construcción y tratamiento de fuentes”. Archivo General de la Nación. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México.2001
ANHM. “Discursos de ingreso y bienvenida 1919-2009″. Secretaría de Educación Pública de México. coordinada por Gisela von Wobeser. 2010
MONSIVÁIS, Carlos. “Días de Guardar”. Era. MÉXICO. 1970
…………………………… “Los rituales del caos”. Era. MÉXICO. 1995
…………………………….. “Amor perdido”. Era. México. 1977
Autores varios. “Nostalgia de Monsiváis. Siglo XXI Editores. México. 2025.
TORRES, Vicente Francisco. “La novela bolero-latinoamericana”. El Centauro. México. 2008
PAZ, Octavio. “Sor Juana Inés de la Cruz o las Trampas de la Fe”. FCE. México. 1982
Autores varios. “Academia Mexicana de la Historia 100 Años”. AHM. Coordinada por Elisa Speckman Guerra, Gisela von Wobeser y Javier Garciadiego. México. 2019
VIZCARRA, Héctor Fernando y VELÁSQUEZ. “Ficciones Liminares: narrativa mexicana de inicios del siglo XXI”. Armando Octavio editores. UNAM. México. 2021
CIFUENTES, Francisco. “Otredad y Soledad en la Obra de Octavio Paz”. Universidad Santo Tomás de Aquino. Bogotá. 1985
Hemerografía
Periódicos: El Universal, Excélsior, La Jornada, Milenio y Reforma
Revistas: Revista de la UNAM, Perspectiva Global, Gaceta UNAM, Punto de Partida Cultura UNAM, Relatos e Historias en México y Memorias de la Academia de Historia de México.
Francisco A. Cifuentes S. Licenciado en Ciencias Sociales Área Mayor Historia de la Universidad del Quindío (Armenia). Especialista en Cultura, Educación y Pedagogía de la Universidad Javeriana (Bogotá). Especialista en Gerencia Cultural de la Universidad Colegio Mayor del Rosario (Bogotá). Máster en Filosofía Latinoamericana de la Universidad Santo Tomás de Aquino (Bogotá) y Máster en Planeación Social y Económica de la Universidad Santo Tomás de Aquino (Bogotá). Es Miembro de la Academia de Historia y del Consejo de Patrimonio Cultural del Quindío. Trabaja en la Universidad del Quindío.
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