La ANDI se acomodó al proceso de desindustrialización y hoy interpreta mucho mejor los intereses de sectores asociados a la especulación y al rentismo que a los de la producción. La ANDI sufre de una ceguera ideológica, al parecer por un severo adoctrinamiento neoliberal, que no le permite ver el fracaso que han tenido las propuestas que viene presentando como soluciones al desempleo estructural y a la elevada informalidad laboral que nos acompaña desde hace décadas.
En una entrevista realizada el pasado 2 de julio a su presidente Bruce Mac Master, por el periódico El Tiempo[i], señala que la reforma laboral que apruebe el Congreso de la Republica debe tener cinco prioridades
“Primero, generar empleo. Segundo, protección social a los trabajadores. Tercero, reducción de la informalidad. Cuarto, aumento de la productividad del trabajo. Quinto, modernización del mundo laboral”.
Ante la pregunta sobre el origen de la informalidad laboral el presidente de la ANDI señala
“Muchos estudios demuestran que una de las causas de la informalidad son los costos asociados al trabajo. Especialmente los que no recibe el trabajador, parafiscales o prestaciones sociales”
Las estrategias de generación de empleo y de formalización laboral reduciendo costos laborales, que recortan ingresos del trabajador, o eliminando costos laborales asociados a la seguridad social, fueron implementadas en las reformas laborales y tributarias aprobadas por el Congreso de la Republica desde inicios de los años 90, que la ANDI parece haber olvidado, incluyendo el fracaso de sus resultados en términos de empleo y de formalización laboral.
Recordamos que la ley 50 de 1990 no solo flexibilizó la contratación laboral, sino que redujo ingresos directos del trabajador al eliminar la retroactividad de las cesantías, la ley 789 de 2002 redujo ingresos laborales al disminuir los recargos nocturnos, en dominicales y festivos, y las indemnizaciones por despido injusto. En diciembre de 2012 el Congreso de la República aprobó la Reforma Tributaria 1607 que eliminó los aportes empresariales en salud equivalente al 8,5% de la nómina, así como el 3% al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el 2% de los aportes al SENA, para un total de un 13,5%. Los recortes en los recargos les representaron a los empleadores unos ahorros cercanos a los $8 billones anuales, y la eliminación de los aportes en salud, ICBF y SENA unos $20 Billones. Pero los indicadores laborales del país no mejoraron.
Finalmente, Bruce Mac Master plantea, como solución a los problemas del desempleo y la informalidad, hacer una reforma laboral siguiendo los lineamientos de la Misión de Empleo dirigida por el economista del Banco Mundial, el mexicano Santiago Levy.
El informe de la Misión Levy[ii]: un refrito neoliberal
La Misión de Empleo del gobierno anterior, o sea la Misión Levy, no introduce ningún argumento nuevo a los reiterados durante más de 30 años por parte de los economistas neoclásicos que le han dado forma a la política laboral del país.
La Misión Levy, por ejemplo, hace un “novedoso descubrimiento” al encontrar que la mayor parte del empleo de nuestro país se crea en las micro y pequeñas empresas, las que a su vez adolecen de una baja productividad, a diferencia de las grandes empresas en las que la productividad es alta. En consecuencia, la Misión Levy plantea que se deben trasladar trabajadores de la microempresa a la gran empresa, pero encuentra un obstáculo: la protección social. Por ello en las propuestas finales recomiendan reducir los costos relacionados con el sistema de protección social para promover el empleo y la formalización laboral.
Por otra parte, la Misión Levy en materia salarial insiste en un despropósito al señalar que el salario mínimo es el responsable de la informalidad por ser demasiado alto. Al respecto afirma:
“la alta informalidad y el tamaño pequeño de la mayoría de las empresas que caracteriza a Colombia reduce la eficacia redistributiva del salario mínimo y genera disyuntivas difíciles de política pública. Si bien ayuda a los trabajadores de bajos ingresos cuando obtienen un empleo formal, su nivel actual dificulta que otros puedan acceder a la formalidad, en particular aquellos que tienen ingresos aún menores”
La Misión Levy propone reducir no solo costos asociados a la seguridad social, sino también costos asociados a los ingresos salariales. Es decir, seguir aplicando teorías económicas, que ya fracasaron, en un ciclo descendente de las condiciones laborales de los trabajadores. ¿Existe algún limite en esta carrera hacia el fondo de la precariedad laboral?
Lo cierto, es que el desempleo y la Informalidad laboral son consecuencias de un modelo de desarrollo desindustrializado y primario exportador que se ha fortalecido bajo la lógica de las políticas neoliberales.
El camino de la industrialización
No es recortando ingresos laborales y las contribuciones de los empleadores a la seguridad social el camino que recorrieron hacia la industrialización los países europeos, los Estados Unidos y más recientemente los países asiáticos como Japón, Corea o China.
Los países que se industrializaron empezaron construyendo una infraestructura básica, se necesitaron caminos, carreteras, vías fluviales, y ferrocarriles en un sistema integrado; producción y distribución de energía; y comunicaciones, como condición previa para los parques industriales, para la mecanización de la agricultura, y para la producción y el procesamiento de alimentos. La infraestructura es la correa de transmisión de la economía, y si ésta es eficiente produce algo determinante en la economía que se llama productividad.
Un ejemplo europeo es Alemania que tiene conectada las vías fluviales, en especial el río Rin, con carreteras, puentes, líneas de ferrocarril, puertos interiores, y autopistas. Otro ejemplo más cercano es la propuesta de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, para reconstruir la economía mundial, que busca conectar a todos los continentes con carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos, canales, puentes y túneles con el propósito de hacer mejoras en la productividad económica del planeta.
En todo proceso de desarrollo industrial se necesita crear un mercado, con apoyo del Estado, para poder comercializar la producción. Sin mercado no se puede vender lo que se produce.
Los países que han hecho transito a sociedades industrializadas se han basado en tres pilares: Estabilidad política, paz social y desarrollo de Infraestructura. El presidente Petro ha dicho que mientras haya violencia y confrontaciones armadas es difícil pensar y construir un ferrocarril. La infraestructura y el mercado son bienes públicos, pero adicional es función del Estado regular el comercio y el flujo de bienes. El mercado hay que construirlo secuencialmente, no es algo que se crea de manera mágica.
El mercado se basa en una estructura que tiene como punto de partida el de las sociedades agrícolas. Es decir, los llamados mercados protoindustriales, que son cruciales en este proceso, para atraer la población rural a las manufacturas.
El mercado protoindustrial contribuye a crear una red de distribución que sirve de base a la industria ligera en masa, y esto a su vez ayudará al desarrollo de grandes industrias que incentiven la demanda de bienes de capital, de la llamada industria pesada, que es el sector de máquinas herramientas, que a su vez suministra equipos agrícolas para incrementar la productividad de los productores del campo.
La industrialización y la creación de mercados siempre se acompañaron de mejoras salariales y de las condiciones laborales de los trabajadores para formar la demanda necesaria que permita la realización de la producción, de sistemas educativos para preparar a la fuerza laboral con los perfiles requeridos, y de una atención médico – sanitaria de acceso gratuito.
La industrialización, como base del desarrollo económico y social de un país, es un esfuerzo que debe involucrar tanto al gobierno nacional como a los gobiernos territoriales.
La posición de la ANDI, que en el pasado representó los intereses de los industriales de las manufacturas, es contrario al desarrollo industrial y productivo del país. Por ello la ANDI se comporta como los antiguos griegos que, cegados por sus dioses, se arrojaban al vacío de la perdición.
El antiguo proverbio griego que decía “Los Dioses ciegan, a los que quieren perder” hace referencia a la desmesura del orgullo y la arrogancia que impulsaba a los hombres mortales a transgredir los límites impuestos por los dioses. En el caso de la ANDI es el exceso que conlleva a quebrantar las leyes del desarrollo económico. La precedente Asociación Nacional de Industriales –ANDI- es, quien los creyera, el principal obstáculo para el desarrollo industrial del país.
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[i] https://www.eltiempo.com/economia/sectores/las-cinco-propuestas-para-la-reforma-laboral-que-sugiere-la-andi-782605
[ii] https://www.misionempleo.gov.co/Documentos%20compartidos/Informe_Final_Doc_Diagnostico/Reporte_ejecutivo_Mision_de_Empleo.pdf?utm_source=Mision&utm_medium=web
Carlos Julio Díaz Lotero
Foto tomada de: ANDI
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