El desempleo continuó alto en diciembre de 2019, al llegar la tasa desempleo mensual a 9,5% (9,3% en noviembre) en comparación con 9,7% (8,8% en noviembre) diciembre de 2018, una disminución de 0,2%. Es la tasa de desempleo más alta desde diciembre de 2012. Lo grave es que en diciembre termina el ciclo de tasas de desempleo decrecientes, y en enero la tendencia cíclica es de aumento.
La tasa de ocupación bajó de 58,7% en diciembre de 2018 a 57,5% en diciembre de 2019, lo que se refleja en una disminución en los ocupados en 192 000 personas, aunque los desempleados bajaron en 73 000.
A pesar de esa reducción en el empleo formal, los subempleados objetivos y subjetivos pasaron de 9627 miles trabajadores en diciembre de 2018 a 9524 mil en diciembre 2019, una caída de 103 mil.
La tasa general de participación también cayó de 65.1% a 63,6%, que significa un incremento en los inactivos de 765 000 personas que dejaron de buscar trabajo. Este es un punto importante porque significa que el desempleo es en realidad más alto que lo dicen las cifras. Y es un elemento más que muestra que el tema del desempleo es muy agudo en Colombia.
En valores absolutos, los ocupados a nivel nacional bajaron en 192 000 personas en el año 2019 mientras que a nivel de 13 ciudades y sus áreas metropolitanas aumentaron en 165 000, cifra que fue contrarrestada por el incremento en 127 000 de desocupados en las zonas rurales (Cuadro 1).
Cuadro1 Situación nacional y en 13 ciudades y sus áreas metropolitanas miles
En definitiva, la situación del mercado laboral es muy difícil, no mejora. Simultáneamente, el crecimiento de la producción de 3,1% estimada para 2019, aunque superior al 2,7% de 2018, es una cifra muy baja. Los medios de comunicación y los comentaristas afines al gobierno hablan de esta tasa como de algo muy positivo porque en la región, la mayoría de las economías han crecido por debajo de 3,0%. Es alegrarse porque se es tuerto en el país de los ciegos.
Análisis de series desestacionalizadas
De enero de 2010 a diciembre de 2019 las series mensuales desestacionalizadas de las tasas de desempleo, para el total nacional y las 13 ciudades y sus áreas metropolitanas, muestran curvas cóncavas, que comienzan en 2010 con tasas de desempleo altas de 12,0%, las cuales se reducen hasta llegar a menos de 9,0% a mediados de 2014, fecha en que comienzan a subir hasta alcanzar a 10,2% en diciembre de 2019 ( Dane, Series desestacionalizas, Boletín de empleo, enero 31 de 2020).
Para 13 ciudades y sus áreas metropolitanas, en enero de 2010 la tasa desempleo fue de 12,8%, disminuye en los siguientes años a cifras inferiores a 10,0% hasta julio de 2015, y crece después hasta alcanzar una tasa de desempleo de 11,2% a finales de 2019.
Al comparar diciembre de 2018 con diciembre de 2019, la tasa de desempleo nacional cae de 10,3% a 10,2% y la de las 13 ciudades de 11,3% a 11,2%, prácticamente iguales.
Aquí vale la pena observar, que los estudios del mercado laboral deben tener una visión de mediano y largo plazo para ver las tendencias. Es muy difícil sacar conclusiones basadas en los resultados de un mes como acostumbran a hacer los neófitos en el tema o los comentaristas no especializados en economía. Por otra parte, hay que seguir el ciclo anual, ya que hay meses en que normalmente las tasas de desempleo caen y otros en que suben. Y, por supuesto, siempre hay que hacer comparaciones con el año anterior en el análisis de corto plazo.
Análisis de las cifras trimestrales
Por trimestre móvil, la situación se ve peor, ya que las tasas aumentan de 10,1% en diciembre de 2018 a 10,5% en diciembre de 2019 para la tasa de desempleo a nivel nacional y de 11,2% y 11,4% para las 13 ciudades y sus áreas metropolitanas respectivamente.
En el cuadro 2 se hace un resumen de los resultados trimestrales para datos nacionales, de 13 ciudades, de cabeceras y centros poblados dispersos. La conclusión es la de una caída en los ocupados en 21 000 personas y un aumento en los desocupados en 97 000 personas, señal clara que la situación laboral se ha deteriorado.
Cuadro 2 Situación del empleo por zonas trimestres oct-dic miles
Desempleo por posición ocupacional
Por posición ocupacional, al comparar 2018 con 2019, aumentan los jornaleros o peones 1,0% y los obreros y empleados particulares en 0,2%. Caen los empleos en el gobierno, los patronos o empleadores, los trabajadores por cuenta, los empleados domésticos y los trabajadores sin remuneración.
Empleo por educación
En diciembre de 2019, el empleo mejoró para los que tienen educación técnica, tecnológica, media, profesional y posgrado, en 109 mil trabajadores. Disminuye para los que tienen educación básica primaria y secundaria en 64 mil. Muy grave para los que no tienen educación porque su ocupación cae en 243 mil personas. Evidentemente se castiga a las personas de pocas calificaciones y se premia a los más calificados, tendencia que se está produciendo en todo el mundo.
Empleo de los jóvenes
En diciembre 2019 en comparación con diciembre 2018, la ocupación de los jóvenes de 10 a 24 años disminuyó de 3898 miles a 3797 miles, para una caída de 101 mil. En esta oportunidad, la situación para las mujeres fue mejor que para los hombres ya que el empleo les aumentó en 41 mil mientras que para los jóvenes decreció en 142 000.
Empleo según sexo
Según el sexo, la ocupación de los hombres cayó en 40 mil personas en diciembre de 2019 mientras que para las mujeres se dio una reducción de 152 mil, especialmente en las mujeres de 25 a 54 años.
Venezolanos
Según información para noviembre 2019, se tenían 413 000 venezolanos empleados, 176 000 desocupados y -89 000 inactivos
Informalidad
En noviembre de 2019 la informalidad bajo unas décimas. Para las trece y sus áreas metropolitanas varió de 46,9% a 46,2% y para 23 ciudades y sus áreas metropolitanas de 48,1% a 47,2%.
Empleo por sectores
En diciembre de 2019, en comparación con diciembre de 2018, el empleo cae en todos los sectores, excepto en construcción, que sube en 112 mil, y comercio, hoteles y restaurantes, en 409 mil. En industria cae en 81 mil, en agricultura, pesca, ganadería y silvicultura en 171 mil, en servicios sociales, comunales y personales en 98 mil, en actividades inmobiliarias, empresariales de alquiler en 206 mil, en minería, electricidad, gas y agua en 88 mil. Son unos datos muy dicientes porque los sectores productivos no dieron lugar a empleo ni siquiera los de servicios.
Conclusiones
La tasa de desempleo de dos dígitos es una realidad desde 2014, por encima de 10,0%, y no se percibe cómo esta situación puede cambiar dadas las tasas de crecimiento del PIB previstas para los próximos dos años, que no se espera sean superiores a 4,0%, sino que estarán por debajo de 3,5%.
Hay dos fuentes potenciales para crecer en Colombia. Existe una oferta laboral suficiente que puede crecer por encima de 1,0% y un potencial para incrementar la productividad. Esto último implica inversión en capital físico, en infraestructura, salud y educación, mejoramiento gerencial, e inversión en conocimiento o investigación. El sector más propicio a aumentar la productividad y el empleo siempre ha sido el sector manufacturero por todos los enlaces a que da a lugar con otros sectores. La nueva revolución implica que hay que prestar atención a los sectores asociados a los servicios de alta tecnología. Hay que llegar a aumentos anuales de productividad de por lo menos 3,0%.
Hay que tener en cuenta que se está dando un cambio tecnológico ahorrador de trabajo que hace muy difícil llegar al pleno empleo, y en Colombia volver a tasas de un dígito de desempleo abierto y reducir al mismo tiempo el subempleo. En otras palabras, dado que la productividad promedia del trabajo debe estar creciendo a tasas altas, para absorber el trabajo excedente hay que crecer a tasas muy rápidas, por encima del 5,0%.
Habría que pensar en invertir por parte del gobierno en sectores intensivos en mano de obra como la construcción de caminos rurales, vivienda, educación en general, atención a personas adultas, educación preescolar, jardines infantiles, apoyo técnico al campo, actividades culturales, y así sucesivamente.
La nueva etapa del capitalismo está produciendo un ejército de reserva creciente que impide el pleno empleo y que presiona a una reducción de los salarios. En países como Colombia no existe un Estado de bienestar que palie buena parte del problema del desempleo de la mano de obra, ya que no hay válvulas que amortigüen el deterioro laboral como un seguro de desempleo y una adecuada seguridad social en salud, educación, vivienda y pensiones.
Diego F. Otero Prada
Foto tomada de: Sena Empleo
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