Volver al pasado con el atentado al precandidato del uribismo es necesario. Los nombres de Uribe Uribe, Gaitán, Galán, Antequera, Pardo Leal, Pizarro, Jaramillo, entre otros, afloran como lo que esperábamos no volviera a ocurrir… ¡y ocurrió! ¿Cuáles intereses motivaron el acto? ¿A quiénes interesaba el crimen? ¿Quién se afecta con este hecho? Es evidente que el ataque iba dirigido contra el Gobierno del Presidente Petro y buscaba desestabilizarlo. Así ocurrió con el crimen de Fernando Villavicencio en Ecuador, donde acusaron a Correa y ganó Noboa de la derecha.
Pero hay un análisis que no he escuchado en los medios y es la formación del joven sicario. Llegó la hora de hacer un balance de la educación que se les está brindando a los jóvenes de sectores populares, algunos con familias desestructuradas (como este sin padres) y que son fácil presa de actores violentos que los compran para que cometan fechorías. Ya Alonso Salazar en “No nacimos pa’semilla” había explorado el tema en las comunas de Medellín en la época más cruda del narcotráfico. ¿Hay que hacer una revisión de la Cátedra de paz y los contenidos curriculares para que se insista en que la vida es intocable? ¿Cómo permear a los niños y jóvenes para que jamás cometan actos tan reprochables como el homicidio?
Indudablemente hay temas socio-culturales y hasta sicológicos que deben estar presentes en los análisis. El joven sicario decía que lo había hecho por una plata para su familia. Su padre viajó a Europa a enrolarse de mercenario del Ejército de Ucrania. La madre había muerto. La sociedad está ofreciendo a nuestros jóvenes un espejismo de consumismo, que influye en conseguir dinero rápido y fácil, a toda costa. Los profesores en Latinoamérica están renunciando precisamente por el aumento de la violencia contra los mismos. Las aulas reciben menos alumnos cada año. Otros son los intereses. ¿Serán los mejores?
Lo que ocurrió con el joven sicario demuestra que no lo es. Invito al Gobierno y a Fecode a revisar los planes educativos, a evaluar qué está ocurriendo con la valoración de la vida; de nada sirve hablar de aumentos de la pena (populismo punitivo) si no cortamos el mal desde la raíz. No hay política criminal en el país y la responsabilidad penal adolescente se quedó en un mero enunciado. ¿Hay resocialización? Recuerdo la edad de los asesinos de Pizarro y Lara Bonilla.
También es importante en la investigación que el chico confiese el autor intelectual del ilícito. Fue grave que desapareciera el celular y que no le permitieran entregar los números de los autores mediatos. Deja muchas dudas ese procedimiento.
Hay que llamar a la reflexión y no al ataque virulento. Ojalá se recupere el senador Uribe. No podemos tolerar que las diferencias se diriman con las balas. Tampoco que se asesine para crear caos institucional, como ocurrió con Álvaro Gómez, a quien en su momento se veía como una alternativa y se descubrió de dónde provino su ejecución.
El Congreso debería respetar la voluntad popular y encontrar que es mejor escuchar al pueblo que imponer su criterio, por muy respetable que sea. Para ello se requiere una gran pedagogía para que no repitamos el fracaso del plebiscito por la paz.
No podemos volver al pasado. El concierto de la esperanza en la Plaza de Bolívar demostró que la juventud que asistió multitudinariamente quiere la paz y no la guerra. Es fundamental que se incentive la cátedra de paz en todos los colegios y que la nueva educación permee la piel de nuestros jóvenes, que tengan oportunidades en la sociedad para que no se repitan tan lamentables insucesos. Solo creando esas condiciones de materialización de los Derechos Humanos podremos construir una nación civilizada y pujante.
Coletilla: celebro que en Sarajevo hayan replicado el Tribunal Internacional de Opinión contra el sionismo israelí, condenándolo por el genocidio en Gaza. Resulta aberrante que Netanyahu condene el atentado en Colombia y no mire lo que está haciendo en el Medio Oriente. Felicito al barco encabezado por Greta Thunberg y los expedicionarios con ayuda a la población palestina, cercada por el sionismo. El acto de aprehensión en aguas internacionales violó el Derecho Internacional.
Luis Bernardo Díaz, Coordinador Maestría en Derechos Humanos UPTC.
Foto tomada de: Presidencia.gov.co
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