La relación entre el sindicalismo y la política ha sido un tema complejo y controvertido a lo largo de la historia. Desde sus inicios, en los primeros pasos del capitalismo, el movimiento sindical no solo ha tenido una agenda reivindicativa, sino también en asuntos de política pública, que lo ha impulsado a buscar diversos medios de influencia para promover derechos colectivos por medio de políticas laborales y sociales garantistas desde el Estado. Estas acciones alcanzaron su mayor desarrollo en los estados de bienestar de la segunda mitad del siglo XX, que llevaron a una mejora de las condiciones de vida de los trabajadores. Este proceso de articulación del sindicalismo con la política ha contribuido a la formación de partidos vinculados a los sindicatos, alianzas estratégicas con partidos existentes e incluso a la participación directa de líderes sindicales en la política.
Antecedentes de participaciones presidenciales en un 1 de mayo
La participación del presidente Petro en la concentración del primero de mayo de 2024 no fue la primera realizada por un presidente colombiano, ya que algo similar hizo Alfonso López Pumarejo en la concentración obrera del 1 de mayo de 1936[i]. Desde sus orígenes a inicios del siglo XX, el sindicalismo colombiano enfrentó hechos de violencia y una implacable persecución que resultó en múltiples masacres obreras, asesinatos y encarcelamientos de líderes. Uno de los eventos más emblemáticos en este trágico contexto fue la masacre de las bananeras[ii] en 1928, que marcó el fin del periodo de la llamada “hegemonía conservadora”[iii].
Con la llegada de Alfonso López Pumarejo al gobierno de nuestro país en 1934 con su programa “La Revolución en Marcha”, se iniciaron una serie de reformas que modernizaron nuestra sociedad. En materia económica se promovió la industrialización, se establecieron precios de garantía para la producción agropecuaria y se dieron los primeros pasos hacia una reforma agraria. Se impuso control de cambios para proteger la producción nacional, se estimuló la banca pública y se realizaron obras de infraestructura de transporte para mejorar la conectividad del país. En política social, hubo avances en salud y educación, y se promulgaron las primeras leyes laborales, comenzando con el contrato de trabajo para regular la relación laboral, que antes se regía por el contrato de arrendamiento de mano de obra propio del derecho comercial. Se implementaron medidas de protección a la maternidad y se creó la primera central obrera, la CTC, como parte del fortalecimiento organizativo de los trabajadores.
El sindicalismo de la época, influenciado por corrientes liberales y comunistas, respaldó la candidatura y las reformas sociales del gobierno de Alfonso López Pumarejo. De manera similar, el actual gobierno de Petro ha recibido respaldo sindical al incluir en su programa reformas sociales en materia laboral, pensiones, salud y educación, las cuales no han podido avanzar en el Congreso de la República debido a los obstáculos de las mayorías parlamentarias de la oposición. El respaldo del sindicalismo a los gobiernos de Alfonso López Pumarejo y Gustavo Petro es comprensible y defendible en ambos contextos. Durante los 115 años de existencia del sindicalismo colombiano, éste ha sido objeto de múltiples exclusiones: política, social, laboral, cultural y física, esta última mediante una política de exterminio sin paralelo en ningún país del mundo. Solo dos gobiernos en la historia política del país han tendido la mano al sindicalismo e intentado protegerlo de la barbarie y las diversas violencias sociales y políticas estatales y paraestatales. ¿Se le puede criticar al sindicalismo por respaldar a gobiernos que les otorgan reconocimiento político y promueven reformas para mejorar las condiciones laborales, sociales y sindicales? ¿Es correcto ser desleal con quien me protege de la muerte, la precariedad laboral y la exclusión política?
No obstante, no se puede concluir que el sindicalismo colombiano esté subordinado irrestrictamente al gobierno o al Pacto Histórico. Incluso la posición de la CUT, que rechazó el acuerdo presentado en el Senado de la República sobre el umbral de cotización a Colpensiones hasta 2,3 salarios mínimos legales en el marco de la reforma pensional, muestra que el respaldo al gobierno no es incondicional, sino que está sujeto a los compromisos programáticos que el presidente hizo en su condición de candidato
Sindicatos y partidos políticos en la experiencia internacional
La relación entre sindicatos y partidos políticos no se limita a Colombia. En diversos países del mundo, se han establecido alianzas estratégicas o incluso se han formado partidos políticos directamente ligados al sindicalismo. Algunos ejemplos destacados son:
- España: La Unión General de Trabajadores (UGT) tiene afinidades con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), mientras que Comisiones Obreras (CCOO) se vincula al Partido Comunista de España (PCE).
- Inglaterra: La central obrera Trades Union Congress (TUC) fue fundamental en la creación del Partido Laborista, representando los intereses sindicales frente al Partido Conservador.
- Estados Unidos: La American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations (AFL-CIO) colabora estrechamente con el Partido Demócrata.
- Alemania: La Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) tiene una relación cercana con el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), compartiendo perspectivas políticas.
- Bélgica: El Partido Socialista y la central obrera FGTB mantienen vínculos de cooperación para promover políticas laborales y sociales.
- Finlandia: La Confederación de Sindicatos de Finlandia (SAK) trabaja en conjunto con el Partido Socialdemócrata de Finlandia (SDP) en temas laborales y sociales.
- Rusia: La Federación General de Sindicatos de Rusia (FNPR) y el Partido Comunista de la Federación Rusa (PCFR) comparten afinidades ideológicas y agendas laborales.
- China: La Federación de Sindicatos de Toda China (FTUC) tiene una relación estratégica y de dependencia con el Partido Comunista de China (PCCh).
- Argentina: El sindicalismo peronista, representado en la CGT, tiene una fuerte conexión con el Partido Justicialista (PJ) basada en una historia compartida y afinidades ideológicas.
- Brasil: La Central Única de Trabajadores (CUT) y el Partido de los Trabajadores (PT) tienen una relación simbiótica y cercana, trabajando juntos en la defensa de los derechos laborales y sociales.
- Francia: Las principales organizaciones sindicales como Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT) y Fuerza Obrera (FO) mantienen independencia y poca cooperación con partidos políticos como el Partido Socialista (PS), Partido Comunista Francés (PCF) y La Francia Insumisa (LFI).
- Colombia: Aunque los sindicatos buscan apoyo político para sus agendas, han mantenido una relativa independencia frente a los partidos políticos, siendo críticos cuando no se representan adecuadamente los intereses laborales.
En estas experiencias señaladas se pueden identificar por lo menos cinco formas de relación del sindicalismo con los partidos políticos.
- Dependencia del partido con respecto al sindicato. Caso Trade Union Congress (TUC) – LABOUR PARTY en Inglaterra.
- Dependencia del sindicato respecto al partido. Modelo leninista
- Independencia y buenas relaciones. Caso norteamericano.
- Interdependencia reciproca y competencia. Caso francés.
- Relaciones programáticas. Caso colombiano
Retos y desafíos de la relación entre sindicalismo y política
La relación entre el sindicalismo y la política presenta diversos retos y desafíos en la actualidad. Algunos de los más importantes son:
- Mantener la independencia del sindicalismo: Es fundamental que los sindicatos mantengan su independencia de los partidos políticos para evitar ser utilizados con propósitos políticos o electorales. Las relaciones deben establecerse sobre la base de acuerdos programáticos que busquen el beneficio de los trabajadores, como se ejemplifica en los casos mencionados de nuestro país.
- Formación política: Fortalecer la formación en cultura política en los procesos educativos de la base sindical para elevar el nivel de conciencia electoral y político de los trabajadores del país.
- Renovar el liderazgo y fomentar la participación: Es necesario que el sindicalismo renueve constantemente su liderazgo y atraiga a nuevas generaciones de trabajadores para asegurar su vitalidad y relevancia en el contexto actual.
- Desarrollar estrategias frente a los cambios en el mundo del trabajo: El sindicalismo debe adoptar estrategias proactivas de política publica para enfrentar los cambios en el mundo laboral, como la globalización del capital, la automatización y la transición demográfica. Estas estrategias son esenciales para fortalecer la defensa de los derechos de los trabajadores y preservar las conquistas sociales obtenidas a lo largo de años de lucha.
- Dialogo social eficaz y propósitos comunes. El sindicalismo colombiano debe promover un diálogo social efectivo que permita superar el estancamiento actual[iv], buscando acuerdos en torno a propósitos nacionales compartidos. Es crucial ampliar nuestras perspectivas más allá de las reformas sociales. Un punto de partida común para todos los colombianos podría ser el enfoque en la productividad económica, un tema destacado por el presidente Petro en su intervención del primero de mayo, junto con la propuesta de reindustrialización del gobierno. La mejora de la productividad y la reindustrialización representan una agenda beneficiosa para todo el país. Como se ha dicho: ¡Es la economía, estúpido![v]
- Duro con los problemas, suave con las personas: El viejo lema que se enseña en teoría de conflictos sobre ser respetuoso con las personas para enfocarnos en la solución de los problemas es necesario que lo retomemos para la coyuntura política actual del país, y el sindicalismo podría contribuir en ello. Tanto el gobierno como la oposición deben ayudar a crear un clima de confianza mejorando el lenguaje, que se ha vuelto demasiado agresivo y descompuesto. Colombia enfrenta muchos problemas, como la desaceleración de la economía, el alto desempleo, la precariedad laboral, la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la ineficacia del sistema de seguridad social, y la corrupción, entre otros. Por tanto, debemos centrarnos en encontrar caminos de solución para estos problemas y no desgastarnos en descalificaciones mutuas que no contribuyen a resolverlos.
Reflexión final a manera de conclusión
Sería importante que las centrales sindicales, los centros de pensamiento del mundo laboral del país y las universidades interesadas en estos temas realicen investigaciones sobre las dificultades, los logros y desafíos en estas relaciones, con el objetivo de formular recomendaciones y mejoras en los procesos de articulación entre sindicalismo y política.
En conclusión, si bien la alianza entre sindicatos y partidos políticos ha logrado avances significativos en la defensa de los derechos laborales, también enfrenta desafíos que deben abordarse para asegurar la independencia, democracia interna, transparencia y efectividad del sindicalismo en el contexto actual.
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[i] https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-10/mayo-1-de-1936-lopez-pumarejo-lanza-y-defiende-revolucion-en-marcha
[ii]Ver video sobre La United Fruit Company y la masacre de las bananeras
https://www.youtube.com/watch?v=PyP–YVT6Qw&ab_channel=Traves%C3%ADaporlaHistoria
[iii] Ver video sobre Historia del Sindicalismo en Colombia primera parte: https://www.youtube.com/watch?v=M-Tmpv0C3Pw&t=956s&ab_channel=contactosocial
[iv] No podemos quedarnos atrapados en discusiones estériles sobre cuál marcha tuvo más convocatoria, ya sea la del 21 de abril o la del primero de mayo. Esto no resuelve los problemas urgentes que nos afectan y que necesitan ser abordados sin demora.
[v] La frase “Es la economía, estúpido” se hizo famosa durante la campaña presidencial de Bill Clinton en 1992 en Estados Unidos. Fue utilizada como un recordatorio para mantener el enfoque en los problemas económicos que enfrentaba el país en ese momento y no desviar la atención en otras cuestiones menos relevantes para los votantes
Carlos Julio Diaz Lotero
Foto tomada de: Los Angeles Times
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