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El renacimiento del campo: uno de los mejores logros para hacer de Colombia una Potencia Mundial de la Vida

16 junio, 2025 By Luis Alfredo Muñoz Wilches Leave a Comment

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El desempeño del sector agropecuario y rural en la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo (PND 2022-2026) “Colombia Potencia Mundial de la Vida“, ha permitido posicionarse como un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la construcción de paz en el país. Para ello el Plan abordó su intervención, de manera integral, alrededor de cinco grandes transformaciones: (i) el derecho humano a la alimentación, (ii) ordenamiento territorial alrededor del agua, (iii) transformación productiva, internacionalización y acción climática, (iv) la convergencia regional, y (v) la paz total.

La interconexión de estas transformaciones y la centralidad de la tierra son evidentes. Si bien el Derecho Humano a la Alimentación es el vínculo más directo con el sector agropecuario, un análisis más profundo de la estructura del PND revela que el Ordenamiento del Territorio alrededor del Agua, la Transformación Productiva y la Convergencia Regional son igualmente pertinentes. La titulación de tierras, la actualización catastral y la gestión de los recursos hídricos son elementos integrales para lograr la seguridad alimentaria y mejorar el bienestar rural. Esto significa que el avance en el sector agrícola no puede verse de forma aislada; sino que está profundamente entrelazado con la reforma agraria, la gestión ambiental y la equidad social, lo que lo convierte en un desafío complejo y multidimensional..

Por lo tanto, el éxito de las políticas y metas del PND en el sector agropecuario y rural no puede limitarse al logro de indicadores económicos, sino que debe incorporar métricas sociales, ambientales y de construcción de paz. Esta visión integral implica que el plan podría generar tensiones con actores económicos tradicionales o con modelos de mercado establecidos, a medida que el énfasis se desplaza hacia la justicia social y ecológica.

Logros y avances del sector agropecuario y rural

El sector agropecuario y rural ha mostrado avances notables en diversas áreas bajo el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, demostrando su capacidad de resiliencia y su contribución al desarrollo nacional. A continuación, se presenta una síntesis de los indicadores clave y los logros específicos.

Reforma Agraria y gestión de tierras

La implementación del catastro multipropósito ha registrado un avance significativo, constituyéndose como una herramienta esencial para la gestión territorial y la formalización de la propiedad. Para diciembre de 2024, el 51% del área geográfica del país contaba con cartografía actualizada y adecuada a los requerimientos del Catastro Multipropósito, superando la meta anual del 9.4% en tres puntos porcentuales. Este logro representa un 38.5% de avance hacia la meta cuatrienal del 70%. Un total de 151 municipios, 28 más de lo proyectado, experimentaron la formación o actualización total o parcial de su catastro multipropósito. Además, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) ha capacitado a más de 1.000 promotores comunitarios y 1.200 asistentes de campo para fortalecer la participación comunitaria en la implementación catastral.

Seguridad y soberanía alimentaria

El sector agrícola ha mostrado un sólido desempeño económico, consolidándose como un motor clave para el crecimiento del país. En 2023, el valor agregado de la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca creció un 1.8% en comparación con 2022, alcanzando los 137.2 billones de pesos. Este crecimiento superó en 1.4 puntos porcentuales la variación del PIB nacional (0.6%). La contribución del sector al valor agregado de la economía nacional fue del 9.7%, posicionándose como el segundo mayor contribuyente.

En el primer trimestre de 2025, el valor agregado del sector agrícola creció un 11.5%, superando significativamente el crecimiento del PIB nacional (2.7%) en 8.8 puntos porcentuales. Este desempeño consistente del sector agrícola, superando el crecimiento económico general, sugiere que la agricultura no solo impulsa el desarrollo, sino que también actúa como un amortiguador frente a las desaceleraciones económicas más amplias, o incluso como un sector líder en la recuperación económica nacional. Esta resiliencia valida el énfasis estratégico del PND en el sector agrícola para la estabilidad y el crecimiento económico general del país. Implica que el apoyo político continuo y focalizado a este sector podría tener un impacto desproporcionadamente positivo en el desempeño económico nacional, especialmente en períodos de incertidumbre económica.

Contribución del sector agropecuario y rual al cumplimiento de metas del PND

En la producción de cadenas agrícolas priorizadas para el Derecho Humano a la Alimentación, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural ha reportado un avance significativo del 91.35%, con una producción de 35.736.667 toneladas frente a una meta de 39.113.435 toneladas. Esto demuestra la efectividad de las prácticas agrícolas en asegurar la disponibilidad de alimentos.

El sector agropecuario colombiano ha demostrado una notable resiliencia y un dinamismo creciente entre 2022 y 2025, consolidándose como un pilar fundamental para la estabilidad, el crecimiento económico del país y su contribución al cumplimiento de las metas del PND.

El Producto Interno Bruto Agrícola (PIBA) experimentó un significativo cambio de tendencia, creciendo 1.8% en 2023 y acelerándose a un impresionante 8.1% en 2024. Las proyecciones para 2025 anticipan un crecimiento sostenido del 3.5%, con un robusto inicio del 7.1% en el primer trimestre. Este desempeño ha sido impulsado por la reducción de los costos de los insumos, condiciones climáticas más favorables y, crucialmente, por una serie de políticas gubernamentales integrales que han fomentado la reforma agraria, el acceso a la tierra, las inversiones estratégicas y la apertura de nuevos mercados internacionales.

La producción agrícola, en particular, la pequeña producción que representa el 60% del PIBA, mostró un impresionante crecimiento en cultivos como el café (+37,9%)y las frutas tropicales (+46,3%), que han liderado la expansión de las áreas de cultivo y la diversificación de los mercados, con énfasis en los mercados internacionales para el café, cacao y frutas tropicales.

También el sector pesquero y acuícola, a pesar de su volatilidad, muestra un potencial de crecimiento significativo. Las exportaciones agropecuarias, tras un auge en 2022 y una caída en 2023, han exhibido una fuerte recuperación en 2024 y 2025, impulsadas por productos diferenciados y la diversificación de mercados. En el ámbito del empleo rural, el sector ha sido un motor clave de creación de puestos de trabajo, contribuyendo a la reducción de la pobreza, si bien la alta informalidad sigue siendo un desafío estructural. La interconexión entre los objetivos económicos, sociales y ambientales subraya la necesidad de mantener un enfoque holístico en las políticas futuras.

Este cambio en la tendencia al estancamiento e, incluso, a la contracción del año 2022, a un renacimiento significativo en 2023 y un crecimiento acelerado en el período 2024-2025 obedece a la convergencia de la implementación de las políticas del Gobierno de Petro y un aumento de las inversiones en el sector. En particular, el aumento del empleo rural que pasó de 3,2 millones de trabajadores (2023) a 3,38 millones en 2024, lo que representa un creció el 8,3%, y alcanzando a 3,69 millones de trabajadores rurales en el 2025 que equivale a un incremento del 14,5% en el primer semestre de 2025.

Esta tendencia indica una maduración del sector agrícola, que va más allá de la producción básica de alimentos para adentrarse en segmentos más especializados y rentables. La inversión continuada en investigación y desarrollo para estos cultivos, junto con una mejora de la logística y el acceso a los mercados, podría generar un valor económico sustancial y mejorar los ingresos de los agricultores.

Las exportaciones agrícolas de Colombia han mostrado una fuerte recuperación en 2024 (del 24,4% en valor y 13,2% en volumenes) impulsada por algunos productos agropecuarios específicos. Esta recuperación fue impulsada en gran medida por productos clave: café (+18.4%), flores (+9.9%), banano (+30.4%) y frutas tropicales como piñas, aguacates, guayabas y mangos (+46.3%). También las exportaciones de pescado aumentaron de 51,350 kg en 2022 a 64,000 kg en 2023 , y las exportaciones totales de acuicultura y pesca crecieron un 4% hasta los 193.2 millones de USD.

La tendencia positiva en las exportaciones continuó en 2025. En abril de 2025, las exportaciones de productos agrícolas, alimentos y bebidas aumentaron un 47.7%. Marzo de 2025 registró un aumento aún más impresionante del 50.9% en comparación con marzo de 2024, alcanzando los 1,394 millones de USD. Las exportaciones acumuladas de enero a marzo de 2025 sumaron 3,683.2 millones de USD, lo que representa un crecimiento del 36.9% con respecto al mismo período de 2024. El café, con un aumento del 190.2%, y las flores, con un incremento del 22.9%, fueron motores particularmente fuertes en marzo de 2025.

Este particular renacimiento de la agricultura en Colombia ha sido acompañado con una expasión significariva del empleo rural. En el año 2023, el sector agropecuario y rural empleó aprox. 3,2 millones de trabajadores en promedio. En el año 2024 se aumento hasta 3,38 millones, lo que representó un crecimiento del 8,3%, generando 244.000 nuevos empleos. De tal manera, que el sector rural ocupó el segundo lugar de los sectores generadores de empleo a nivel nacional, con el 14,5% de la población ocupada del país.

Las proyecciones para 2025 indican que la tendencia positiva en el empleo rural continuará con fuerza. En marzo de 2025, el empleo agrícola creció un 11.5% en comparación con marzo de 2024, añadiendo 381,000 nuevos puestos de trabajo. A marzo de 2025, el sector agropecuario colombiano registró una ocupación de 3.69 millones de personas, marcando su tasa de empleo más alta en los últimos años para un mes de marzo. Se espera que la tasa de desempleo nacional se mantenga estable en 2025 debido a la mejora de la actividad económica, con una reducción significativa de la tasa de desempleo rural.

Con este desempeño, el sector agropecuario se consolidó como uno de los estratégicos para la creación de empleo en Colombia, aumentando cientos de miles de puestos de trabajo anualmente desde 2023 hasta 2025. Sin embargo, este impresionante crecimiento del empleo se ve ensombrecido por la tasa excepcionalmente alta de informalidad del sector, que se situó en el 85.4% a finales de 2023, la más alta entre todas las actividades económicas. Con lo cual se configura una paradoja: el sector agropecuario constituye el motor fundamental del empleo rural; sin embargo, la gran mayoría de estos trabajadores carecen de beneficios laborales formales, seguridad social y protecciones legales.

Esta alta informalidad limita además el acceso al crédito, a la asistencia técnica y, en general, la acumulación y la estabilidad socioeconómica a largo plazo de las familias campesinas; lo cual dificulta las posibilidades de aumento de la productividad y competitividad de la producción agrícola campesina y no permite salir del circulo vicioso de la pobreza rural.

En estas condiciones se presenta una correlación directa entre el crecimiento del empleo agrícola y la reducción de la pobreza monetaria y multidimensional en las zonas rurales establece una clara relación de causa y efecto. El hecho de que más de 524,000 personas salieran de la pobreza monetaria y 232,000 de la pobreza multidimensional en las zonas rurales, en parte debido a las políticas agrícolas y al crecimiento del empleo, indica que el empleo en este sector es un mecanismo muy eficaz para mejorar las condiciones de vida. La contribución sustancial del sector a la creación de empleo a nivel nacional (casi el 48% de los nuevos empleos a principios de 2024) subraya su profundo impacto social. Esta situación refuerza la idea de que invertir y apoyar el sector agrícola no es solo una estrategia económica, sino un imperativo fundamental para el desarrollo social.

El desarrollo rural sostenible requiere no solo la creación de empleo, sino también la calidad del empleo. Por lo tanto, los esfuerzos políticos deben ir más allá de simplemente aumentar el número de empleos para promover activamente la formalización dentro del sector agrícola. Esto implicaría una combinación de incentivos para los empleadores, procesos de registro simplificados para los trabajadores y un mejor acceso a los beneficios de la seguridad social, lo que en última instancia contribuiría a un mercado laboral rural más equitativo y productivo. El compromiso declarado del gobierno con la “formalización laboral” es un paso crucial para abordar este problema arraigado.

A manera de conclusiones

La trayectoria de crecimiento del sector agropecuario colombiano de 2022 a 2025 ha sido moldeada por una confluencia de factores internos y externos, que van desde las condiciones climáticas y los costos de los insumos hasta las políticas gubernamentales y la dinámica del mercado global. Comprender estas influencias es crucial para una evaluación holística del desempeño y las perspectivas futuras del sector.

Impacto de los Fenómenos Climáticos: El fenómeno de El Niño ha sido un factor ambiental significativo, resultando más fuerte y prolongado de lo inicialmente anticipado. A pesar de sus efectos adversos, el sector agrícola demostró una notable resiliencia y continuó su tendencia de recuperación y fortalecimiento.

La reducción de los Costos y la Inflación de Alimentos: Un factor crítico en la recuperación del sector ha sido la significativa desaceleración de la inflación de alimentos. Esta se desplomó de un máximo del 27.8% en diciembre de 2022 al 5.0% en diciembre de 2023. Esta tendencia positiva se atribuye en gran medida a una caída anual proyectada del 7.5% en los costos del sector para el período 2024-25, impulsada por una contracción en los precios internacionales de insumos clave como la urea, la soja, el maíz y el trigo.

Influencia de las Políticas e Inversiones Gubernamentales: Las políticas del gobierno actual, delineadas en el Plan Nacional de Desarrollo (2022-2026), han priorizado la reforma agraria, el acceso a la tierra y el desarrollo rural. En 2024, el crecimiento del sector agrícola, que superó el 8%, estuvo directamente vinculado al “Renacimiento del Agro” propuesto por el gobierno del presidente Petro. Esto incluyó la apertura de nuevos mercados internacionales para productos como café, cacao y cítricos, el aumento de las áreas cultivadas y los volúmenes de producción , y el fortalecimiento del suministro de alimentos, lo que llevó a una reducción del 2% en la inseguridad alimentaria.

Condiciones y Apertura de nuevos mercados: El robusto crecimiento observado en 2024 y proyectado para 2025 no se atribuye a un único factor, sino a una combinación sinérgica de condiciones de mercado favorables (moderación de los costos de los insumos) y un enfoque de política gubernamental integral y multifacético. Las políticas relacionadas con la reforma agraria, el acceso a los mercados, la inversión en infraestructura y el apoyo financiero están funcionando en concierto. Esto sugiere que el gobierno está aprovechando estratégicamente el sector agrícola para lograr objetivos de desarrollo nacional más amplios, incluida la consolidación de la paz y la reducción de la pobreza, como se describe en el Plan Nacional de Desarrollo.

Desafíos del sector agropecuario y rural:

A pesar de los significativos avances y los logros alcanzados en la implementación de las políticas gubernamentales del PND 2022-2026 “Colombia Potencia Mundial de la Vida”, el sector enfrenta grandes desafíos que es supremamente importante atenderlos con nuevas y asertivas políticas, tales como:

  • Adopción Tecnológica e Innovación Agrícola: Adoptar innovaciones como Agro 4.0, agricultura de precisión, agroecologia, así como soluciones de energía renovable (por ejemplo, energía solar), para mejorar la eficiencia, la productividad y la sostenibilidad.
  • Fortalecimiento de las Inversiones Sostenibles y la Infraestructura Rural: Mejorar la logística, el almacenamiento y el acceso a los mercados para los productores. Lo mismo que alinear las inversiones con las prioridades nacionales, incluidas las prácticas sostenibles, la resiliencia climática y el apoyo a los pequeños y medianos productores de la Agricultura Familiar, Campesina y Comunitaria.
  • Profundizar y Acelerar la Reforma Rural Integral: Continuar los esfuerzos en el acceso a la tierra, la titulación y la formalización de la propiedad rural. Esto es crucial no solo para la equidad social, sino también para liberar ganancias de productividad, permitir el acceso al crédito y reducir la alta tasa de informalidad en el empleo rural. La implementación de la jurisdicción agraria en 2025 será un paso crítico.
  • Priorizar el Desarrollo Agroindustrial de Valor Agregado: Cambiar el enfoque de las exportaciones de materias primas para apoyar las capacidades de procesamiento y el valor agregado dentro del país. Esto incluye incentivar la inversión en plantas de procesamiento de alimentos, logística de cadena de frío y certificaciones de calidad para productos orientados a la exportación.
  • Promover Inversiones Integradas en las Cadenas de Valor: Considerar inversiones que abarquen múltiples etapas de la cadena de valor agrícola, desde la producción primaria hasta el procesamiento, la logística y la comercialización. Este enfoque puede capturar más valor y crear sinergias, particularmente para productos orientados a la exportación.
  • Fortalecer la Resiliencia y Adaptación Climática: Invertir en investigación, transferencia de tecnología y capacitación de agricultores para una agricultura climáticamente inteligente. Esto incluye el desarrollo de cultivos resistentes a la sequía, sistemas de riego eficientes y sistemas de alerta temprana para eventos climáticos como La Niña, para mitigar su impacto en la producción y la seguridad alimentaria.
  • Mejorar la Formalización del Empleo Rural: Implementar políticas e incentivos dirigidos a reducir la alta tasa de informalidad en el empleo agrícola. Esto podría implicar procesos de registro simplificados, subsidios a la seguridad social y campañas de concientización para garantizar que los trabajadores rurales se beneficien de condiciones de empleo formales y contribuyan a una fuerza laboral más estable.
  • Acelerar la implementación del Catastro Rural Multipropósito: Continuar apoyando y fortaleciendo las capacidades técnicas y humanas del IGAC, el DANE y de las entidades territoriales para disponer de información cartográfica y alfanumérica actualizada y adecuada a los requerimientos de la planificación y el ordenamiento territorial.

Luis Alfredo Muñoz Wilches, Economista y MSc en Análisis de problemas del desarrollo

Foto tomada de: Meta AI

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