Giro aparente porque, a mi juicio, partido que no sabe defender sus votos en las casillas y en todas las instancias que la legislación contempla, incluida la plaza pública, las calles del país, mejor que sus dirigentes se dediquen a otra cosa.
Naturalmente que los adversarios del Movimiento Regeneración Nacional observan en la advertencia de Yeidckol Polevnsky un claro síntoma de nerviosismo e inseguridad en el triunfo, debido a que el porcentaje de indecisos es todavía alto. Y, según Ricardo Anaya, los cierres de campaña en el puerto de Veracruz y en la capital del país fueron multitudinarios. Por supuesto que omitió la capacidad de Miguel Yunes Linares para poner el aparato estatal al servicio de su hijo candidato a la gubernatura. Tampoco las prohibiciones que impuso a los transportistas para no dar servicio a Morena para el cierre de campaña.
El candidato del presidente Enrique Peña, José Antonio Meade, tiene una lectura semejante a la del Joven Maravilla que fue para el tricolor durante 2012-15. “Las amenazas de soltar tigres y demonios no son otra cosa más que miedo a perder la elección”.
Decir lo anterior desde un muy lejano tercer lugar en la competencia por Palacio Nacional y enseguida de realizar el cierre priista de campaña en el bunker del Grupo Atlacomulco y preparar otro en el feudo de los corruptísimos Humberto y Rubén Moreira es un ominoso mensaje, porque ambas gubernaturas tienen como sello irregularidades electorales que ninguna autoridad valoró.
La frase de la antes presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación dice: “Remontar esa diferencia no se podría hacer más que mediante un fraude, no se podría hacer de otra manera. Andrés Manuel ha dicho: ‘yo no me voy a meter’, pero yo soy presidenta de Morena y yo sí me voy a meter y voy a ir a fondo. Que no se atrevan a querer hacer un fraude porque sí se van a encontrar con el diablo, porque no lo vamos a permitir a ningún precio”.
Es muy oportuna y clara la advertencia de Polevnsky. Que cada quien haga la lectura pertinente, no la que mejor acomode a sus estrechos intereses y justifique bien la derrota que sufrirán en las urnas el próximo domingo, si las encuestas aún tienen algún valor y no sólo cuando favorecen a los ahora seis partidos del fracturado PRIAN y aliados.
Lo entiende mejor el principal magnate de los 50 dueños de México. De acuerdo con el periódico Regeneración, Carlos Slim sostuvo: “Ahora, AMLO es el factor de estabilidad para México. Mientras que José Antonio Meade y Ricardo Anaya son el factor de incertidumbre e inestabilidad económica”. Según el portal LPO, Slim sostuvo reuniones “de altísimo nivel, con figuras del exterior, estuvo acompañado por su hijo Patrick”, en las que lanzó su tesis: en este momento lo más estable para la economía y el peso mexicano sería que Andrés Manuel López Obrador ganara el domingo y que ese resultado fuera oficial antes de la madrugada del lunes.
Así de claro, así de sencillo. Y este ingeniero, Slim Helú, no juega a la política ficción.
http://forumenlinea.com/nuevo/
https://www.facebook.com/forumenlinea
https://www.alainet.org/es/articulo/193744
Deja un comentario