Cuando se fue la luz, cada cual pensó que se había ido la luz en su casa, luego en el edificio, luego en la calle, luego en el barrio, luego en la ciudad, luego en la comunidad autónoma, hasta que al final se supo que se había ido la luz en España, en Portugal y en Iparralde, en el país vasco francés.
Las tiendas conocidas en España como “los chinos”, tiendas con todo tipo de productos de China muy baratos, empezaron a tener colas kilométricas con gente comprando pilas, linternas y velas, y porque no vendían generadores, porque si no habrían agotado el stock; todo el mundo empezó a buscar monedas y billetes para pagar en metálico porque las terminales no funcionaban; los trenes se paralizaron y 35.000 pasajeros se quedaron atrapadas en los vagones; muchos que esperaban viajar, durmieron esa noche en las estaciones. Afuera, en la calle, lucía un sol espléndido. No hacía frío ni un calor insoportable. Eso hizo todo más amable y los estudiantes festejaron que se suspendieron las clases.
Enfermos y trabajadores de hospitales, gente atrapada en trenes, pequeños comercios, restaurantes, personas mayores, gente con problemas de movilidad y dependientes lo vivieron con angustia. Al menos cinco personas fallecieron por culpa del apagón. Tres miembros de una familia por la mala combustión de un generador en Ourense. Una mujer murió en un incendio en Madrid y otra en Valencia, dependiente de una máquina de oxígeno. Mucha gente lo vivió como una aventura y los gobiernos de la derecha, por ejemplo, en Madrid, sacaron su vena punitiva para decir que lanzaban a la calle al ejército y a los policías para evitar saqueos. Si no hay miedo, la derecha no hace caja.
Cuando el mundo occidental sufre, parece que el sufrimiento existe. Es como en la película Black Hawk Dow, la caída del halcón negro en América Latina, donde en una operación yanki mueren más de 1000 somalíes y 19 marines, pero los únicos que reclaman nuestras lágrimas son los soldados norteamericanos. Un apagón en España, la cuarta economía del euro, es algo a tomar muy en serio. Los ricos también lloran. Hasta Pedro Sánchez, el presidente, ha dicho que va a reclamar a la Red Eléctrica y le “exigirá todas las responsabilidades pertinentes a los operadores privados”. ¿Nacionalizar la electricidad?
Red Eléctrica es un holding que cotiza en bolsa, participado públicamente con el 20% de las acciones, con un 5% de Amancio Ortega, el dueño de Inditex, y, desgraciadamente, guiado por intereses financieros. La red eléctrica es poderosa. Está compuesta por más de 40.000 kilómetros de líneas de alta tensión, más de 5.000 posiciones de subestaciones y más de 80.000 MVA de capacidad de transformación.
Las causas aún no se saben, pero Red Eléctrica salió corriendo a decir que no era un ciberataque de ciberterrorisrtas. Quizá porque si se trata de un ciberataque ¿debe hacerse responsable ella de los miles de millones de euros de reclamaciones? De momento nadie descarta ninguna hipótesis.
La derecha, por supuesto, ha usado el apagón para disparar contra el gobierno, igual que los medios de comunicación han disparado según su sesgo de confirmación inventando lo que haga falta para confirmar sus posiciones ideológicas y económicas.
Para las grandes empresas energéticas, el problemas son las empresas renovables e, incluso, están aprovechando para promocionar las centrales nucleares, que tienen mala prensa entre la ciudadanía porque son poco ecológicas, muy caras y peligrosas.
Los expertos llevan tiempo diciendo que el problema es que el sistema no está invirtiendo para la transición ecológica, esto es, no está poniendo dinero suficiente para que la energía que proviene de fuentes renovables pueda incorporarse al sistema eléctrico. Aunque, como ha recordado Sánchez, este lunes también se cayó el suministro de las centrales nucleares.
Alguien está ganando dinero y todos los españoles han estado ocho horas sin luz, han muerto varias personas y se ha generado una enorme angustia. En España, las eléctricas son un gran negocio vinculado históricamente a la corrupción y el neocolonialismo. Iberdrola contrató a Felipe Calderón, ex presidente de México, igual que Endesa contrató a José María Aznar y Gas Natural, hoy Naturgi, contrató a Felipe González. ¿Qué hacen las empresas eléctricas contratando a expresidentes?
En el mundo, igualmente, alguien está ganando mucho dinero, mientras millones de personas no tienen luz ni para el refrigerador y guardar los alimentos, ni para el aire acondicionado, ni para guardar las medicinas ni para internet ni para la radio ni la televisión ni para alumbrarse ni para los hospitales el transporte ni para vivir. En España, en la Cañada Real, un barrio pobre, no hay luz desde hace años. Se la cortó el Partido Popular.
Alrededor de casi el 10% de la población mundial no tiene luz eléctrica. Casi 800 millones de seres humanos. Los apagones son el pan nuestro de cada día en muchos lugares de América Latina. En algunos lugares, por la ineptitud de los gobiernos, que solo gobiernan para ver cómo se enriquecen, no hacen el mantenimiento que corresponde o el Estado es tan ineficiente -y por tanto, tan corrupto- que no cubre las necesidades de la población y ni siquiera de la industria. En Ecuador, con los gobiernos de Moreno, Lasso y Noboa el país se ha quedado literalmente a oscuras.
En otros lugares, los problemas de energía tienen asignaturas estructurales pendientes pero, principalmente, son responsabilidad de los bloqueos, las sanciones económicas y los sabotajes. En la guerra del siglo XXI, sabotear servicios como la electricidad, internet, el agua o los transportes, forman parte, junto a las sanciones y los bloqueos, del intento de tumbar a los gobiernos desobedientes.
El apagón en España ha generado un enorme interés de la Comisión Europea. Aún no se han dilucidado las causas de esa pérdida de potencia motivada por la desaparición durante apenas cinco segundos de los 15 GW de generación que equivalen al 60% de la generación eléctrica. Cinco segundos…Pero la posibilidad de que haya sido un ciberataque va a reforzar el argumento sobre la necesidad de aumentar el gasto militar defensivo, especialmente en ciberseguridad e Inteligencia Artificial, para garantizar la seguridad del país. Bastan ocho horas de “pobreza energética” para que la ciudadanía grite seguridad, seguridad, seguridad y acepte gastar más en defensa, aunque la seguridad hoy que se les ha creado de que no les falte la luz, lleve a pagar el precio de acercar una guerra.
Ha sido muy importante para que España y Portugal recuperaran la electricidad que ayudaran los países hermanos de Marruecos y Francia. La Unión Europea empezó compartiendo el carbón y el acero. Hoy, el futuro pasa por compartir la Inteligencia Artificial y, para que funcionen las computadoras, la electricidad. ElectroSur, EnerSur, SolSur, EcoSur, RedSur… Ahí tiene tarea la CELAC…
Juan Carlos Monedero
Foto tomada de: Infobae
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