En el caso concreto de la condena al genocidio contra el pueblo Gazati en Palestina que logró el respaldo de 157 Estados se queda en letra muerta ante el veto que inmediatamente interpuso Estados Unidos aliado fiel e incondicional y cómplice y coautor de la masacre, dado que financia y suministra la mayor parte de las armas que utiliza el régimen sionista y fascista de Netanyahu contra el pueblo de Palestina. Petro en su discurso fue claro y directo, no utilizó eufemismos como otros jefes de Estado que igualmente condenaron el genocidio, pero Petro responsabilizó a Trump y a Netanyahu de esas muertes. La segunda propuesta osada, pero con poco principio de realidad, fue la de organizar una Fuerza Militar de los Estados de las Naciones Unidas que se haga presente en Gaza para detener el genocidio. Y es irreal porque salvo algunos países que recibieron con simpatía la propuesta la actual correlación de fuerzas internacional no permitirá que esa propuesta osada logre materializarse. El avance se ha dado más en el terreno del aislamiento del régimen sionista de Netanyahu con el reconocimiento del Estado Palestino por parte de Francia, Inglaterra, Canadá, Bélgica, Portugal, en total hoy 148 de los 193 Estados que conforman Naciones Unidas reconocen el Estado palestino.
Hay que recordar que el 12 de septiembre la Asamblea General de las Naciones Unidas había aprobado la Declaración de Nueva York que reconoce que para avanzar en la paz y la convivencia se requiere que Israel acepte la existencia del Estado de Palestina, lo que se denomina la solución de los dos Estados, reconoce como interlocutor a la llamada Autoridad Palestina y la exclusión de Hamas de esa representación. Esta declaración fue aprobada por 142 Estados, solo 10 Estados votaron en contra dentro de ellos por supuesto Israel, Estados Unidos y Argentina y hubo 12 abstenciones. La resolución de condena al genocidio votada en la Asamblea General como ya indicamos y realizada este 22 de septiembre tuvo el respaldo de 157 Estados. El aislamiento internacional de Israel sigue su marcha y quizás el paso más realista ahora es impulsar que la mayor parte de los países rompan relaciones diplomáticas con Israel para avanzar en el aislamiento económico y político del régimen fascista de Israel.
El segundo gran tema del discurso del presidente Gustavo Petro fue el de la crisis climática y allí habló y condenó a mi juicio de manera clara el negacionismo de Trump y de la derecha internacional tanto en Europa como en los Estados Unidos sobre el cambio climático y la responsabilidad que tienen estos gobiernos por el impulso de los combustibles fósiles como el factor mayor de la generación de gases de efecto invernadero y del calentamiento global. Habló del último informe del panel de los 11 mil científicos que hacen el seguimiento del calentamiento global y que señalan que tenemos diez años para actuar antes que la situación se haga irreversible. Mostró como el mercado y la economía capitalista no avanzarán sin una regulación a nivel mundial para el logro de lo que llamó la descarbonización de la economía. El ánimo de ganancia que es lo que mueve la economía capitalista a la que Petro llama la codicia son el principal obstáculo para actuar de manera decisiva sobre los factores que generan el calentamiento global. La crisis climática insistió como ya lo hizo en sus discursos de los años anteriores en que se requiere una fuerte inversión en energías limpias y puso como ejemplo que con una inversión en América Latina de 600 mil millones de dólares se podría generar energía eléctrica que podría ponerse a disposición de los Estados Unidos para reemplazar los combustibles fósiles. O se subordina al capitalismo para esas inversiones y para el cambio de los combustibles fósiles o la humanidad puede desaparecer.
Finalmente, a mi juicio el tercer gran componente de su discurso fue el de los migrantes. Condenó de manera clara las políticas de criminalización de la migración que la extrema derecha ha impuesto en Estados Unidos y en una parte de Europa. Señaló que la migración tiene como origen la falta de oportunidades y de empleo e ingreso en los países que son la principal fuente de esa migración hacia las economías desarrolladas del Norte; la falta de una política de desarrollo que permita a esos países resolver sus más apremiantes necesidades y allí menciono la onerosa deuda externa. Antes había propuesto cambiar deuda por acciones climáticas en estos países. Aquí habló de la necesidad de cambiar los modelos de desarrollo que permitan que estos países donde se origina la migración, tengan posibilidades de desarrollo y relacionó esta migración con el fenómeno y con las políticas frente al narcotráfico.
Por supuesto que mostró el fracaso de las políticas prohibicionistas, rechazó la descertificación decidida unilateralmente por los Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico en semanas recientes, y mostró que esas políticas que buscan que Colombia vuelva a las fumigaciones aéreas con glifosato fueron un fracaso, abogó por centrar la lucha en contra de los narcotraficantes, en la interdicción que en su gobierno ha llegado a la incautación de 889 toneladas de cocaína en el año 2024 y en lo que va corrido de este año hasta el mes de julio esa cifra llegó a 600 toneladas, en su gobierno dijo se han incautado 2.400 toneladas y se han sido extraditados más de 700 narcotraficantes. Pese a esas cifras su gobierno y él han sido descertificados. Denunció que esa descertificación solo favorece a los narcotraficantes y recordó que en su vida política ha luchado contra el narcotráfico y el paramilitarismo por lo cual ha puesto su propia vida en riesgo, se quejó de las políticas antidrogas de Estados Unidos y Europa y de sus bajos resultados en materia de lavado de activos en su banca y en sus economías.
Es de destacar la firme condena a los tres ataques con misiles de los barcos de la Marina de los Estados Unidos en el Caribe contra lanchas tripuladas por civiles y de las amenazas contra el pueblo y el gobierno venezolano, esos ataques con misiles fueron crímenes que deberían ser investigados y judicializados incluidos quienes dieron esas órdenes es decir Trump y su secretario de Estado Marco Rubio. Estos fueron a mi juicio los aspectos más importantes de su discurso de despedida de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Un discurso coherente y valiente en el suelo de los Estados Unidos que ahora padece un gobierno autoritario y antidemocrático.
Pedro Santana Rodríguez, Director Revista Sur
Foto tomada de: BBC
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