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Cuando Europa pedalea y navega con Palestina

8 septiembre, 2025 By Juan Carlos Monedero Leave a Comment

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Una de las cosas más desoladoras de los últimos meses ha sido ver cómo Israel reducía a cenizas Gaza, como mataba con bombas o con balas o con hambre a decenas de miles de personas, incluidos 28 niños cada día, mientras todos hacíamos nuestra vida sin mayor complicación. Como si vivir en tiempo real algo que hacen seres humanos como nosotros a otros seres humanos como nosotros, nos fuera ajeno. Es aterrador ver cómo en Israel, a diferencia de lo que ocurrió en Alemania durante el Holocausto, todos y cada uno de los ciudadanos de ese país saben lo que está pasando y son muy pocos los que protestan. Y callar ante este horror es apoyar ese horror.

Quizá añada algo más de tristeza ver a niños israelíes hijos de colonos agredir a personas mayores palestinas con la intención de expulsarles de sus casas y quedarse con su tierra y sus bienes. También hemos visto a soldados israelíes jóvenes celebrar la humillación y la muerte. Niños educados en el odio que han hecho de Israel un lugar que ya vamos a identificar como el mal más inhumano que hemos conocido en el siglo XXI.

Pero a los pueblos termina por dolerles más el mal que a sus gobernantes.

Esta semana han sido arrestadas cientos de personas en la plaza del parlamento de Londres por protestar contra esa política en Gaza que implica, según el diccionario de la Real Academia, el “Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad.”. Protestar contra lo que está pasando en Palestina en Inglaterra, en el país que se inventó el habeas corpus, es decir, en el país que logró el derecho a que cuando te detengan no te olviden en una mazmorra sino que las autoridades tengan la obligación de ponerte a disposición judicial, hoy es considerado por el gobierno del laborista Keir Starmer, es decir, por el gobierno supuestamente de izquierdas, por el partido miembro de la Internacional Socialista, como un acto de terrorismo. Hemos visto lo mismo en todos los países europeos, especialmente en Alemania, donde se golpea a los que no quieren que se tolere un Holocausto en Gaza. La policía alemana está siendo brutal con los alemanes pacifistas, y no es extraño que algunos recuerden que esa brutalidad fue la que empezaron a aplicar con los judíos durante el nazismo. Mismos comportamientos, diferentes razones. En Europa, la memoria se convirtió en oficial y no sirve porque no ayuda a prevenir esos comportamientos.

Los mismos que defienden esa memoria oficial inocua, son los que ahora toleran a Israel el hecho más terrible que ha podido ver el mundo en el siglo XXI. Para las autoridades europeas que toleran que sus policías repriman a la gente de paz, terrorismo no es lo que hacen las balas y las bombas israelíes, sino ese gesto desesperado de exigir el fin de tanta muerte que representan los que llevan banderas palestinas y hablan con la voz de ese pueblo desgarrado.

Los medios de comunicación, en manos, de manera general, de personas con intereses vinculados a Israel, intentan presentar las protestas contra Israel como actos terroristas y violentos, mientras que silencian o justifican la muerte de decenas de miles de personas.

En la esquina de Europa donde una vez convivieron judíos, musulmanes y cristianos, la Vuelta Ciclista a España se ha convertido en la Vuelta Ciclista Palestina. El lobby sionista presionó para que el equipo israelí participara en la vuelta. Decían las autoridades deportivas que no se hiciera política, que se trataba de un acto deportivo. Entonces ¿por qué tardaron apenas días en sacar de todas las competiciones a Rusia por la invasión de Ucrania y no se hace lo mismo con Israel por la invasión de Gaza? Hipocresía que han empezado a responder, por fin, los pueblos.

Decía un periodista español que si fuera cierto que el equipo israelí se siente duramente atacado durante la vuelta a España porque han tenido que ver banderas de protesta durante el recorrido, quizá debiéramos disculparnos y poner en la carretera los cuerpos de niños palestinos asesinados.

Ahora mismo hay una flotilla de barcos, llenos de gente digna, rumbo a Gaza. Israel ha dicho que serán tratados como organizaciones terroristas. Y, por vez primera, hemos tenido que esperar 65.000 asesinados por bombas, balas y hambre, para despertar y empezar a pensar en una huelga general en Europa si no se para el genocidio.

El gobierno de España ha anunciado 9 medidas de presión para el gobierno de Israel. Obviamente, las medidas han ofendido a Netanyahu, porque todo lo que no sea aplaudirle le parece un desaire, acostumbrado a la más estricta impunidad, pero, en verdad, las medidas no están a la altura de la gravedad de la situación. Netanyahu acusa de “antisemita” al gobierno español, y no va a permitir la entrada de ministras del gobierno. Pero las bases militares que EEUU tiene en suelo español, seguirán siendo utilizadas para asesinar a palestinos. Aunque cualquier medida, aun la mínima, debe ser celebrada, y son avances el boicot a algunos productos israelíes, o hablar de la palabra prohibida en internet para calificar lo que está haciendo Israel en Palestina, o reconocer el Estado de Palestina, o intentar, después de muchas mentiras, dejar de mandar armas que Israel usa para asesinar a seres humanos desvalidos. Pero con 65.000 muertos, con una condena de hambre a cientos de miles lo único decente es romper relaciones con el Estado de Israel y hacer un bloqueo como el que se hizo al gobierno de Pretoria en Sudáfrica durante el apartheid. Si la ONU funcionara, debieran entrar los cascos azules en Gaza y expulsar al ejército israelí, pero eso implicaría que en las relaciones internacionales imperaría la decencia, y mi ingenuidad no es tanta.

Porque entonces se señalaría a Israel como un Estado terrorista y nadie compraría la excusa de la intervención de Hamas el 7 de octubre que fue terrible y sobre territorio ocupado, cosa que se suele silenciar. Si EEUU ha bombardeado con un misil una lancha con 11 personas, seguramente inmigrantes ilegales, para evitar que cometieran un acto ilegal de tráfico de drogas o de personas ¿qué no tendría que hacer con Israel que rompe todas las leyes internacionales existentes? Pura hipocresía.

Lo cierto es que son los pueblos los que están empujando en Europa contra la ocupación israelí, haciendo de la Vuelta Ciclista una señal de dignidad, con la flotilla Samud con una bandera de paz rumbo a Gaza, y con la amenaza de sindicatos europeos de una huelga general si Israel toca la flotilla. El mundo anda zigzagueante. En una lucha entre el bien y el mal que no se decanta. Este domingo era derrotado Milei en las elecciones en el gran Buenos Aires que dan esperanza a ese 70% de argentinos y argentinas que están pasando dificultades para poder vivir, a esos pensionistas a los que ha apaleado, a esos discapacitados a los que Karina Milei ha robado el dinero, a esos patriotas que no toleran el ocultamiento de los 30.000 desaparecidos durante la dictadura ni la entrega de Las Malvinas a los ingleses. Cuando Gramsci hablaba del optimismo de la voluntad, se refería precisamente a que los pueblos conscientes y organizados eran los que podían irrumpir en la historia, protagonizándola.

Los pueblos están pedaleando y navegando por Gaza. El optimismo de la voluntad que vence al pesimismo de la inteligencia. Que ya no quedan más lágrimas.

Juan Carlos Monedero

Foto tomada de: Los Angeles Times

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