• Desde el sur
  • Sur global
  • El sur posible
  • Archivo Revista Sur
  • Video
  • ESPECIAL SOBRE BOGOTÁ
  • SUR COOPERANDO

Corporación Latinoamericana Sur

  • INICIO
  • NOSOTROS
    • Quienes somos
    • Qué hacemos
    • Nuestro Equipo
  • TEMÁTICAS
    • Participación y cultura política
    • Paz, Desarrollo Social y Postconflicto
    • Jovenes
    • Victimas
    • Salud
    • Derechos humanos
    • Democracia y ciudadania
    • Ciudades Equitativas – Territorios Equitativos
  • Publicaciones
  • Contáctenos

Las listas electorales: fragmentación, faccionalismo e instrumentalización

15 diciembre, 2025 By Ricardo Garcia Duarte Leave a Comment

PDF
Imprimir
Qué avalancha la de los candidatos al Congreso. Y la de sus listas. No fue suficiente con el pequeño y confuso maremágnum de los 100 aspirantes presidenciales, así fueran precandidatos, da igual; todos tienen una misma secreta y voraz ambición, la dictada por la libido imperandi, por no hablar ya de la propensio ad corruptionem, planta invasiva en el jardín florido de las “buenas y nobles intenciones” en la política.

Para el 8 de diciembre se dejó venir una muchedumbre mayor, casi desatada. El delegado de la registraduría que se encargó de su registro podía haber repetido perplejo con Zalamea Borda: “crece la audiencia”, es una multitud. Como si viera ascender a los desarrapados, a los desvalidos, por las escalinatas del río Ganges. Solo que ahora se trataba de los validos, de los apadrinados o de los mismos caciques, que aumentaban la marejada de pretendientes a una cuota de poder en la representación política, la misma que les debe servir para entrar en las regiones cenagosas del contratismo y de las influencias indebidas, claro, sin dejar de contribuir a la confección de algunas leyes funcionales.

Listas al por mayor

Para las elecciones de Congreso, en marzo, se inscribieron 3144 candidatos, una barbaridad, quién lo duda; y solo para pelear por 290 escaños; es la disputa de unos 10 por cada curul, por lo que 9 quedarán obligatoriamente quemados, en la carrera por conquistar un puesto. Pero, además, esa masa se presenta desperdigada en 527 listas.

Para el Senado, que es en donde más se concentran las aspiraciones y las jefaturas de las “empresas electorales”, se presentaron 27 listas. Palabras más, palabras menos, es una cifra que equivale al mismo número de partidos, al menos en un sentido amplio, el de asociación de gentes que quieren representación política. 27 “partidos” en un país que durante 150 años mantuvo un bipartidismo inamovible con dos encostradas “familias políticas” del siglo XIX que arrastraban, por cierto, con la estela de su inalterable poder hereditario.

Se trata hoy de una fragmentación política que reproduce la misma circunstancia de hace 4 años y en general la de las últimas tres décadas, después de la crisis de lealtades que sufrieran el partido liberal y el partido conservador. Y luego de que la Constitución del 91 soltara las amarras que constreñían las tendencias a la segregación, dentro de aquellas “familias” políticas, verdaderos partidos de notables, con rancio olor de oligarquía moderna y de palio arzobispal.

Faccionalismo

Desde su propia fundación, los partidos tradicionales albergaron en su interior disidencias y caudillos emergentes que conspiraban, o distintos grupos de interés, como agrupaciones policlasistas que eran. Pero dichas divergencias las controlaban con la disciplina o el chantaje y el desplazamiento del poder. En realidad, su astucia consistía en gestionar la vida partidista como una hábil y encubierta “coalición de matices”; aunque en algunas ocasiones decidían darle rienda suelta a la rotación de élites cuando el grupo emergente se convertía en una fuerza inatajable, proceso que daba lugar a una reunificación posterior bajo el liderazgo del nuevo caudillo.

Solo que la crisis de identidad en ambos partidos hizo estallar el fenómeno en una multiplicación de facciones bajo el decorado de partidos. Cuando la Constituyente quiso dar paso muy positivamente al multipartidismo, en realidad le dio carta de ciudadanía al faccionalismo. El antiguo divisionismo; a veces soterrado, a veces feral; devino verdadero faccionalismo, solo que mimetizado en multipartidismo. Cierto espíritu de secta y un discurso enconado, e inconado, descubre la catadura de facciones en los partidos que surgieron de la explosión experimentada por el tradicionalismo. Hoy en día toman asiento en el Congreso de la República unos 10 o 12 partidos lo que no se parece a ninguna de las grandes democracias, además de constituir una dificultad para la conformación de coaliciones, causa de inestabilidad en la gobernanza, tal como se ilustra en el gobierno de Gustavo Petro.

Instrumentalización en la representación política

Por distintas razones, la crisis de los partidos tradicionales y las reformas favorables a la pluralidad de partidos han derivado en otra dinámica, común en los sistemas de partidos, aunque en Colombia da lugar a facetas especialmente negativas: la instrumentalización del poder y la representación; su búsqueda personalizada; el caudillaje y el caciquismo.

Para identificar el problema siempre vale la pena recordar la clasificación de partidos hecha por Max Weber; a saber: partidos ideológicos, partidos de interés y partidos de patronazgo.

Estos últimos están definidos por la simple persecución del poder para los jefes, sin que importen mucho la doctrina o el interés de clase o la identidad cultural. El laitmotiv es simple y llanamente el ansia de poder, una forma muy personalizada para que caiga en manos de los altos jefes y de los intermediarios o brokers. Es una suerte de instrumentalización y personalización del poder del que se benefician piramidalmente los integrantes, desde la cúpula hasta las bases; eso sí, en distintas proporciones. Es una combinación corrosiva de razón instrumental y razón patrimonial en la acción colectiva, forma elegante de caracterizar al caciquismo contemporáneo.

La cantidad de facciones bajo el rótulo de partidos surgidos del tronco común del tradicionalismo, también de las nuevas identidades religiosas y finalmente de la expresión por firmas de grupos de ciudadanos, propiciadores de la democracia, pero contradictoriamente alimento de la subcultura del clientelismo y el contratismo ilícito, son todos ellos, efectos perversos que crean escollos casi insalvables a la gobernabilidad. Es un fraccionamiento con el que, para bien o para mal, tropezará el próximo gobierno en el Congreso.

Ricardo García Duarte

Foto tomada de: Infobae

FacebookTweetLikeShareLinkedInEmail

Filed Under: Revista Sur, RS Desde el sur

Deja un comentario Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Sur Global

Retractan estudio de Monsanto sobre glifosato

15 diciembre, 2025 By Silvia Ribeiro Leave a Comment

Trump y su Imperio de Arrogancia y Brutalidad

15 diciembre, 2025 By JEFFREY SACHS Leave a Comment

Brasil: los conflictos entre poderes corroen la democracia

15 diciembre, 2025 By Mario Osava Leave a Comment

El Sur posible

Ideas verdes

3 abril, 2019 By Carolina Corcho 2 Comments

Suscribirse a la Revista Sur

VIDEO RECOMENDADO

Fue archivado el proyecto de Ley 010 de Reforma a la Salud

https://www.sur.org.co/wp-content/uploads/2021/05/VID-20210519-WA0024.mp4

Dra. Carolina Corcho Mejía, Presidenta Corporación Latinoamericana Sur, Vicepresidenta Federación Médica Colombiana

TEMÁTICAS

  • Participación y cultura política
  • Paz, Desarrollo Social y Postconflicto
  • Jovenes
  • Victimas
  • Salud
  • Derechos humanos
  • Democracia y ciudadania
  • Ciudades Equitativas – Territorios Equitativos
  • Publicaciones

Ultimos articulos

  • La derecha en su laberinto
  • De nuevo, el debate sobre la tasa de sacrificio
  • ¿Negada Ley de Financiamiento, y el déficit?
  • Las listas electorales: fragmentación, faccionalismo e instrumentalización
  • ABC ANTEPROYECTO DE LEY COMPETENCIAS

Etiquetas

Acuerdo Agro Amnistia Brasil Cambio Climatico Campo Catalunya Ciencia y Tecnología Conflicto Colombia Corrupción crisis capitalismo Democracia Derechos Humanos Economía Ecuador Educación Elecciones Colombia ELN España Fast Track Iglesia Justicia Justicia de paz Medio ambiente Mineria Negociación Neoliberalismo Papa Participación Paz PND Pobreza Politica Politica EEUU protesta social reforma Reforma tributaria religión Renegociación revolucion salud Terrorismo Trump Venezuela Victimas

Apoyo SUR

Buscar

Director: Pedro Santana

 

 

 

Copyright © 2025 Todos los derechos reservados - Corporación Latinoamericana Sur ·