La hipocresía del revisionismo occidental
El enfoque predominante en la narrativa occidental parece promover, de manera deliberada, un olvido selectivo de la memoria histórica sobre los sacrificios monumentales que soportaron los pueblos soviéticos[iii] y chino[iv] en la derrota del fascismo. Europa celebró el 8 de mayo como el fin de la Segunda Guerra Mundial, prohibiendo la presencia de las banderas rusas en los eventos conmemorativos y glorificando las banderas de Ucrania, nación cómplice en el resurgimiento de grupos neonazis como el notorio Batallón Azov, y de la OTAN, que proporciona armas a estas milicias neonazis. La exclusión de Rusia de estas solemnes ceremonias no es solo un acto de profunda ingratitud; constituye un insidioso intento de reescribir la narrativa histórica, otorgando injustamente a los Estados Unidos una prominencia que nunca ostentó legítimamente (solo el 15% de las operaciones militares aliadas ocurrieron en el Frente Occidental).
Las bajezas de esta hipocresía son promovidas por figuras como Friedrich Merz, el canciller alemán, quien hipócritamente condena a Rusia mientras ofrece un apoyo inquebrantable a Netanyahu en Gaza, evocando escalofriantemente las aborrecibles prácticas del Tercer Reich: el inhumano bloqueo humanitario impuesto a Palestina evoca el devastador uso del hambre como arma de guerra durante el Sitio de Stalingrado (1941-1944), donde perecieron 1,5 millones de civiles inocentes.
Ochenta años después de su derrota, en la que fue determinante la acción combinada del ejército rojo y el ejército chino, el fascismo experimenta un siniestro reciclaje:
- En Ucrania, milicias ultranacionalistas, inmersas en peligrosas ideologías nazis como el batallón Azov, reciben armas y entrenamiento de la OTAN.
- En toda Europa, los partidos de extrema derecha, impulsados por una retórica xenófoba antiinmigrante, logran victorias electorales y los movimientos fascistas proliferan.
- En Palestina, persiste un aborrecible genocidio, brutalmente impuesto y vergonzosamente respaldado por Occidente.
Israel reedita el genocidio nazi
Israel adelanta un genocidio en Gaza contra la población palestina, contando con el respaldo de Estados Unidos y Alemania. La resolución de la crisis en el sudeste asiático no se encuentra ni en la expulsión de los palestinos para la construcción de un complejo de lujo, tal como sugiere Trump, ni en la escalada militar, sino en las propuestas que han sido objeto de discusión por parte de los países árabes[v].
- Restablecer la ayuda humanitaria, actualmente bloqueada por las fuerzas militares de Israel y causante de muertes por inanición. Cualquier uso de la inanición de la población civil como método de guerra es un crimen de guerra, al igual que todas las formas de castigo colectivo[vi].
- La reconstrucción de Gaza, donde, según las Naciones Unidas, alrededor de dos tercios de los edificios han sido destruidos por los bombardeos israelíes.
- La solución de dos Estados, programada para discutirse en el Consejo de Seguridad de la ONU en junio de 2025, como parte de una conferencia internacional de alto nivel en Nueva York. [vii]
- Un plan de desarrollo regional que invierta en infraestructura para resolver el problema del agua y facilitar el desarrollo agrícola, industrial y de servicios esenciales con empleos decentes.
Han pasado ocho largas décadas desde que la Unión Soviética (ahora Rusia) y China se erigieron como pilares inquebrantables en la fundación de las Naciones Unidas, una organización concebida precisamente para garantizar que los inevitables conflictos entre las naciones se resolvieran a través del diálogo razonado, no a través de la barbarie de la guerra. El indecible horror de los campos de concentración nazis, donde fueron sistemáticamente asesinados 6 millones de judíos inocentes, impulsó al mundo a un grito desesperado y unificado: «¡Nunca Jamás!». Hoy, esa sagrada promesa se hace añicos y se profana en Gaza, donde Israel, con la ayuda y complicidad de los Estados Unidos y Alemania, participa en una campaña de genocidio que refleja escalofriantemente las prácticas más atroces del Tercer Reich.
Que un estado fundado, por medios arbitrarios, en parte por sobrevivientes del Holocausto ahora emplee despiadadamente tácticas que recuerdan escalofriantemente a las utilizadas por sus antiguos verdugos es una cruel ironía, una grotesca perversión de la justicia histórica. Veamos:
- La imposición de un brutal bloqueo humanitario a Gaza (una táctica inquietantemente similar al asedio nazi de Stalingrado).
- El despliegue de devastadores bombardeos con fósforo blanco (un arma explícitamente prohibida por la Convención de Ginebra).
- La sistemática e insidiosa deshumanización del pueblo palestino: los líderes israelíes se refieren rutinariamente a los palestinos como «animales», reflejando la deshumanizadora retórica empleada por Goebbels contra los judíos.
La ONU: un bloqueo paralizante
Mientras la Corte Penal Internacional investiga las atrocidades bélicas israelíes, los Estados Unidos bloquean insensiblemente resoluciones cruciales del Consejo de Seguridad que exigen un alto el fuego. La ONU, una organización diseñada para prevenir la repetición de otro Auschwitz, ahora observa pasivamente cómo Gaza se transforma en un horrendo campo de concentración al aire libre:
- La asombrosa cifra de casi 50.000 muertes, con un espantoso 70% compuesto por mujeres y niños inocentes (datos de la ONU, mayo de 2024).
- El desplazamiento del 85% de la ya asediada población.
- El uso del hambre como arma de guerra: una creciente catástrofe humanitaria afecta a los 2,1 millones de gazatíes debido al cierre total de la ayuda a Gaza desde el 2 de marzo [viii].
Discurso de Putin – 9 de mayo de 2025[ix]
En la conmemoración del 80 aniversario de la victoria sobre el nazismo, el presidente Vladímir Putin reafirmó el papel fundamental del Ejército Rojo en la derrota del fascismo y condenó los intentos occidentales de reescribir la historia.
- Defensa del legado soviético y la verdad histórica. Putin reivindicó el deber histórico de defender el honor de los combatientes y comandantes del Ejército Rojo, cuya hazaña permanece inscrita en la historia mundial. “Nunca toleraremos las reinterpretaciones de la historia que tratan de justificar a los verdugos y calumniar a los verdaderos vencedores”.
- Condena al fascismo, la rusofobia y el antisemitismo. Aseguró que “Rusia ha sido y siempre será un baluarte indestructible contra el nazismo, la rusofobia y el antisemitismo”, advirtiendo que quienes promuevan estas ideologías “siempre nos encontrarán en su camino”.
- Apoyo a la operación militar en Ucrania. En un giro hacia el presente, Putin reafirmó el respaldo de toda la nación a los soldados desplegados en la “operación militar especial”: “Todo nuestro país, nuestra sociedad, nuestro pueblo, todos juntos, apoyamos a los participantes en la operación militar especial. Estamos orgullosos de su valentía y determinación.”
- Heroísmo colectivo en la Gran Guerra Patria. El presidente evocó con detalle las batallas clave y la resistencia de todo el pueblo soviético ante la invasión nazi: “La Unión Soviética sufrió los ataques más feroces e implacables de sus enemigos.” “Y vencieron, gracias a sus indiscutibles victorias en las grandes batallas de Moscú y Stalingrado, en el saliente de Kursk y en el Dniéper…” Destacó la “unidad férrea” del pueblo soviético y el heroísmo compartido por todas las repúblicas, tanto en el frente como en la retaguardia.
- Mensaje final: la victoria como legado. Putin cerró su discurso afirmando que “Nunca dejaremos de tomar ejemplo de nuestros veteranos, de su sincero amor por la patria, de su determinación por defender su hogar, los valores del humanismo y la justicia”, y llamó a transmitir ese legado a las generaciones futuras.
Reforzar la Carta de la ONU y revitalizar el derecho internacional
El mundo enfrenta una encrucijada histórica que exige un nuevo paradigma de seguridad y desarrollo global, inclusivo y equitativo, que reconozca la realidad multipolar del mundo de hoy. Este modelo debe construirse sobre la revitalización del derecho internacional y la recuperación del rol central de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como eje irremplazable para la cooperación multilateral, la prevención de conflictos y la resolución pacífica de controversias.
La Carta de las Naciones Unidas (1945), fundada en los principios de soberanía igualitaria de los Estados (Art. 2.1), prohibición del uso de la fuerza (Art. 2.4) y no injerencia en asuntos internos (Art. 2.7), debe ser el marco irrenunciable para restablecer la legalidad internacional erosionada por el occidente colectivo.
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[i] La Wehrmacht fue el nombre oficial de las fuerzas armadas de la Alemania nazi entre 1935 y 1945, durante el régimen de Adolf Hitler
[ii] https://www.dailymotion.com/video/x9j5wq8
[iii] La Unión Soviética fue el país que más pérdidas humanas sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. Las cifras oficiales, revisadas tras la apertura de archivos históricos, indican 26.6 millones de muertos, según datos del Ministerio de Defensa ruso en 2015.
[iv] China enfrentó una combinación de invasión japonesa (1937-1945) y guerra civil, lo que complica el cálculo exacto. Las estimaciones oscilan entre 10 y 30 millones de muertos, según fuentes históricas.
[v] https://www.dw.com/es/as%C3%AD-es-el-plan-de-reconstrucci%C3%B3n-de-los-pa%C3%ADses-%C3%A1rabes-para-gaza/a-71677491#:~:text=Egipto%20y%20otros%20estados%20%C3%A1rabes,la%20aceptaci%C3%B3n%20del%20presidente%20estadounidense.
[vi] https://news.un.org/es/story/2025/04/1538376
[vii] https://docs.un.org/es/A/RES/79/81
[viii] https://news.un.org/es/story/2025/03/1537331
[ix] https://legrandcontinent.eu/es/2025/05/09/desfile-del-9-de-mayo-el-discurso-completo-de-putin-en-moscu/
Carlos Julio Diaz Lotero
Foto tomada de: Radar Austral
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