Después de las elecciones del 11 de marzo, y habida cuenta de la polarización que vive el país, se pensó que la división entre un proyecto autoritario y un proyecto progresista estaba más palpable que antes. Los resultados de la votación para el Congreso y, posteriormente, el triunfo de Iván Duque en las pasadas elecciones presidenciales dieron pie para pensar que la aplanadora de una gran coalición liderada por el expresidente Álvaro Uribe marcaría el futuro cercano de la política en Colombia. La elección de Carlos Felipe Córdoba como Contralor General de la República y el que el Centro Democrático se quedara sin cupo en el Consejo Superior de Política Criminal dejó en evidencia que el Centro Democrático- cuyo candidato a la Contraloría era José Félix Lafaurie- no tiene las mayorías en el Congreso.
Lo que ha venido creciendo desde que se posesionó Iván Duque en la presidencia, es un sector independiente en el Congreso liderado desde fuera por Germán Vargas Lleras quien, después de una dura derrota en las urnas, se ha convertido en un actor protagónico del nuevo juego político.
Vargas controla la segunda fuerza del Congreso y su alianza con el Partido de la U, sellada el pasado 17 de julio, la convirtió en un factor determinante de la política nacional frente al Centro Democrático y al Partido Conservador, únicas fuerzas incondicionales de la coalición de gobierno. El Partido Liberal, que acompañó la elección de Duque mas no la del contralor, decidirá en pocos días si se declara independiente.
El bloque de los independientes, compuesto por Cambio Radical y el Partido de la U, tiene un principio de acuerdo que lo ha convertido en mayoría y le ha permitido controlar las posiciones clave en el Legislativo, principalmente en la Comisión Primera (por donde pasan las reformas constitucionales) y la Tercera (que se encarga de los asuntos económicos). Si a este bloque se une el Partido Liberal, los independientes tendrían el control de los escenarios más importantes del poder legislativo y eso parece ser lo que ambiciona Cambio Radical que se anticipó a la acción del Gobierno presentando un proyecto de reforma tributaria al que tendrá que sumarse aquel por unidad de materia. También se ha anunciado para los próximos días un proyecto a la justicia liderado igualmente por Cambio Radical y el de las curules para las víctimas, abanderado por el Partido Liberal.
Ante los hechos cabe preguntarse qué originó el giro en la coalición que llevó a Iván Duque a la presidencia.
En primera instancia, la dislocación del bloque de la derecha no tiene motivos ideológicos; es producto de la ausencia en el gabinete y en institutos clave de voceros de los partidos que se han declarado independientes. En segundo lugar, expresiones desafortunadas del ministro de Hacienda que han llenado de inquietud a amplios sectores de la sociedad ante el anuncio de una reforma tributaria que hará recaer el peso en los hombros de la clase media mientras se anuncia un “Sisben para los ricos”.
En lo que piensan los políticos una vez celebradas unas elecciones es en los próximos comicios y el año entrante habrá elecciones regionales. En la carta que algunos senadores liberales enviaron al director del partido pidiendo independencia frente al gobierno de Iván Duque, para expresarle algunas reflexiones que creen pertinentes para encarar como colectividad la coyuntura política del país, se hace referencia a la necesidad de volver a un partido que represente los intereses de los ciudadanos “en esta sociedad que tiene índices de desigualdad tan penosos, (…) y reivindicar con una defensa argumentada los avances hacia la construcción de un país sin guerra que están contenidos en los acuerdos de paz”.
Ciertamente, las alianzas entre partidos se explican en general porque se comparten ideas, valores o proyectos de sociedad, pero los pactos de partidos también significan el reparto del poder y en el plano organizativo las coaliciones forman un haz de relaciones entre bases múltiples, y grupos de diversa procedencia. La agrupación de fuerzas para el ejercicio del poder es siempre un factor expuesto al riesgo de descomposición.
Rubén Sánchez David: Profesor Universidad del Rosario
Foto tomada de: semana.com
Deja un comentario