Estos expertos descubren el agua tibia.
Desde que el modo de producción capitalista impera en Colombia hay desempleo y trabajo precario (trabajo por cuenta propia, trabajo informal). Nos informa Libardo Sarmiento en artículo de Le Monde Diplomatique para América Latina que entre 1950 y 2022: “la tasa de desempleo anual es de 9,8 por ciento; el coeficiente de variación es de 39,9 por ciento; el rango de variación es de 16,8 puntos porcentuales; el valor mínimo de la tasa de desempleo es de 2,9 por ciento en el año 1955 y un máximo de 19,7 en 2000.” En otras palabras, siempre hay desempleo.
En reseña elaborada por el Departamento Nacional de Planeación del estudio Hacia el pleno empleo de 1972 se afirmaba entre otras cosas[1]: “Hacia mediados de la década la preocupación central en materia laboral se centraba en el desempleo. En el panorama internacional, el desempleo adquirió cada vez más importancia en la medida en que incrementó sostenidamente a lo largo de los años sesenta. En Colombia, la tasa media de desempleo anual aumentó casi ininterrumpidamente de 6,47 % en 1958 a 12,31 % en 1967.”
“Con el fin de estudiar y presentar soluciones a la problemática laboral, el gobierno del presidente Carlos Lleras Restrepo propuso que Colombia fuera el primer país al que se enviara una misión piloto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como parte del Programa Mundial de Empleo liderado por esta institución desde 1967.”
¿Qué encontró dicha Misión de Empleo?
“La Misión de Empleo de la OIT de 1972 en Colombia reveló que el país enfrentaba un problema doble: desempleo abierto en el sector moderno y bajos ingresos en el sector informal.[2]”
Continua diciendo el DNP sobre el problema laboral colombiano en 1986:
- “El desempleo volvió a ocupar una posición preponderante en los retos de principios de los ochenta, en el momento se evidenciaba un incremento del desempleo urbano más intenso que el experimentado en los años sesenta. Para 1984, la tasa media de desempleo urbano llegó a 13,2 % por encima de los años anteriores.”
- “En ese año, durante el período de Belisario Betancur, se conformó una Misión de Empleo con el propósito de elaborar un diagnóstico y una estrategia de política para el desempleo en Colombia. La Misión fue dirigida por el economista estadounidense Hollis Chenery, profesor de la Universidad de Harvard y execonomista jefe del Banco Mundial conocido por su contribución en la economía del desarrollo.”
- “La Secretaría Técnica estuvo a cargo de Juan Luis Londoño, Hugo López, José Antonio Ocampo, Manuel Ramírez, Guillermo Perry, entre otros. Adicionalmente, se contó con una comisión técnica y un grupo de investigadores y consultores. El informe final de la Misión se rindió en 1986, dos años después de su inicio.”
- “La Misión identificó al desempleo como el resultado de factores demográficos, institucionales y macroeconómicos, y los desequilibrios laborales de la década como propiciados por eventos macroeconómicos más que por rigideces institucionales.
- “Específicamente, la Misión estableció que el problema laboral colombiano era doble y abarcaba el desempleo abierto en el sector moderno y bajos ingresos en el sector informal.” La Misión de 1986 encontró lo mismo: desempleo y trabajo informal.
Los expertos consultados por La Silla Vacía en 2025 concluyen, nuevamente lo mismo. Los “problemas” no se solucionan pero los expertos, afortunadamente para ellos, si han encontrado empleo formal con elevados ingresos, repitiendo el mismo diagnóstico.
¿Por qué no se solucionan estos “problemas”?
Parecería que no es un problema de capacidad técnica de los expertos. Se trata de lo mejor que da la tierrita, con el apoyo de expertos extranjeros: José Antonio Ocampo, Guillermo Perry, Hugo López, Juan Luis Londoño, Manuel Ramírez, para mencionar algunos. Durante la últimas décadas han pasado presidentes de diversas corrientes políticas (Lleras Restrepo, Alfonso López, Belisario Betancur, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos y ahora Gustavo Petro); hemos tenido en los cargos públicos relevantes a los mejores tecnócratas (la mayoría de la Universidad de los Andes), pero también a técnicos de izquierda como Cecilia López, Clara López Obregón, Jorge Iván González y Gloria Inés Ramírez, entre otros. Además, todos los gobiernos han contado con el apoyo de los capitalistas que, según ellos, “si saben hacer empresa y crear empleo”.
A pesar de sus divergencias políticas e ideológicas todos estos personajes tienen en común que no son capaces de resolver los problemas de desempleo, trabajo informal y bajos ingresos. Esto indica que hay una restricción de fondo: estos problemas no tienen solución en el marco del modo de producción capitalista. Esto ya lo dijo Marx en 1867 en El capital. No todos estos expertos han leído El capital, algunos apenas unos cuantos capítulos. Pero ninguno comparte las conclusiones de fondo. Y siguen ofreciendo recetas para resolver un problema insoluble.
Pero dejando por el momento de lado la teoría concentremos en los vulgares hechos empíricos. A pesar de que el artículo 25 de la Constitución establece que toda persona tiene derecho a un trabajo digno, de las manifestaciones de intención de solucionar el problema por parte de los políticos de todas las corrientes y de todos los estudios técnicos, el desempleo, la informalidad y los ingresos siguen vivitos y coleando. ¿Si alguno tiene la solución por qué no nos cuenta?
Los partidos y candidatos a la presidencia en 2026 deberían explicar si tienen la solución. Los partidos marxistas deberían decirles a los trabajadores que estos problemas no tienen solución.
Nota: Sobre la tasa de desempleo en abril de 2025
Según el DANE la tasa de desempleo en abril de 2025 fue de 8,8%, la tasa más baja en este mes desde 2001 y también la tasa más baja para toda la serie en estos 25 años. El presidente Petro ha salido, con razón, a cobrar victoria: 1) “Hemos alcanzado la tasa de desocupación laboral más baja del siglo. Son cifras históricas: la tasa de desocupación más baja para un abril…más baja de toda la serie también 8,8%”; 2) “Tener la desocupación laboral más baja del siglo es un éxito indudable de la política económica del gobierno”.
El anexo estadístico presentado por el DANE muestra lo siguiente: 1) Efectivamente la tasa de 8,8% es la más baja para un abril; 2) Es también el valor más bajo desde enero de 2021, pero se obtuvo también en febrero de 2015, durante el gobierno de Juan Manuel Santos; 3) durante este período la tasa de desempleo tuvo un valor mínimo de 8,8% y un máximo de 21,6% (debido a la pandemia).
Los resultados por períodos presidenciales son los siguientes:
Estas cifras muestran una tendencia decreciente durante el siglo XXI. El presidente Uribe bajó la tasa de desempleo 4 puntos porcentuales entre 2002 y 2010, el presidente Santos la bajó 2 puntos, dejándola en 9.6% en 2018; el presidente Duque la aumentó un poco (hay que tener en cuenta que le tocó la pandemia del Covid-19); el presidente Petro en casi tres años la redujo a 8,8%, una disminución de 2 puntos. Evidentemente es bueno que disminuya la tasa de desempleo. Pero ¿es efectivamente resultado de la política económica del gobierno? ¿Qué políticas tuvieron Álvaro Uribe y sobre todo Juan Manuel Santos que llegó en un mes al mismo nivel de 8,8%? Es necesario profundizar en el conocimiento de esta relación entre política económica y tasa de desempleo.
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[1] https://www.misionempleo.gov.co/acerca-de/Paginas/Antecedentes-y-justificacion.aspx
[2] Desempleo abierto en el sector moderno: Se refiere a personas que estaban buscando activamente trabajo, pero no lo encontraban en el sector formal de la economía. Bajos ingresos en el sector informal: Se refiere a personas que trabajaban en el sector informal, pero con bajos ingresos, lo que indicaba que el sector informal no era una solución sostenible para la mayoría de la población. Es decir lo mismo que “encuentran” los expertos en 2025.
Alberto Maldonado Copello
Foto tomada de: The History of Economic Thought
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