La Asociación Nacional de Usuarios Campesinos ANUC a lo largo de sus 52 años de existencia es una organización que ha sobrevivido toda clase de conflictos, periodos de auge y descenso. La presencia de ANUC a nivel municipal es desigual pero muy extendida. Solo la Acción Comunal tiene mayor presencia, pero de paso hay que anotar que en muchas veredas los líderes de la Junta Comunal hacen parte de las Asociaciones de Usuarios.
La ANUC está viviendo una reactivación, pero su existencia responde más a la estructura social rural que a una coyuntura política. Mientras que algunos grupos surgen porque la coyuntura del gobierno del Pacto Histórico ofrece condiciones favorables, la ANUC y otras organizaciones nacionales de vieja data fortalecen sus raíces en el mundo campesino.
Esta vitalidad es llamativa pues el paisaje rural muestra gran cantidad de iniciativas locales en torno a temas de la mujer, el medio ambiente, agricultura autosostenible y el rechazo a diversas formas de violencia, etc. La ANUC habría podido ser desplazada por estos grupos, pero no fue así. Hay indicios de que el avance del petrismo en los últimos años y concretamente las campañas presidenciales del 2018 y el 2022 inyectaron nuevas energías a la Junta Nacional y a las Asociaciones Departamentales y municipales. También influyó el reconocimiento de la ANUC como víctima colectiva del conflicto armado y el regreso del debate agrario de mano del tema ecológico tanto en Colombia como a nivel internacional. Otras expresiones como FENSUAGRO y las organizaciones indígenas pueden tener a su favor parlamentarios de confianza, pero la ANUC parece sacar ventaja de la expansión del petrismo entre el campesinado.
¿Se justificaba que la ANUC se le midiera a las dos movilizaciones del 18 de noviembre, tres días después de realizadas las marchas del Pacto Histórico en apoyo al gobierno?
Es evidente que la ANUC quería hacer algo con sello propio para demostrar que sí hay organización campesina y que el gobierno tiene que interlocutar con el campesinado contando con las organizaciones existentes. Los sectores campesinos organizados se sienten partícipes del resultado electoral del Pacto Histórico y ante todo del triunfo de la candidatura presidencial de Gustavo Petro y Francia Márquez.
Los sectores organizados se sienten parte del triunfo electoral histórico incluso allí donde no hubo mayoría petrista. Como el triunfo de Petro fue por estrecho margen, mayor es el valor relativo de cada apoyo y cada voto. El campesinado organizado se siente aliado del gobierno y espera mucho del él, en primer lugar, reconocimiento.
Una parte sustancial del programa de Petro está precisamente referido a la reforma agraria integral que implica superación del atraso rural, empoderamiento del campesinado, debilitamiento del gamonalismo tradicional y cambio tecnológico, para mencionar solo algunas de las tareas pendientes para un cambio social.
Un cambio social y político en la Colombia, que ahora es mayoritariamente urbana, sigue decidiéndose en primer lugar en el campo donde son urgentes la paz, la reforma agraria integral y el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos.
El presidente Petro propuso que las organizaciones campesinas se volcaran a organizar el campesinado que aún no está organizado y además que se coordinaran entre ellas. De este llamamiento surgió la convocatoria a la Convención Campesina del 2, 3 y 4 de diciembre en cuya preparación ha participado la ANUC junto a otras organizaciones. Se espera que de allí salga una coordinación de organizaciones que a su vez sea interlocutora del gobierno en todo lo referente a políticas públicas que tocan el sector rural. Reforma agraria integral, paz total y recuperación de la soberanía alimentaria requieren de una contraparte campesina organizada y con capacidad de interlocución con el gobierno.
Es probable que la política de paz total necesite tener dimensiones territoriales diferenciadas y formas específicas de organización campesina que en algunos casos será producto de las negociaciones locales que no se agotan en el actor Estado y el actor armado ilegal, sino que exigen la presencia de la comunidad.
En la coyuntura de emergencia nacional debido a las fuertes lluvias, el gobierno le ha puesto mucha atención a la capacidad de gestión de las Juntas de Acción Comunal en el manejo de riesgos y catástrofes. Esto fortalecerá a la Acción Comunal. Las cuestiones de la reforma agraria, el crédito, el empoderamiento del campesinado en el mundo político institucional, la promoción de los derechos y capacidades de la mujer campesina, etc. son terrenos en los que la ANUC se puede mover con mayor soltura, apoyándose en sus propias experiencias y en su acumulado de memoria histórica. Por otra parte, es evidente que estamos viviendo una crisis de la producción agrícola nacional, que se manifiesta en escasez y carestía. Aquí la ANUC y las demás organizaciones deben aportar soluciones de mano del gobierno.
En las ciudades mucha gente que espera el cambio petrista no es consciente de lo que se juega en el campo. Sencillamente en el campo se puede frustrar o fortalecer significativamente la estrategia del Pacto Histórico. Esta fue una de las razones que la ANUC tomó en consideración para expresar apoyo al cambio propuesto por Petro y a la vez llamar la atención sobre el peso de la cuestión agraria. Y la Convención Nacional de organizaciones campesina del 2, 3 y 4 de diciembre lo hará en una dimensión todavía mayor pues en ella participan casi todas las organizaciones grandes y pequeñas, nuevas y viejas que tienen presencia en el campo.
Las marchas de la Anuc en Popayán y Sincelejo no encontraron eco en los principales medios de comunicación. Por el lado del gobierno tampoco es que haya habido una reacción especial y se puede entender que el gobierno se reserva para aparecer en la Convención de diciembre en cuya preparación ha participado desde el primer día. Lo del 18 fue una movilización decidida autónomamente por una organización de la sociedad civil. Lo de diciembre será un encuentro entre el gobierno y la parte campesina de la sociedad civil para avanzar hacia un acuerdo social democrático.
En Popayán, en el acto de la ANUC fue notoria la participación del liberal Luis Fernando Velasco, uno de los primeros promotores de la campaña de Petro y ahora Consejero Presidencial para las Regiones. En el cierre del acto, Velasco pronunció una esclarecedora conferencia sobre la pérdida de la autonomía alimenticia por parte de Colombia y la hegemonía norteamericana en este campo. En Sincelejo se escuchó un audio enviado por el senador Gustavo Bolívar apoyando la manifestación campesina.
Se podría hacer un contraste entre el esfuerzo de la ANUC por lograr un reconocimiento al campesinado y el sonoro protagonismo ganado por FEDEGAN en cabeza del gremio ganadero y en concreto del latifundio. El gobierno recibió con aplausos la oferta de venta de tres millones de hectáreas por parte de FEDEGAN y luego incluyó a José Félix Lafaurie, presidente de esa organización, como miembro del equipo negociador con el ELN. Como resultado, unos sectores de terratenientes y de políticos de derecha incluido Uribe, y por supuesto Lafaurie, se muestran partidarios de una línea flexible mientras que otros piden la confrontación. Estamos ante una división de un frente de derecha que hasta el comienzo del nuevo gobierno parecía monolítico.
Así pues, la orilla terrateniente agrupada en FEDEGAN ya se ha hecho sentir criticando primero y negociando después. Falta mucho por ver que pasará por estos lados, pero lo seguro es que el cuarto de hora puede ser para el campesinado. Lo que hizo la ANUC el 18 de noviembre fue atrevido pero necesario, puede ser el despegue de una movilización social poderosa que ayude a que el país avance en todos los campos y que lo que hoy tenemos prospere en los próximos años.
José Miguel Gamboa
Foto tomada de: Consejería Regiones/Twitter
Carmelo Montes Suarez says
Es una lectura muy acertada del momento que vive el movimiento campesino organizado y en especial del papel de la ANUC en esta coyuntura favorable que no se puede dilapidar. Pienso que se deben fortalecer las bases de la ANUC desde los comités veredales y las Asociaciones Municipales sin descuidar la presencia y participación del liderazgo nacional y regional en los espacios de articulación interorganizacional para concertar de manera consensuada con el Gobierno amigo las políticas públicas agropecuarias y de Desarrollo Rural.
También se deben definir estrategias para el acercamiento y la unidad de accion con los demás actores de la sociedad rural como las acciones comunales para el tema de la infraestructura rural y con los pequeños y medianos productores para garantizar la soberanía alimentaria de cara a la escasez de alimentos que se avisora cómo consecuencia de la recesión económica y la olan invernal. Para ello se debe renovar el discurso y levantar nuevas consignas que convoquen y movilecen las poblaciones donde la ANUC no ha llegado.
Tiberio Gutiérrez says
Muy bien planteado el asunto, pero lo ideal sería que se agrupara todo el campesinado en una sola organización nacional, para poder ser el sujeto político que, de la mano de una sola central sindical nacional de la clase obrera, sirva como base social y política para la alianza obrera-campesina, condición, sine-quanon para los cambios estructurales que plantea el Programa del Pacto Histórico. Si no se aprovechan estos momentos de efervescencia y calor, ….como decía el tribuno del pueblo; estamos a la expectativa de las conclusiones de la Asamblea Nacional Campesina del 3, 4 y 5 de diciembre, porque ellas pueden marcar el comienzo real de la Reforma Rural Integra, tantas veces saboteada por los gobiernos anteriores, pero que ahora tiene las condiciones políticas para salir adelante, si el movimiento campesino tiene la visión política y organizativa para dirigir la transformación en el campo. Sin el movimiento campesino organizado y unido en torno a un programa agrario democrático en alianza con la clase obrera organizada y unitaria, no hay Reforma Rural Integral, así de sencillo.