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Atravesado por las pequeñas ‘Malalas’ del Catatumbo, el presidente Gustavo Petro propone al Papa reactivar los diálogos de paz con el ELN en el Vaticano

26 mayo, 2025 By Cristiano Morsolin Leave a Comment

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El río Catatumbo es testigo de la historia de vida y muerte que marca a Colombia. Baña a la región a la que da nombre, una de las más ricas en recursos y mejor geo-localizadas del país, y por años también fue depósito de los cadáveres que dejó la brutalidad paramilitar en la zona a fines de los 90. La región ocupa alrededor de la mitad del departamento de Norte de Santander, en el nororiente colombiano. Es un territorio de más de 4.800 km² junto a la frontera venezolana donde predominan bosques y selvas y una amplia variedad climática.

La disputa por esta región es tan feroz que está poniendo en jaque a la “paz total” que anhela el presidente Gustavo Petro para Colombia, quien suspendió en enero de 2025 las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, en respuesta a los cruentos enfrentamientos que esta organización guerrillera sostenía en el Catatumbo con el Frente 33, una de las disidencias de las FARC que no se acogieron al tratado de paz firmado en 2016.

El día 15 de mayo, en la vereda 20 de julio en el municipio de Tibú, la estructura paramilitar de las disidencias del frente 33 de las extintas FARC EP -que se encuentran en diálogo con el gobierno nacional-, accionaron una carga explosiva tipo dron en medio de combates en contra el Ejército de Liberación Nacional, ELN. Tras la brutal acción, resultaron asesinados por la detonación del artefacto explosivo, el niño campesino Luis Antonio Aragón Vaca, de 12 años – mientras dormía – y su mamá Marli Floredis Aragón Vaca. 11 personas campesinas más resultaron heridas.

Los niños, niñas y adolescentes se han convertido en las víctimas invisibles del conflicto, de acuerdo a la Fundación Pares (1). Según datos de Save the Children (febrero de 2025), más de 46.000 niños, niñas y adolescentes quedaron sin acceso a la educación debido al cierre de más de 710 escuelas en la región, como resultado directo de amenazas, presencia de artefactos explosivos y enfrentamientos armados. Además, UNICEF ha alertado que alrededor de 18.000 menores fueron desplazados en los primeros meses de 2025, mientras que otros 11.000 permanecen confinados en sus territorios, sin posibilidad de acceder a servicios básicos. Casos como el de los dos niños secuestrados en Tibú tras el asesinato de su madre evidencian la manera en que los menores son instrumentalizados en el conflicto, no solo como víctimas indirectas sino también como actores de presión y control territorial por parte de grupos armados.

La continuidad de estos hechos está generando impactos devastadores en el tejido social del Catatumbo. A la pérdida de familiares y hogares se suma el riesgo creciente de reclutamiento forzado: desde el seguimiento por parte de la Línea de Jóvenes en Riesgo y Participación Juvenil de las Fundación Paz y Reconciliación – PARES, se han identificado más de 46.500 niños y adolescentes están en situación de riesgo de ser vinculados a estructuras armadas ilegales. Los informes de la Defensoría del Pueblo, en su Alerta Temprana 026 de 2024, subrayan que los grupos armados continúan utilizando escuelas y espacios comunitarios para expandir su influencia, ha concluido Pares.

Jorge Mario Bergoglio, el primer latinoamericano en ser el sucesor de San Pedro, siempre tuvo presente a Colombia en sus mensajes hasta en sus últimos días. Precisamente, durante la oración del ángelus del pasado 26 de enero de 2025, el Papa Francisco elevó sus súplicas por las víctimas de desplazamiento forzado en el mundo, y entre ellos mencionó a los que padecen ese flagelo en la convulsionada región de El Catatumbo. “Veo con preocupación la situación en Colombia, particularmente en la región del Catatumbo, donde los enfrentamientos entre grupos armados han causado numerosas víctimas civiles y más de treinta mil desplazados. Les expreso mi cercanía y rezo por ellos”, afirmó el Papa Francisco.

Más de dos décadas después, ¿cómo se reviven algunas de las peores escenas de guerra de aquella época?

Frente a un centenar de niñas, jóvenes educadoras, estudiantes y docentes universitarios, – algunas niñas y adolescentes de las veredas, de las lejanas zonas rurales de El Catatumbo, han puesto en escena en Bogotá, “NotiNiñas”, un proyecto de reporteria y de entrevistas dramatizadas sobre “las noticias que callan los titulares de los mass-media hegemónicos, bajo el título: “Conflictos del territorio: la guerra no ha terminado”, durante un reciente foro académico.

Valentina, adolescente presentadora de 14 años (nombre ficticio), ha comentado que “hoy hablaremos sobre como la violencia armada y la violencia de genero están profundamente conectadas, y como afectan nuestras vidas, nuestros cuerpos y nuestros territorios. En el Catatumbo, los enfrentamientos armados no solo afectan a los combatientes, también a las familias, especialmente a las mujeres, niñas y adolescentes”.

Luna, niña reportera de 12 años (nombre ficticio), ha explicado que “más de 27.000 personas enfrentan restricciones de movilidad. Más de 50.000 han sido desplazadas. Niñas, niños y adultos mayores han perdido el acceso a salud, educación, vivienda y seguridad”.

Isabel, niña de 11 años (nombre ficticio), dramatiza la historia de Sara, madre cabeza de hogar: “Cuando comenzaron los disparos, yo estaba cocinando. Me escondí con mis cuatros hijos de la cama. Ya nos han desplazado (expulsado forzadamente) una vez, y seguimos con miedo. Solo queremos volver a vivir sin violencia”.

Paola, niña reportera de 13 años (nombre ficticio), es la primera vez que sale del Catatumbo y toma el avión para Bogotá, no tiene miedo de dirigirse al auditorio para hacer tres preguntas para animar el debate: ¿qué opinan de la relación entre el conflicto armado y la violencia hacia las niñas y las mujeres? ¿Qué mensaje les darían a las niñas que vivimos estas realidades? ¿Qué le pedirían al Estado para protegernos mejor?”.

Estas preguntas de Paola, cruzaron el Océano y dos días después, impactaron al Presidente Petro para proponer al Papa Prevost reactivar los diálogos de paz con el ELN en el Vaticano.

Histórico encuentro del Presidente Petro con el Papa Prevost

En el Vaticano, el Presidente Gustavo Petro sostuvo una audiencia privada con el Papa León XIV el pasado lunes 19 de mayo de 2025. El Presidente Petro le comentó al Papa que a la guerrilla del ELN se le olvidó su sentido revolucionario y asesinan campesinos en Colombia. “Las banderas del cambio y de la transformación las cambiaron por las banderas de los traquetos (mafiosos) mexicanos, y se plegaron y arrodillaron ante ellos”, dijo en un video de la Presidencia de la Republica que ha reconstruido este histórico encuentro. No obstante, agregó: “Aunque suenen duras estas palabras, hay una segunda oportunidad”. Según el mandatario, el ELN ha manifestado su voluntad de mantener reuniones en Cuba y Venezuela. “Le agradezco a Cuba, a Venezuela —y a Cuba, que ha sufrido tanto— por brindar su territorio para hablar de paz. Pero yo creo que es aquí, en el Vaticano, donde se puede recordar la teoría del amor eficaz, con sus poderes cruzados, porque obviamente es un mundo de poder”, enfatizó. Por esta razón, el presidente Petro le planteó al Sumo Pontífice sobre “cómo podría el Vaticano ser la sede de las nuevas conversaciones de paz, bajo, puede ser una ingenuidad mía, la creencia que el espíritu del amor eficaz cubra la codicia y nos lleve a la paz”. “Fueron sacerdotes católicos quienes guiaron sus inicios. Hoy están matando a los pobres en el Catatumbo”, afirmó Gustavo Petro.

Hay que recordar que desde sus orígenes el ELN ha tenido un profundo arraigo con el catolicismo. Sacerdotes han sido incluso comandantes máximos de esta guerrilla, empezando por el comandante Manuel Pérez o Domingo Laín, ambos españoles. En un video difundido por la Presidencia de la Republica, se señala que, pese al dolor, el mandatario colombiano abrió la puerta a una nueva esperanza: propuso reactivar el diálogo desde una base ética y espiritual, y sugirió al Vaticano como sede de una nueva fase del proceso de paz, inspirada en la fuerza del “amor eficaz” (en referencia al cura guerrillero Camilo Torres).

Entrevista exclusiva a la Malala del Catatumbo

En 2012 Malala Yousafzai, la mujer más joven en ganar un Premio Nobel de Paz, recibió un disparo en la cabeza cuando regresaba de su escuela en la ciudad de Mingora, (Pakistán). ¿La razón? No se quedó callada, decidió alzar su voz y luchar por el derecho a la educación en su país. Sin pensarlo, su valiente labor se convertiría más adelante en un referente global para niñas y adolescentes que sueñan con cambiar el mundo desde lo local. Su discurso es el resultado de una realidad que no conoce de fronteras, razas ni edades: el de la violencia, en todas sus formas. Como Malala hay muchas otras mujeres que han decidido empoderarse y trabajar conjuntamente para que sus derechos fundamentales sean respetados. He compartido dos días con María Fernanda (nombre ficticio), destacada educadora popular y joven madre que vive en zona rural del Catatumbo y aquí encuentra la entrevista exclusiva sobre la oposición a la guerra en esta región fronteriza con Venezuela.

-Pregunta: María Fernanda, ¿cuál es la realidad actual del Catatumbo?

-Respuesta: La situación que vivimos en El Catatumbo es muy difícil por el desplazamiento masivo que estamos sufriendo desde febrero de 2025. Ahora la Disidencia de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional ELN se están disputando el territorio por el control de los cultivos de coca, muchos campesinos procesan la hoja de coca como una mercancía, una disputa que genera el narcotráfico. Trabajo en varios colegios de zonas rurales del Catatumbo. Se ve todos los días la crueldad del conflicto que provoca deserción escolar, perdidas de familiares, desplazamientos, violencia psicológica. Por ejemplo, en un salón de tercera de primaria, de 30 estudiantes ahora estudian solo 13 niñas.

En el Catatumbo, se relata que muchos niños están reclutados forzadamente por los grupos armados ilegales y no estudian. A los niños y adolescentes de la clase popular de las familias, en mayoría pobre y campesina, prometen una vida mejor, sienten el poder en sus manos, le dan prenda de oro, tienen plata, tienen un carro o moto de alto cilindraje. Hay toda una estrategia criminal, no es solo dar armas: los niños/as y adolescentes involucrados en la guerra, a los chicos les cambian los nombres para no reconocerlos, a los chicos les dan apodos.  Es preocupante ver que niños, de 13-15 años, están encargados de matar a una persona, se dice “quebrar” en su jerga, por dos o tres millones de pesos (400 y 600 euro); creen que un millón (200 euros) sea bastante para vivir en el campo. También las niñas están involucradas en esta guerra, son niñas de 15 años que consiguen su pareja y son orgullosas de ser novias de un chico de las Disidencias de las Farc. Dicen: “yo soy bandera roja”, para identificarse con la disidencia de las Farc y se reconocen por el escudo de Colombia, pintado en el hombro de su uniforme militar mientras los miembros del ELN se reconocen con el escudo de la bandera roja y negra. Hace pocas semanas, han matado dos niñas de la zona del Tarra (que dista cuatro horas de Tibu), fueron a visitar sus parejas y fueron asesinadas en combate.

– ¿Cómo los grupos armados ilegales controlan el territorio?

-En el Catatumbo hay montañas, trochas, bosques, corregimientos olvidados, nosotras vivimos en el medio del conflicto armado. El Ejército de Liberación Nacional, ELN, pone las condiciones por hacer campaña electoral local por un grupo determinado. En las juntas de acción comunal, hay imposiciones de mujeres por parte de los grupos armados ilegales. En El Catatumbo no hay la ley de la policía, del Estado. Son los grupos armados ilegales que deciden, que controlan, que imponen el poder en los territorios. Aquí siempre se paga la “vacuna” (extorsión) desde la siembra de la palma, hay que pagar el “peaje” por pasar la calle en carretera, porque las disidencias de las Farc y ELN han arreglado las vías públicas, han construidos puentes.

-“Lo del Catatumbo es un fracaso de la nación”, dijo el presidente progresista Petro. ¿Qué opina al respecto?

-Tenemos muchas expectativas por el plan que ha propuesto el Presidente Petro, de un plan gratuito por algunas carreras profesionales universitarias, como por ejemplo la educación comunitaria. No hay oportunidades por las mujeres del campo. Las mujeres cocinan para los hombres que trabajan en las minas. Las niñas dan alimentos a las gallinas de la parcela y se demoran una hora para caminar y llegar a estudiar en el colegio. Los niños van a traer leña para cocinar. Las causas de la exclusión son estructurales, el abandono del Estado desde siempre, de mucho antes que yo nací… Con Petro no hemos visto avances que favorezcan el Catatumbo, a pesar de la entrega de títulos de tierra a los campesinos, que es una cuestión muy importante. Pero estamos preocupados por las mesas de diálogo con las disidencias de las Farc, mira lo que paso con ETCR en el caso de las Farc y el asesinato masivo de firmantes de paz.

No tengo la libertad de promover públicamente los derechos humanos, de organizar marchas, no se puede arengar a las niñas aquí en estas periféricas zonas rurales del Catatumbo. No se puede hacer pancartas y escribir “No nos maten”, dirigidos a los grupos armados ilegales, porque estamos en el medio del fuego cruzado y de los bombardeos con armas sofisticadas como los drones. Nuestro trabajo comunitario y colectivo es mas a nivel de concientización y de educación libertadora en los colegios y otros espacios comunitarios. Las niñas y adolescentes de todas estas familias campesinas, están expuestas a ser enemigas de los grupos armados ilegales que no respetan la sociedad civil, que no respetan el derecho internacional humanitario.

– ¿Cuál es el objetivo pedagógico de tu trabajo comunitario en zona rural del Catatumbo?

-En sociedades patriarcales y machista como en los sectores rurales, el enfoque de género tiene como finalidad buscar soluciones a problemas como el acceso desigual e inadecuado a la educación y la capacitación, la violencia contra la mujer y la niña, y la escasa participación política, la disparidad entre hombres y mujeres en el ejercicio del poder, la persistente discriminación y violación de los derechos de las niñas.

Este semillero permite a las niñas y adolescentes hablar sobre conductas y realidades que se perciben en la sociedad y generan discriminación, señalización rechazo al género femenino de niñas y mujeres, generando en nosotras la vulneración a muchos derechos como la vida, a raíz de las violencias y la guerra. Por otra parte, permite promover en niñas y adolescentes el fortalecimiento y empoderamiento de capacidades que promuevan el rechazo de la violencia de genero. Desde la cartografía social, las niñas han identificado que en las instituciones educativas del Catatumbo hay muchos estereotipos de género.

Queremos que las niñas sean unidas, que su valor sea reconocido y se reduzca el machismo y la discriminación por parte de los niños de nuestros colegios y hombre en la comunidad local. Que la sociedad no señale a la niña y a la mujer de ninguna manera. Que nuestras familias y las instituciones educativas velen por nuestros derechos, sean espacios protectores en contextos de guerra.

-Ahora están presentando un teatro de títeres en un foro académico en Bogotá. Explícanos este mensaje revolucionario no violento…

-Creo que para Europa – inclusive para los ciudadanos de Bogotá – es difícil entender el conflicto en el Catatumbo. Ahora estoy acompañando aquí un grupo de niñas que por primera vez salen de su territorio, toman un avión para participar a este evento público en Bogotá, para presentar su lucha a través del teatro de títeres. Analizamos las historias de vida reales y empezamos un dialogo con el público para hacer preguntas, para concientizar, para exigir derechos que son negados.

Yo me siento enemiga del ELN, de las disidencias de las Farc, de todos los grupos armados ilegales. De esto hablamos directamente en fechas específicas como por ejemplo el día internacional de las Manos Rojas del 12 de febrero, pero es difícil promover la defensa de los derechos humanos, de alzar la voz en contra del reclutamiento forzado y de la utilización de los niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado.

Nos enfrentamos de forma pacífica en contra de las armas, en contra del poder del narcotráfico, en contra de “bandera roja” y esta lucha nos pone en riesgo, a nosotras educadoras populares, como a toda la sociedad civil, estamos bajo asedio, en el medio de enfrentamientos armados.  Pero no tengo miedo. Es muy diferente vivir en Bogotá o en Europa, ustedes no entienden que significa despertarse a medianoche con el fragor de un bombardeo.

Soy una persona que contrarresta la lucha armada y cree en la participación política libre, porque somos educadoras populares que buscamos el cambio, buscamos la paz. La educación liberadora es una herramienta para transformar la lógica de la guerra, de construir desde abajo otros caminos alternativos”.

-Apreciada María Fernanda, ¿tiene algo que agregar para concluir esta entrevista?

-En los sectores rurales de un país señalado por el conflicto, como lo es Colombia, la búsqueda de la Paz, se basa de forma pacífica desde la transformación del pensamiento educativo que aporta a la incidencia protagónica por la igualdad y la equidad en la defensa de los derechos de hombres y mujeres, concluye María Fernanda (nombre ficticio).

Cuestionamientos a la Senadora Sandra Ramírez (exFarc – partido Comunes)

Sandra Ramírez es una senadora del partido Comunes y excombatiente de la antigua guerrilla de las Farc. Fue escolta, enfermera y compañera sentimental del comandante de las Farc alias Manuel Marulanda hasta su muerte en 2008.

También la Senadora Ramírez participó en este mismo foro académico en Bogotá: en su intervención, ha subrayado que “Duré en las Farc, 35 años de lucha en el monte. Fui muy rebelde frente a los roles predeterminados en mi familia, que las niñas debían traer el ternero para ordeñarlo, hacer limpieza en la casa. Las circunstancias de la vida me obligaron a salir para el monte desde que tenía 13 años de edad, por la violencia estatal que he sufrido desde pequeña. El ejército estatal llegó a mi hogar a matar mis familiares. A los 13 años, yo tenía el sueño de ser médica, pero mi sueño se vio frustrado. Desde mis 11 años de edad tenía otro sueño de ser como mi profesora del colegio, yo no tenía el sueño de casarme, pero estos sueños no fueron posibles. Paré en la guerrilla de las Farc y en el 2016 firmé los acuerdos de paz con el Estado colombiano, es un acuerdo de paz muy importante, a nivel de género, de paz ambiental, étnica. Estamos comprometidas de terminar la guerra, también con las niñas, de construir la paz, pensando en otra sociedad diferente del patriarcado y del machismo.

Hasta el Congreso de la Republica es profundamente machista y la participación política de las mujeres en Colombia llega solo al 18%. Este debate de este seminario de hoy, es enseñanza por el Congreso de la Republica. La violencia política de género es muy difundida en el Parlamento, donde los hombres quitan las palabras a las mujeres congresistas. Invito a todos los semilleros de género que están aquí presentes, a las profesoras, a una audiencia en la Comisión Legal para la equidad de la mujer del Senado, para que conozcan el pensamiento de las niñas y de las adolescentes, de ustedes. Es un rol histórico de nuestra rebeldía de nosotras las mujeres. En el Parlamento tenemos 200 archivos de ley, no se hace pedagogía permanente de las leyes como herramienta para acceder a una sociedad más digna y por eso debemos escuchar a las niñas”, ha concluido la senadora Sandra Ramírez.

Me he levando en pie y frente al auditorio del foro académico (donde hemos compartido dos días inolvidables), yo he preguntado directamente: “Usted Senadora Sandra Ramírez acaba de hablar de la importancia de escuchar a las niñas. Yo le pregunto, si usted ha escuchado el dolor de miles de niñas y adolescentes reclutadas forzadamente por la ex guerrilla de las Farc, víctimas de tortura, de violencia sexual, de violación sistemática de sus derechos, como está documentando la Jurisdicción especial de Paz JEP, que le ha exigido también el Papa Francisco. ¿Cuál es su responsabilidad en estos crímenes de guerra?”.

Al respeto, hay que mencionar que el ex comandante de la Farc, Iván Márquez se había comprometido – durante un encuentro reservado con el Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin (realizado en Cartagena el día 26 de septiembre de 2016) – de aportar con toda la verdad a las responsabilidades de la exFarc sobre el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado.

La Senadora Sandra Ramírez me ha contestado, señalando que “Yo firme los acuerdos de paz para terminar la guerra, y estamos respondiendo antes la Jurisdicción especial de la paz JEP. Hay que entender en cualquier guerra ocurre de todo, nunca nos preguntan el contexto de cómo, desde menores llegamos a la guerra. También en Italia, hubo grupos de niños que se organizaron en contra del nazi-fascismo durante la segunda guerra mundial. Acá no estamos en un espacio de tribunal y de acusaciones”.

Durante una entrevista en Caracol Radio, una mujer identificada como Deisy relató los hechos que marcaron su infancia tras haber sido reclutada a los once años por la entonces guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Según su testimonio, durante los tres años que permaneció en poder del grupo armado fue víctima de múltiples formas de violencia, entre ellas violencia sexual y trabajos forzados. En su relato, cuestionó el papel de figuras políticas actuales que en el pasado formaron parte de dicha organización, particularmente el de la senadora Sandra Ramírez, hoy senadora de la ex guerrilla de las Farc, partido Comunes. “Sandra Ramírez era la mujer del máximo comandante de las Farc, Tirofijo… Hacía filas de niñas de 11, 12, 13 años, para los comandantes de las Farc. Uno pasaba primero por el registro de ella y después lo mandaba con el comandante a que decidiera con quién iba a estar esa noche…  Los comandantes elegían cuál niña iba a estar con ellos y la que hacía eso era Sandra Ramírez… Es una cínica”, dijo Daisy, reclutada por las Farc a los 11 años en entrevista a Diana Giraldo (2), Caracol radio, 25 de marzo de 2025.

Hay que recordar que la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia ha iniciado – el pasado 31 de marzo de 2025 –  una investigación preliminar contra la senadora Sandra Ramírez, del partido Comunes, tras una denuncia interpuesta por Sara Enit Morales Padilla, vocera de la corporación Rosa Blanca Colombia. La denuncia se relaciona con presuntas amenazas que habrían ocurrido en noviembre de 2024 dentro del Congreso de la República.

El caso se remonta a diciembre de 2024, cuando la Procuraduría Segunda Delegada para la investigación y el juzgamiento penal remitió la denuncia de Morales a la Corte Suprema. Según la vocera, el 27 de noviembre de 2024, mientras desarrollaba actividades en el Congreso, se encontró con la senadora Ramírez, quien le habría dirigido palabras con tono intimidatorio. El fallo de la Corte recoge parte de la declaración de Morales: “En ese contexto, al encontrarse ‘por casualidad’ con la senadora Sandra Ramírez, Lobo Silva la llamó por su seudónimo o alias ‘Selena’ y le dijo: ‘Que había escuchado lo de la denuncia a Geovany y que eso estaba bien, porque ahora más que nunca necesitaba el esquema de seguridad’”. La denunciante considera que estas palabras constituyeron “una advertencia intimidatoria” derivada de su participación en el macro-caso No. 07 de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el que señaló a antiguos comandantes y actuales congresistas por diversos crímenes 32).

¿Porque la Malala del Catatumbo, no ha aplaudido, no ha justificado la senadora Sandra Ramírez (exFarc, hoy Comunes)?

La entrevista con María Fernanda, la Malala del Catatumbo, me ha emocionado profundamente al conocer el coraje, la valentía, el amor por la vida, de esta joven educadora popular, que me ha pedido expresamente de ocultar datos y nombres reales (de ella y de las niñas) como forma de protección porque María Fernanda quiere seguir luchando en El Catatumbo.

Concluyo este artículo, con las razones éticas del porque María Fernanda no ha aplaudido, no ha justificado la senadora Sandra Ramírez (exFarc, hoy Comunes): “Cristiano, nos ha impactado como reaccionó la Senadora Ramírez a tu pregunta. Nos reunimos con las niñas de nuestro grupo “Semillas de niñas en busca de un futuro sin violencia y discriminación”.

Nosotras jóvenes mujeres y las niñas, estamos viviendo en el medio del conflicto armado. Nosotras también queremos preguntarles a la Senadora Sandra Ramírez: ¿cómo están las niñas obligadas a ser reclutadas por las guerrillas?

¿Porque la senadora Ramírez no respondió? Las niñas afirman que la Senadora Ramírez no ha contestado a tu pregunta, Cristiano… La senadora Ramírez (Comunes, ex Farc) no ha respondido sobre que está haciendo el Senado de la Republica para que nosotras las niñas, estamos lejos de las violencias y del conflicto armado… Por estas razones, yo personalmente NO he aplaudido, NO he justificado a la Senadora Sandra Ramírez.

Nosotras preguntamos también porque en este foro académico de dos días, no han participado las instituciones estatales (como por ejemplo Icbf)… En el debate del foro, nadie ha respondido a la pregunta específica: ¿qué están haciendo las instituciones estatales de Colombia para poner fin a la violencia en contra de las niñas?”, concluyó María Fernanda.

El día 05 de diciembre de 2024, el Director de Planeación Social DPS (ministro del welfare en otros países), Gustavo Bolivar ha mencionado el informe DPS sobre las 21 criticas al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF, para interpretar las razones políticas en base a las cuales, solamente 46 países han firmado el “Llamado de Bogotá”, respecto a los 160 gobiernos presentes en la Primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la violencia en contra de la Niñez de Bogotá (noviembre de 2024 -(4).

NOTAS

  • https://www.pares.com.co/post/violencia-sin-tregua-en-el-catatumbo-una-generaci%C3%B3n-atrapada-entre-el-miedo-y-el-abandono
  • Morsolin C. ¿Por qué el Movimiento por la Paz rechaza las propuestas de la lideresa indígena y Senadora Aida Quilcue de enfocarse en el reclutamiento forzado de niños/as? – https://www.sur.org.co/por-que-el-congreso-nacional-de-paz-rechaza-las-propuestas-de-la-lideresa-indigena-y-senadora-aida-quilcue-de-enfocarse-en-el-reclutamiento-forzado-de-ninos-as/ – Agradezco el respaldo de la ex ministra Carolina Corcho.
  • https://www.publimetro.co/noticias/2025/03/31/senadora-sandra-ramirez-investigada-por-la-corte-suprema-por-presuntas-amenazas-esto-es-lo-que-se-sabe/
  • https://www.sur.org.co/no-habra-declaracion-final-solo-un-llamado-a-la-accion-en-las-discusiones-aparecieron-las-tensiones-de-una-agenda-anti-derechos-y-conservadora-que-esta-golpeando-duramente-el-corazon-de-la/

Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica desde 2001, autor de 10 libros en 5 idiomas. Analiza las relaciones entre derechos humanos, movimientos sociales, políticas emancipadoras y la geopolítica de Papa Francisco. Fue recibido por el Papa Francisco en audiencia en Vaticano en octubre de 2017. Co-fundador del Observatorio sobre la Región Andina SELVAS (Milán, 2001), del Observatorio sobre las mafias “Liberande” (promovido por la red LIBERA, Roma, 2007). Es comentarista invitado por los mass-media internacionales: SIR-Servizio Informazioni Religiose (Vaticano), Religión Digital (Madrid), Cipsi (Roma), Vita (Milán), Corporación Latinoamericana Sur (Bogotá). Colabora con el Instituto de paz IPAZDE de la Universidad Santo Tomas de Bogotá y con el diputado italiano Fabio Porta. Su último libro: “Nunca Mas Estado Genocida. El boicot europeo en contra de las armas y de las mafias de Colombia” (Ediciones Antropos, 2023, comentario final del Cardenal Michael Czerny).

Foto tomada de: Infobae

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Dra. Carolina Corcho Mejía, Presidenta Corporación Latinoamericana Sur, Vicepresidenta Federación Médica Colombiana

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