• Desde el sur
  • Sur global
  • El sur posible
  • Archivo Revista Sur
  • Video
  • ESPECIAL SOBRE BOGOTÁ
  • SUR COOPERANDO

Corporación Latinoamericana Sur

  • INICIO
  • NOSOTROS
    • Quienes somos
    • Qué hacemos
    • Nuestro Equipo
  • TEMÁTICAS
    • Participación y cultura política
    • Paz, Desarrollo Social y Postconflicto
    • Jovenes
    • Victimas
    • Salud
    • Derechos humanos
    • Democracia y ciudadania
    • Ciudades Equitativas – Territorios Equitativos
  • Publicaciones
  • Contáctenos

El disfrazado anuncio de “la solución final” para Palestina

7 julio, 2025 By Álvaro Hernández V Leave a Comment

PDF
Imprimir
Si alguien necesitaba prueba de cómo desde el principio existe un plan secreto para expulsar hasta el último palestino del territorio que les concedió la ONU en 1947, y convertirlo en territorio judío, necesita leer la noticia que publica el Financial Times este lunes 7 de julio, recordar lo que sobre el mismo asunto dijo Donald Trump el 5 de febrero en la Casa Blanca delante de Benjamín Netanyahu, y sumar el silencio cómplice de la prensa occidental sobre ese plan que en el derecho internacional es delito de genocidio.

Delito que el silencio aplaude.

Informa el FT que el personal de trabajo del ex primer ministro británico Tony Blair (primera pista de realidad política y financiera del plan) habría participado en el proyecto “GAZA RIVIERA” que proyectó el Boston Consulting Group en un memorándum que fue presentado a inversionistas, para ejecutarse una vez Israel tome el control total y definitivo de Gaza. La imagen de la maqueta conceptual que ilustra el artículo no es menos ambiciosa en diseño y costos que los paraísos construidos en Dubái y Abu Dhabi.

No era la idea descabellada de un gobernante disparatado, sino el plan más serio del capitalismo occidental convertido al sionismo para el oriente medio. Es la más descarada y terrible formulación del principio de la SOLUCIÓN FINAL para los palestinos, del mismo modo que la Endlösung lo fue para los judíos en la Alemania nazi.

Esta vez ocurre en las narices de todos – mientras los nazis lo hicieron a escondidas –, presentando como One big and beautifil proyect para millonarios occidentales que no podrá realizarse en la Franja de Gaza, hasta que la maquinaria de guerra israelí que sigue a los tanques invasores no concluya la explanación del terreno que ocuparon casas, edificios, hospitales, escuelas, colegios, centros religiosos, y todo lo que durante siglos construyó un pueblo llamado palestino.

El soberbio Trump había declarado con franqueza: “Veo una posesión de propiedad de largo plazo, y la veo trayendo una gran estabilidad a esa parte de medio oriente y tal vez de todo el medio oriente, y todos con los que he hablado – ésta no es una decisión a la ligera – a todos les encanta la idea de que Estados Unidos sea dueño de ese pedazo de tierra”.

Y allí mismo propuso que los palestinos de Gaza no pueden regresar, porque deben ir a Líbano, Jordania y Egipto, declarándose confiado en que convencerá sus gobiernos para que los acojan.

Más claridad, imposible.

Que USA se apropie de Gaza no incomoda a Netanyahu, porque desde los años cincuenta la dirigencia del partido demócrata y republicano se convirtió al sionismo, una realidad política confirmada por el apoyo tenaz bipartidista que Israel ha recibido en el Congreso desde entonces. Y no hay que sorprenderse porque todos los gobernantes norteamericanos – con excepción de J.F. Kennedy – fuesen militantes del judaísmo. Unos más que otros sin importar que hayan sido protestantes, como lo confesó paladinamente Joe Biden mientras gobernaba y enviaba bombas para arrojar en Gaza: “no es necesario ser judío para ser sionista”.

Una confesión que no avergonzó a ningún medio internacional o colombiano; dado que los medios internacionales de sintonía masiva militan en la causa judía, cuando no son de su propiedad, como ocurre modestamente con la revista Cambio, y varios periodistas de otros medios o canales locales. A consciencia están de un lado de la confrontación, y beben aguas arriba del cordero al que acusan de ensuciar el agua a los sionistas. Son los fariseos del Nuevo Testamento y los Pilatos de la pasión de Cristo.

El reconocimiento público de Trump de que USA codicia ser “dueño de ese pedazo de tierra”, revela sin tapujos que esa potencia ya trabaja sobre la perspectiva de que Gaza pronto será suelo arrasado; y que no siendo una ocurrencia suya, está decidido que Palestina desaparecerá como país, y que su gente está sentenciada a la expulsión de esa Franja.

Por lo pronto, los palestinos de Cisjordania quedan en lista de espera.

Y Benjamín Netanyahu es el hombre indispensable para llevar el plan a un punto de no retorno, con la demolición continua de los asentamientos palestinos en Gaza, y la extinción sistemática de su población, sin encontrar oposición significativa.

El tipo supo aprovechar la coyuntura que preparó el infantilismo terrorista de Hamas con el asalto sangriento del 8 de octubre de 2023, y en dieciséis meses ha asesinado cerca de 70.000  palestinos; una cifra pavorosa que quizás iguala al total de los asesinados por Israel desde 1948, y convirtió en refugiados internos a 1,9 millones según datos de la UNRWA, creada por la ONU en 1949 para atender refugiados en Oriente Próximo, la agencia a la que Trump le suspendió toda ayuda, respaldando a Netanyahu que la acusó de cómplice del terrorismo.

En mi opinión, la “solución final palestina” necesitaba de un acto masivo de sangre contra Israel, para justificar “el derecho de Israel a defenderse” sin medida, sin control y sin misericordia. Los herederos del Holocausto aprendieron a odiar… y de nuevo se han hecho odiar.

¿Cómo pensar que el Mossad y la CIA le siguen los pasos a los jefes militares palestinos en Cisjordania – y los asesinaron cuando necesitaron –, a los comandantes iraníes, jordanos o sirios – y los asesinaron –, a los jefes de Hamas en el pasado en Gaza – y los asesinaron –, recién mataron a comandantes militares y científicos en sus camas en Irán; pero no se dieron cuenta de la operación armada que preparaban más de mil quinientos hombres para meterse a su territorio?

Comparto la sospecha de que la inteligencia militar israelí no fue rebasada, sino que facilitó el asalto, con el proyecto siniestro de liquidar en una acción rápida a unos cuantos miles de “esa raza despreciable” que retrasa el proyecto supremo del Gran Israel: apropiarse de Gaza y Cisjordania, por lo pronto; y Líbano, Jordania y Siria, después.

El proyecto del “Gran Israel” cuenta con la fusión indivisible del neocapitalismo y el judaísmo moderno, que “revisó” la Torá y el Talmud para justificar sus ambiciones de potencia militar y los crímenes contra la humanidad. El sionismo es el judaísmo moderno, y no anida exclusivamente en Israel. Tiene su huevera más grande en Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, y en todas las bóvedas de los grandes bancos occidentales que deciden las guerras, y las nueva razzias y los nuevos progroms contra los palestinos.

 “Una vez que realmente esté en el poder, mi primera y más importante tarea será la aniquilación de los judíos”, le confesó Adolfo Hitler al periodista Josep Hell en 1922.

Si “aniquilación” significaba asesinato, el plan final tardó en ejecutarse, porque entre 1933 y 1939 el nazismo promovió la política del exilio “voluntario” judío fuera de Alemania. En vista de que el éxito fue limitado, en 1940 se retomó el Plan Madagascar para reubicar un millón anual durante cuatro años en la colonia francesa; plan que fue desechado porque la marina inglesa controlaba el canal entre el continente africano y la isla. La “solución final” o asesinatos de judíos en masa la ejecutó primero el ejército alemán con los fusilamientos de poblaciones enteras en Rusia en junio de 1941, y con las masacres de Kiev en septiembre, durante la Operación Barba Roja. Con el aprendizaje, el alto mando nazi decidió la matanza de judíos en Alemania y los países ocupados.

Adolf y Donald anunciaron sus planes con claridad, pero Benjamín se niega a la franqueza.

Es un rasgo propio del carácter de esa raza, al parecer, si me atengo a las confesiones de los personajes de Bernard Malamud, Philip Roth o Isaac Bashevis Singer en sus novelas. Como autores lidiaron con la desconfianza de su propia comunidad fanatizada. Porque cada vez se hace más difícil distinguir entre un judío y un sionista. Aquel es el que trabaja, toca, escribe, produce, inventa; éste es el que expulsa, empuja, avasalla y mata a los vecinos para ensancharse. Tal vez sea hora de modificar los diccionarios.

Los perseguidos de ayer son los perseguidores de hoy. La monstruosa extinción de los palestinos está en marcha, sin que ningún gobierno o coalición de Estados se haya decidido a pararla. A los bárbaros no se les detiene con retórica.

Álvaro Hernández V

Foto tomada de: France 24

FacebookTweetLikeShareLinkedInEmail

Filed Under: Revista Sur, RS Desde el sur

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Sur Global

¿Qué hacer como ciudadanos ante los cambios geopolíticos actuales?

7 julio, 2025 By Candido Grzybowski Leave a Comment

EEUU: recortes a la salud y alimentación y más fondos para perseguir migrantes

7 julio, 2025 By Mirko. C. Trudeau Leave a Comment

Marxismo es lo que necesitamos en una época de crisis económica y reacción populista

7 julio, 2025 By Yanis Varoufakis Leave a Comment

El Sur posible

Ideas verdes

3 abril, 2019 By Carolina Corcho 2 Comments

Suscribirse a la Revista Sur

VIDEO RECOMENDADO

Fue archivado el proyecto de Ley 010 de Reforma a la Salud

https://www.sur.org.co/wp-content/uploads/2021/05/VID-20210519-WA0024.mp4

Dra. Carolina Corcho Mejía, Presidenta Corporación Latinoamericana Sur, Vicepresidenta Federación Médica Colombiana

TEMÁTICAS

  • Participación y cultura política
  • Paz, Desarrollo Social y Postconflicto
  • Jovenes
  • Victimas
  • Salud
  • Derechos humanos
  • Democracia y ciudadania
  • Ciudades Equitativas – Territorios Equitativos
  • Publicaciones

Ultimos articulos

  • Las decisiones imperiales de Trump
  • Nadie por encima de la participación popular y la democracia: hacia el partido Unitario
  • Los BRICS en Río de Janeiro
  • El carrusel de la política colombiana
  • Las interferencias de las querellas internas en la política exterior

Etiquetas

Acuerdo Agro Amnistia Brasil Cambio Climatico Campo Catalunya Ciencia y Tecnología Conflicto Colombia Corrupción crisis capitalismo Democracia Derecho al agua Derechos Humanos Economía Ecuador Educación Elecciones Colombia ELN España Fast Track Iglesia Justicia Justicia de paz Medio ambiente Mineria Negociación Neoliberalismo Participación Paz PND Pobreza Politica Politica EEUU protesta social reforma Reforma tributaria religión Renegociación revolucion salud Terrorismo Trump Venezuela Victimas

Apoyo SUR

Buscar

Director: Pedro Santana

 

 

 

Copyright © 2025 Todos los derechos reservados - Corporación Latinoamericana Sur ·