Aparentemente un absurdo demencial, Gaza tiene una lógica impecable una vez se entiende que un odio paranoide empoderado con violencia sin límites puede abrir las puertas del infierno. La fantasía de Hitler sobre la dominación mundial por los judíos se ha hecho realidad, y los poderes occidentales les garantizan absoluta impunidad y continuidad a los criminales sionistas en su genocidio y limpieza étnica. ¿Cuantas más víctimas veremos ahora que Israel se va a tomar todo Gaza desatando todo su poder? si los esfuerzos parciales previos llegaron a quemar niños en las tiendas, matar los bebes en incubadoras a las que les cortan la energía, sitiar por hambre y sed a dos millones de seres humanos. Ellos tienen carta blanca de occidente para desmembrar, quemar vivos, matar de inanición y deshidratación e infecciones centenares de miles de niños. ¿Como puede ser que un regreso a la barbarie de Roma contra Cartago o Nazis contra la URSS sea posible en plano siglo XXI después de la ilustración y la modernidad, como del nunca más de nuevo? La respuesta es aterradora en su simplicidad: el poder de occidente como agente del odio paranoide de los judíos contra los árabes. AIPAC controla a los políticos americanos sabedores que confrontarla es perder las siguientes elecciones. El apoyo europeo, aunque menos contundente llega en el caso de Alemania a un fanatismo totalmente irracional como si el dolor de los palestinos los pudiera exculpar del holocausto; y los ingleses, quienes se inventaron el sionismo y les entregaron Palestina a los judíos en forma totalmente ilegitima, les legaron a los americanos la guerra de occidente contra los palestinos una vez su imperio se vio sobrepasado por el americano. La cosa ha llegado a extremos como que quien se refiera a este horror en las potencias occidentales es procesado por terrorismo. Se trata de la ultima guerra colonial acometida por occidente contra pueblos indefensos. Defendida mediante el sofisma sionista de que toda referencia al horror de Gaza es antisemitismo (una forma de racismo tan despreciable como la de los sionistas contra los árabes), una calumnia que les funciona muy bien como primera línea de defensa en la guerra entre narrativas, gracias a su monumental aparato propagandístico.
La ocupación de Palestina carece de toda legalidad. ¿Qué clase de argumento en pleno siglo XXI es ese de que esto es mío porque Dios me lo dio?, es la defensa de todos los pueblos primitivos amenazados por la colonización al contacto con occidente. Además de que es contradictorio en sus propios términos: se trata de un dios racista y nacionalista lleno de odio por las demás naciones no el Dios de la justicia y la misericordia, el Dios y Padre que se revela en Jesucristo. Y la Balfour declaration tampoco tiene ninguna fuerza legal que le permitiera a los británicos disponer de la patria Palestina. Pero la Nakba iniciada desde antes de 1948 cuando los terroristas de BenGurion expulsaban a los palestinos de sus aldeas a sangre y fuego, ha continuado ininterrumpida hasta culminar en Gaza.
El post Auschwitz nunca más de nuevo ha sido hecho trizas en Gaza por quienes fueron sus víctimas se han convertido en victimarios con la misma crueldad y sadismo que sufrieron de los nazis. Misterio incompresible de la maldad humana que en ocasiones abre las puertas del infierno desatando el mal como la que llevo a Jesucristo a decir (el aterrador) Es la hora y el poder de las tinieblas saliendo para Getsemaní. En Gaza como en Auschwitz, como en el calvario, Dios desaparece y los hombres desatados en su maldad traen su infierno para arrojar en el a sus víctimas. Mirando a Gaza el Es la hora y el poder de las tinieblas se nos atraganta en la garganta en el dolor por el sufrimiento de los Palestinos y sus hijos. ¿Dónde está Dios, más cuando los crímenes se comenten en su nombre? Auschwitz y Gaza son boquetes por donde la crueldad deshumanizante y la arrogancia de la raza superior se cuelan en la historia destruyendo todo sentido de progreso humano. Pensadores socialistas (Escuela de Frankfurt) que trataban de entender como Auschwitz había sido posible en una sociedad supuestamente educada por la ilustración, reaccionaron culpando a la tecnocracia de la modernidad por los extremos del Nazismo y el Stalinismo (Adorno y Horkheimer). Pero Gaza es peor: tiene lugar en plena conciencia universal del nunca más de nuevo; son las naciones cuyos regímenes supuestamente democráticos, inspirados por la ilustración y la modernidad, los que están haciendo posible la barbarie; sus ejecutores se promueven enalteciéndose en su crueldad por el global media (se filman cometiendo atrocidades); toda legalidad internacional es destruida cuando las instancias institucionales de la justicia global son amenazadas por Israelís y Americanos por atreverse a procesar a los lideres de esta barbarie. Como el problema no tiene solución ni militar (a menos que sea una hecatombe como una guerra contra Irán y Turquía), ni judicial, Israel debe ser expulsado de la comunidad de las naciones civilizadas para que sus instituciones, y su compartida decencia, recuperen su vigencia. Es la urgencia de la muy justificada campaña BDS (Boicotts, Divestsments, Sanctions) en todos los terrenos, del económico al deportivo.
Una combinación de paranoia de la superioridad racial, afirmada blandiendo una biblia como si fuera la escritura de un inmueble, con el apoyo irrestricto de las potencias occidentales tiene que producir un horror como Gaza. La pasión que da el odio racista exacerbado con el poder que viene de occidente tiene que dar como resultado el absurdo demencial de Gaza. El sionismo siempre ha sido una ideología absolutista desde Herlz, Jabotinsky y BenGurion: el proyecto ha sido siempre el gran Israel limpio de árabes a ser exterminados o expulsados violetamente cual subhumanos carentes de todo derecho.
¿Qué queda entonces como argumento? dos cosas que vienen juntas: la fuerza bruta, el might is right y la justificación de ‘somos una raza superior con derecho de deshumanizar’ a los ya subhumanos árabes. Imposible decirlo mejor que la pacifista judía cuyo hijo pereció luchando con los palestinos: se trata de ver lo humano en el otro. Pero los israelís (porque son la enorme mayoría de los ciudadanos, no es cosa solo de los lideres militares) se deshumanizan ellos en su incapacidad de considerar la humanidad de los palestinos (perros, cucarachas). Y no hay forma de detener el horror por la complicidad de occidente. Nunca más podrá occidente tener el status de interlocutor válido en materia de Derechos Humanos y legalidad internacional; su predica ha sido otra víctima de Gaza, su hipócrita mascara ha desaparecido dejando todo su racismo, colonialismo e imperialismo al desnudo.
Ricardo Chica
Foto tomada de: France 24
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