De enero al presente, lo que hemos tenido es una intensificación del accionar del ELN, hasta el punto que ante el bloqueo en Taraza, bloqueando la troncal que comunica a Antioquia con el Caribe Colombiano, el Presidente Duque, hizo presencia en la vía afectada, para de manera personal hablar con los transportadores afectados y anunciar que “estas acciones cobardes”, van a ser respondidas de manera contundente por la fuerza pública, lo cual sigue a las declaraciones del 20 de julio, durante la instalación de la nueva legislatura del Congreso de la Republica, donde dijo que si el ELN, no accedía a suspender secuestro, liberar a las personas secuestradas en su poder y “cesar las acciones criminales”, su gobierno sería contundente para buscar su derrota.
Este ha sido el semestre de mayor actividad militar del ELN, en la última década, destacándose su accionar en el departamento de Arauca, donde ha atacado a Ejército y Policía en la gran mayoría de los siete municipios, mantiene el sabotaje sobre la infraestructura petrolera, ha paralizado la vía Pasto Tumaco por tres días, mantiene una acción sostenida de actuación militar en varias subregiones del chocó y todo esto por supuesto con graves afectaciones a comunidades, igualmente la respuesta de la fuerza pública es sostenida y todos los días vemos registradas capturas, muertes de combatientes del ELN – que en algunos casos, se denuncian como “falsos positivos, como fue el caso de hechos producidos en el Tambo Cauca, donde el Ejercito anunció la muerte en combate de un “importante mando del ELN” y el mismo gobernador del Cauca, pidió una investigación ante denuncias de familiares y comunidad-, lo que hemos vivido en este año, es la continuidad e intensificación de un conflicto no resuelto.
En el cuadro de informaciones a tener en cuenta, es importante el dato que suministra el conteo semestral que realiza el Ejército Nacional, sobre el tamaño del ELN, un conteo bastante profesional, sustentado en labores de inteligencia, el penúltimo conteo, daba la cifra de 1.700 integrantes, esto hace referencia a estructuras armadas permanentes, así funcionen de manera irregular, mezclándose con la población civil, el número hace referencia a combatientes formados y en permanente disposición de actuar con apoyo de las redes de milicianos, a los cuales no se cuenta en esta cifra y el ultimo conteo anunciado hace pocas semanas habla que el ELN tiene 2.200 combatientes, un incremento cercano al 30%, lo cual es un dato a tener en cuenta y que coincide con los análisis que afirman que luego de la salida de la gran mayoría de las FARC, del escenario de confrontación armada, desde 2016 el ELN viene en un ciclo de expansión.
Otro tema que ha ocupado visibilidad en los últimos meses, es el papel que juega y podría jugar el ELN, en una intensificación de la crisis Venezolana, con los eventuales escenarios de violencia generalizada, intervención militar extranjera u otras modalidades de actuaciones violentas, en medio de una crisis política, social y económica, donde el Gobierno del Presidente Duque se ha implicado de manera tan decidida, por la salida del Presidente Maduro, en concertación con los Estados Unidos y un amplio grupo de países de América Latina, agrupado en el llamado “Grupo de Lima”. Este tema en efervescencia, igualmente ha colocado al ELN, en la línea del discurso anti terrorista y se ha magnificado el peso del ELN, al cual se viene mostrando como un león por tamaño y ferocidad, siendo la realidad que el ELN con presencia en Venezuela, en el contexto general Venezolano, no pasa de ser un gato, por supuesto que un gato atento y en alerta ante una crisis de la que participa de manera activa.
En resumidas cuentas, tenemos un conflicto con el ELN, en curso, en expansión de tamaño y presencia territorial, con unas exigencias por parte del gobierno del Presidente Duque, que el ELN todo indica no está dispuesto a asumir y la colocación de la confrontación del estado colombiano con el ELN, ya no solamente como un asunto interno, sino alineado a jugadas de política internacional donde ahora se integra la confrontación con Venezuela y desafortunadamente, el discurso de “Cuba patrocinador de terroristas”, que tanto se agencia desde el exilio Cubano en La Florida, y que jugará con más fuerza en la medida en que se caliente la campaña presidencial en los Estados Unidos.
Por ahora, nada vislumbra escenarios de distensión, diálogos y negociaciones entre el gobierno de Iván Duque y el ELN, por el contrario, estamos en una continuidad del conflicto en cerca de 150 municipios y con el frente de Venezuela en plena efervescencia.
Ante un conflicto en curso y lejos de resolverse, nuevamente debemos preguntarnos: Cómo vamos a superar esta historia de 55 años de acción armada del ELN?
Luis Eduardo Celis es analista del conflicto armado y sus perspectivas de superación, asesor de la Redprodepaz.
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Luis Eduardo Celis
Foto obtenida de: https://www.elespectador.com
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